Cuentan que en un bosque hermoso y fragante, donde siempre brilla el sol y el viento susurra dulces melodías, vive un ángel. La mayoría de hombres ha olvidado el nombre de este bello lugar.
Allí transcurren los días de este armonioso ser; sus días transcurren conversando con dalias y rosas, jugando con las luces de hermosas hadas, con los que llevan poesía o trazan sueños en un lienzo, con mensajeros de los dioses. Siempre está atento a todo aquello que pueda suceder a su alrededor, su mano te sujeta con fuerza y sin embargo, apenas parece una caricia, en esos días en que caes y ya no quieres levantarte. Te suelta mariposas de mil colores en el pecho y las tristezas recogen sus ropas grises y se marchan derrotadas.
Hay un día en el año en que todos los seres del bosque se reúnen felices para hacer un festejo, el ángel de alas de plata ha dado la vuelta al sol una vez más... y todos quieren que sea así por mucho tiempo.