31 octubre, 2006

Me pareció ver un lindo gatito I

Y ahora les presento un repaso a los gatos más célebres de las historietas:

EL GATO FELIX
Título original: Felix the Cat
Sin duda uno de los gatos más famosos de los comic, quien junto con su bolso mágico, nos ha entretenido por mucho tiempo... sin olvidar a los antagonistas de esta serie, quienes se quieren apoderar de dicho bolso.El gato Félix fue creado por Otto Messmer en 1919. Su primera aparición fue en una película llamada "Feline Follies". Pronto inició su transición al papel; la primera tira cómica apareció el 1 de agosto de 1923 en Inglaterra. Poco tiempo más tarde, el protegido de Messmer, el jóven Joe Oriolo comenzó a trabajar con el personaje, dotándolo de una nueva personalidad y la imagen con la que lo conocemos ahora. En los años 50, Félix debutó en TV, y en los 80 el hijo de Joe, Don Oriolo, produjo el film "Felix the Cat, the Movie".

GARFIELD


JIM DAVIS (EL CREADOR)
Se crió en una granja junto con su padre Jim, su hermano Dave y con los 25 gatos de su madre Betty. Era asmático lo cual le obligaba a pasar largas temporadas en cama. En esos periodos, Jim empezó a dibujar, y aunque al principio era bastante malo - no era la típica persona con gran facilidad para dibujar - poco a poco con los años fue mejorando y pronto descubrió que sus dibujos eran más divertidos si los acompañaba con textos, había nacido un nuevo dibujante de tiras cómicas.
Se graduó en la universidad, donde conoció a su futura esposa Carolyn. Terminados los estudios trabajó durante dos años en una agencia de publicidad
. En 1969 entró a trabajar como ayudante de Tom Ryan, creador de la tira Tumbleweeds. Después, Davis creó una tira propia llamada Gnorm Gnat (Mosquito Gnorm) que se publicó en un periódico local de Indiana, pero cuando intento venderla a una compañía nacional de editores de tiras cómicas, se la rechazaron. Tras cinco años publicando Gnorm Gnat Davis lo abandonó y creó Garfield, esta vez sí se la compraron y empezó a publicarse en 1978 en 41 diarios..
Cuando Davis creó a Garfield nunca pensó llegaría a tener tanto éxito, actualmente Garfield es la tira con mayor difusión en Estados Unidos y en todo el mundo con más de 220 millones de lectores
y publicada en más de 2.500 periódicos por todo el mundo. Para Jim Davis, la vida con Garfield es simple: "Si nosotros tratamos bien al gato el gato nos tratará bien ha nosotros", así Jim ha creado la tira con mayor crecimiento de la historia, así como docenas de libros best-seller traducidos a 26 lenguas, una serie de televisióny 13 programas especiales y todo un vasto merchandising que se comercializa en 69 países por todo el mundo
Los personajes
Garfield
Aparición: 19-Junio-1978
Ocupación favorita :Le encanta la pizza

Garfield nació en la cocina de un restaurante italiano. En el momento de nacer pesó 2 kilos y medio (lo cual es ya bastante para un gato). Al haber nacido en una cocina italiana nos hace entender que Garfield sea un devorador de lasagnas, quizás su comida preferida, aunque él nunca despreciaría ningún alimento.
Desde el primer momento el principal hobby de Garfield era comer, de ahí que el dueño del restaurante tuviera que venderlo a una tienda de animales. En ese momento Garfield empezó a pensar que pasaría allí el resto de su vida, pero ahí es donde se cruzá Jon Arbuckle.
Este será desde ese momento su dueño. Este personaje vive en una casa solo, él es soltero con una vida de lo más aburrida. Esta aburrida vida (y tranquila) de ambos inquilinos se ve truncado por Lyman y por su perro Odie.
Lyman era un amigo de Jon que le pide cobijo en su casa, a él y a su perro, el cuál desde un primer momento es odiado por Garfield. Pero la vida de Garfield no es triste, tiene multitud de momentos felices.

Odie
Aparición: 26-Junio-1978
Ocupación favorita: Jugar con la pelota

Aunque Garfield sea incapaz de admitirlo, Odie es y será su mejor amigo. De él solo se puede pensar que es un perro bobo y estúpido, pero Odie es todo corazón y aunque tiene que soportar todas las "perrerías" que Garfield le hace (darle patadas continuamente, empujarlo desde lo alto de la mesa, atarle la lengua, las orejas...) nunca deja de estar con él.
Lo más caracteristico de Odie es que se pasa el día con su lengua fuera y babeándolo todo; aunque muchas veces nos llegue a desmostrar que al contrario de lo que pudiese parecer, él es, al igual que Garfield lo es en gato, un perro muy, muy diferente


Jon Arbuckle
Aparición: 19-Junio-1978
Ocupación favorita: Salir con chicas... o intentarlo

Jon compra a Garfield en una tienda de animales mientras buscaba una mascota que compartiese con él su aburrida vida. La historia nos dice que estuvo dudando entre un gato y una iguana, pero por lo que hemos visto se decidió por un gato.
La vida de Jon transcurre entre su trabajo (el dibuja tiras cómicas), salir con mujeres (o al menos acosarlas para que salgan con él a cenar) y hacer la comida a Garfield.
Desde que Jon compró a Garfield su vida no ha vuelto a ser la misma, bueno, casi. Continúa estando soltero y sin compromiso, y aunque lo intente continuamente sus citas son todas un fracaso, debido quizás a sus extrañas ideas de lo que es una cita.
Sus únicos amigos son Garfield y Odie, y sus mayores y mejores momentos son junto a ellos.

Arlene
Aparición: 17-Diciembre-1980
Ocupación favorita: Despreciar a Garfield por su fisico y cantar sobre la cerca. Comer y cazar ratones.

Es la eterna novia de Garfield, con una relación que nunca termina de cuajar... cuando todo parece que va viento en popa acaba por estropearse. En el fondo Arlene se hace la dura con él y Garfield siempre intenta aparentar más de lo que es con ella.
Una de las cosas que más llaman la atención en Arlene, son que tienen los dos dientes de delante separadas, y esto, por supuesto, provoca la más fina ironia de Garfield. Cabe preguntarse, por qué Garfield y Arlene nunca se declaran su amor.
Pués, estas podrían ser las razones:
· Quizás la madre de Arlene era un ratón (prueba de ello serian sus dientes)
· Pooky es muy celoso y tiene a Garfield atemorizado.
·Garfield quizás este profundamente enamorado... de si mismo.
· Todo pudiera deberse al sencillo hueco que tiene en los dientes Arlene.


Nermal
Aparición: 3-Septiembre-1979
Ocupación favorita: Ser el gatito más mono del mundo.

Él el gato más lindo del mundo (o al menos es como se llama a si mismo), no deja de picar en todo momento a Garfield, por lo que este le odia. Continuamente le esta recordando la diferencia de edad que entre ambos existe.
Nermal es el gato de los padres de Jon. Este viene a la casa de Garfield en multitud de ocasiones. Hay veces en que este pobre gato sufre de todo por parte de Garfield y otras en las que es el propio Garfield el que cae en las trampas de este gatito bonito



Pooky
Aparición: 23-Octubre-1978
Ocupación favorita: Acompañar en mil y una fantasías a Garfield

Cuando Garfield se puso a revolver en los cajones de Jon no se podia imaginar lo que iba a encontrar. Allí encontró a un osito de peluche, Pooky y desde entonces Pooky ha sido el único y gran amigo de Garfield, nunca se han separado.
Pooky vive las aventuras de Garfield y es compañero de confesiones. Para Garfield la gran virtud de Pooky es "que nunca le quita la comida y siempre tiene la boca cerrada".
Sin duda para Garfield la vida no seria lo mismo si no tuviese a su gran amigo Pooky.

Doctora: Liz Wilson
Aparición: 26-Junio-1979
Ocupación favorita: Ama a los animales, jamás entenderá como Jon puede ser el dueño de Garfield.

Es la veterinaría de Garfield y de Odie, donde Jon lleva a sus mascotas siempre que es posible ya que está continuamente insistiendo en tener una cita con ella. Liz, sin embargo, no presta ninguna atención a Jon y si mucha a Garfield. A pesar de que parezca lo contrario, Jon y Liz han tenido en varias ocasiones citas, pero estas siempre acabaron en un completo desastre. Por eso, Liz está convencida que Jon es una plasta.

SILVESTRE
Por más de 36 años, comenzando en 1930, los estudios de la Warner Bros. hicieron una serie de cartoons para el cine, mejor conocidos como Looney Tunes y Merrie Melodies. Durante este periódo los directores de la industria tuvieron libertad para crear una loca familia de personajes que se han convertido en unos de los más divertidos creados a la fecha. Entre los directores responsables de este fenómeno se encuentran: Friz Freleng, Bob Camplett, Tex Avery, Chuck Jones y Robert Mckinson.
Los inmortales personajes que crearon incluyen a Bugs Bunny, el Pato Lucas, Porky, Silvestre y Piolín, el Coyote y el Correcaminos, Elmer y muchos más.
Bob Clampett creó a su personaje basándose en una fotografía propia de su infancia. Piolín es un pequeño canario amarillo de cabeza y patas enormes, al que el gato Silvestre intenta atrapar para devorarlo. A pesar de su tamaño y de las artimañas de su enemigo, Piolín siempre logra librarse de él, ya sea por sus propios medios, ya sea por mera suerte, o con ayuda de la abuelita (su propietaria) o con la ayuda de Spike, el bulldog.
En la versión original, Piolín se expresa como un bebé, algo que solía hacer el propio Clampett a menudo cuando bromeaba. La expresión típica de Piolín, "me pareció ver un lindo gatito", procede de una frase que Clampett había usado años antes en una carta a un amigo junto al dibujo de un pajarito. Ultimas apariciones.
Durante la década de los 90, Piolín también fue protagonista de una serie de televisión animada titulada The Sylvester and Tweety Mysteries (Los misterios de Piolín y Silvestre), en la cual la abuelita dirigía una agencia de detectives con la ayuda de Piolín y Silvestre.

Silvestre es tres años mayor que su imposible objeto de deseo, Piolín: nacieron por separado y no se unieron hasta 1947, Life with Feathers. En manos de Chuck Jones, Silvestre interpretó cortos sin Piolín, con Porky, su hijo Silvestre Jr. o Hippety, el bebé canguro que el desdichado gato siempre confunde, aterrado, con un ratón gigante.No se concibe al uno sin el otro, aunque los dos tienen cortos donde aparecen solos. Las "inocentes" jugarretas del pajarito amarillo no parecían quitarle el hambre a Silvestre, que se las ingeniaba de mil maneras para atraparlo y al mismo tiempo burlar a la abuelita. Junto al Coyote, es el personaje que más dice con la expresión de su cara. Además, los golpes que se llevaba sonaban de lo más exagerado apoyados por unos contundentes efectos de sonido y el magistral acompañamiento musical de todos y cada uno de sus episodios.
Proximamente: Hello Kitty, Don Gato y su pandilla, Tom y Jerry, Los Aristogatos.... y hasta donde me alcance la paciencia, porque como anda últimamente el Blogger pués ni el más santo.

Carta a la Amada Inmortal

Buenos días, en la mañana del 7 de Julio
Antes de levantarme, mis pensamientos volaron hacia ti, inmortal bienamada; en ciertos momentos eran dulces, en otros dolorosos, aguardando la respuesta del destino y confiando en que los hados nos escuchen. No puedo seguir viviendo permanentemente sin ti, de ninguna manera; he decidido recorrer la distancia que nos separa para volar a tus brazos, sentirme realmente en el hogar junto a ti y enviar mi alma envuelta en tu cariño a los dominios del espíritu. ¡Sí, pase lo que pase, así debe ser! Debes tenerme afecto, más aún sabiendo cuán grande es mi amor hacia ti. ¡Nunca podrá otra mujer poseer mi corazón, nunca, nunca! ¡Oh Dios! ¿por qué debe uno alejarse de aquello que tan profundamente ama? La vida que llevo en Viena es miserable. Tu amor me hace el más feliz y al mismo tiempo el más infeliz de los hombres. A mi edad, necesito una cierta uniformidad, cierta igualdad en el camino de mi vida; ¿puede darse esto en nuestra mutua situación? Ángel mío, acabo de saber que el carruaje parte diariamente y debo de terminar para que cuanto antes puedas recibir esta carta. ¡Sé sencilla! Sólo a través de una tranquila contemplación de nuestra existencia podremos conseguir nuestro objetivo de vivir juntos. ¡Sé sencilla! ¡Amamé! ¡Ámame hoy, ámame ayer! ¡Después de ti, de ti, de ti, mi vida todo mi ser vive un anhelo cargado de lágrimas!
Adiós. ¡Oh, continúa amándome!, y nunca dudes de que haya un corazón más fiel al tuyo que el mío.
Tu bienamado Ludwing.
Siempre tuyo. Siempre mía. Siempre el uno del otro.
Desde mucho tiempo, los estudiosos de la vida íntima de Beethoven abjudicaron el papel de "inmortal bienamada" a Therese von Brunswick, sin embargo merced a las invetigaciones de Siegmund Kanznelson, parece incuestionable que la destinataria de esta carta era la hermana de la anterior, Josephine, estimándose que la fecha de redacción de la misma fue en el año de 1812.
La célebre carta dirigida An die usterblicher Geliebte ("A la amada inmortal) fue iniciada un 6 de julio por la mañana, continuada la misma tarde y terminada la mañana siguiente, según consta en las acotaciones de la correspondencia beethoveniana.
Un regalo para Cristina, Pon, y todos aquellos que sientan pasión por la música y la vida de este genial compositor.

30 octubre, 2006

Carta a la Amada Inmortal

6 de julio, lunes, por la tarde
¡Estas sufriendo, queridísima mía! Acabo de darme cuenta que estas cartas deben darse al correo muy temprano. Los lunes y los jueves son los únicos días en los que el carruaje del correo va desde aquí hasta K. ¡Estas sufriendo tanto! ¡Ah!, donde yo estoy, allá estas tú conmigo: conmigo y contigo habré de encontrar los medios para vivir contigo. ¡¡¡Qué vida!!! ¡¡¡Así!!!, sin ti perseguido por la amabilidad de las gentes aquí y allá, mientras que lo que yo deseo no es nada más que lo que realmente merezco -la humildad del hombre hacia los hombres- todo esto me duele- y cuando me considero en contacto con el universo, ¿qué es lo que soy, quién soy y quién es capaz de ser llamado el más grande? ¡Y nuevamente vuelve aquí a encontrarse el elemento divino de lo humano! Lloro al pensar que solo el sábado, con suerte, recibirás mis primeras palabras. Por mucho que tú me ames, mi amor por tí es más ardiente, pero que ello no vaya a alejarte de mí. ¡Buenas noches! Como un inválido recién llegado a las benéficas aguas termales, debo ir a descansar. ¡Ay Dios! !Tan cerca! ¡Tan lejos! ¿No es nuestro amor una estructura realmente celeste, firme como la cúpula del cielo?

Carta a la Amada Inmortal

6 de julio, por la mañana
¡Mi ángel, mi otro yo, todo mi mundo! Sólo unas pocas palabras el día de hoy, escritas a lápiz (escritas con el tuyo). Mi futuro no quedará fijado hasta mañana. ¡Qué frívolo derroche de tiempo! ¿Por qué esta pena profunda cuando es la necesidad quien ordena? ¿Puede nuestro amor subsistir sin sacrificio, sin anhelarlo todo? ¿Puede ayudar a nuestro amor el que tu arte no sea enteramente mío, el que yo no sea totalmente tuyo? Dirige tus ojos a la hermosa naturaleza y no dejes que tu mente sea perturbada por el destino. El amor lo requiere todo, y es muy justo que así sea: así soy yo contigo, así eres tú conmigo; solo que tú olvidas muy fácilmente que yo debo vivir para mí y para tí. Si estabamos completamente unidos, tú no deberías sentir esa tristeza en mayor medida que yo. Mi jornada ha sido terrible. No llegué aquí hasta las 4 de la mañana de ayer a causa de los caballos. El cochero eligió otra ruta ¡pero qué terrible camino el escogido! En la última etapa me advirtió que no debería viajar de noche, y me previno de parar junto a los árboles; pero esto sólo contribuyó a exacerbarme, y me equivoque; a causa del mal estado de la ruta, una vía excecrable y tortuosa, el carruaje se averió. Sin el postillón que tenía junto a mí, hubiera quedado abandonado en el camino. El príncipe Esterházy, que viajaba por el otro camino con ocho caballos, tuvo el mismo accidente que yo había tenido con cuatro. Sin embargo, siento ahora un extraño placer, como me ocurre siempre después de haber vencido una nueva dificultad. Pronto volveremos a encontrarnos. No puedo comunicarte hoy las observaciones que me he estado haciendo acerca de los pasados días de mi vida. Si no hubieran estado tan cerca uno del otro nuestros corazones, creo que nunca me hubiera planteado estas cosas. Mi corazón está lleno de cientos de cosas que he de decirte. ¡Ay, hay momentos en que consigo encontrar este lenguaje! ¡Alégrate! Continuas siendo mi única verdad, mi único amor, todo mi yo como yo lo soy para tí. Y así para siempre; debemos dejar que los dioses nos envíen lo que debe ser y lo que será.
Fielmente tuyo Ludwing.

29 octubre, 2006

La playa II

El joven se llevo la mano hasta la frente, como si quisiera detener el torbellino de ideas que se desataba en su mente. Las miró largamente, como se mira algo que nos fascina y nos aterra a la vez.
- ¿1893?. Eso es imposible... no, no puede estar ocurriendo esto. ¿Es qué acaso me metí en la máquina del tiempo de Wells? Solo que su personaje viajaba hacía el futuro, y yo...
La misma joven reinició la conversación. Su compañera, se limitaba a mirarle sonriente, con sus ojos de esmeralda velados por la sombra del sombrero.
- ¿Acaso vienes tú de otro tiempo?
- Sí, de uno muy lejano al de ustedes, vengo de 200 años en el futuro.
Ahora eran las muchachas las que lo miraban sorprendidas. Sus manos se buscaron y como dos niñas permanecieron muy juntas, como si algún peligro velado las amenazara.
- Por favor, no teman, yo mismo estoy confundido. Solo recuerdo que estaba frente al compu... De pronto se interrumpió, qué podían saber aquellas jovenes de computadoras, celulares, satélites, aviones y cosas similares.
- Y ustedes, ¿Recuerdan cómo llegaron aquí?
- Oh, hace tanto de eso. Parece que hubiera transcurrido una eternidad, y sin embargo nada ha cambiado, aquí el tiempo permananece inmutable.
- Me gustaría tanto conocer tú historia.
La joven recogio el borde de su vestido y se sentó sobre la arena, invitándo a los otros a que hicieran lo mismo. Desató su cabello, y una cascada oscura y sedosa cubrió sus delicados hombros. Sonrió un poco turbada cuando noto la mirada extasiada del joven.
- Es que me siento más comoda así. Nunca me ha gustado mucho llevar el cabello recogido, pero son las costumbres.
Recuerdo que Mila y yo paseabamos por está playa contándonos nuestras pequeñas tragedias amorosas. Yo amaba a un distinguido joven, pero él no tenía más recursos que su imaginación, era escritor y mi familia no aprobaba la relación. Mila tampoco la pasaba bien, su amado era un noble hidalgo; el caso de ella era contrario al mío, la familia de él consideraba una ofensa que Ernest se uniera a una joven sin linaje. Caminabamos del brazo, riendo a ratos y enjugandonos las lágrimas en otros. Fue en uno de nuestros paseos que empezó todo.
Un poco alejado de la orilla estaba un hombre maduro de barba y bigotes; estaba de pie frente a un caballete, su mirada estaba concentrada en el mar y su mano derecha iba y venía de la paleta de colores al lienzo. Parecía tan ensimismado en su trabajo que ni siquiera notó nuestra presencia, solo cuando estuvimos muy cerca, dió un respingo y nos saludo con una reverencia y una sonrisa. Nos colocamos detrás de él y vimos que pintaba el paisaje marino, era tan hermoso...tan real. Pero el hombre no hizo ningún intento de entablar una conversación, después de saludarnos continuó con su pintura como si nosotras no existieramos. Y así fue por muchos días, siempre que paseabamos por la orilla, allí estaba el pintor, solo que ahora se amontonaban al costado del caballete varios lienzos, parecía que había trabajado mucho los últimos días. Toda relación con él misterioso hombre se limitaba a un cortes saludo. Pero un día, cuando quisimos ver lo que pintaba, nos miró de un modo extraño y nos dijo en un tono severo - No señoritas, está vez no puedo mostrarles la pintura. Ya llegará el momento, pero por ahora siento no complacerlas- Mila ensayó la más encantadora de sus sonrisas, pero ni aún así pudimos convencer al hombre que nos dejará ver el cuadro. A la semana, Mila enfermó, tuvó una neumonía muy grave y ella... ella murió. Me sentía desolada, paseaba sola por la playa recordando los alegres días que habíamos compartido, pero nada me consolaba; ni el brillante sol, ni el rumor de las olas, sin ella nada tenía sentido, todo perdía su belleza.
El hombre continuaba allí, pero ahora no pintaba, estaba con los brazos cruzados mirándo el mar; cuando me acerque, me miró con fijeza, por un momento sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo - Señorita, la estaba esperando, ya es tiempo- Le mire perpleja, de qué me estaba hablando - Ahora ya puedo mostrarle el cuadro ¿Aún desea verlo?- Me pareció extraño su ofrecimiento, pero me acerque a la pintura que estaba puesta sobre el caballete. El corazón me dió un vuelco y creo que hubiera caido en la arena si el hombre no se hubiera apresurado a tomarme entre sus brazos. Cuando me recupere, señale espantada una figura que caminaba sobre la orilla; el paisaje seguía siendo el mismo que había visto antes, solo que ahora... Mila estaba en el, sí, mi querida amiga caminaba por la orilla. Reconocí su vestido de gasa blanca, su sombrero preferido, su hermoso cabello castaño.
- ¿Cuándo pintó Ud. esto?- El hombre me puso una mano sobre el brazo, su contacto era cálido y tranquilizador, me miró de nuevo largamente, pero ahora su mirada era tierna - Señorita, ahora debe usted tomar una desición, su amiga la espera.... ¿Desea irse con ella? - Me aparte del hombre y mis ojos se llenaron de lágrimas, qué locura me estaba proponiendo - No tenga miedo, no hay nada malo en mis pinturas, solo intervengo siempre y cuando las personas así lo quieran, le preguntó de nuevo ¿Quiere estar a su lado? Debe tomar una desición ahora- Respire hondo, mire atrás, allá a lo lejos, entre las colinas podía divisar la mansión. Había sido mi hogar por veinte años, pero realmente nada me ataba a ella; no tenía a Philp, mi padre siempre estaba ocupado en asuntos de estado y mi madre se pasaba el tiempo organizando eventos sociales. Lo único que tenía en realidad era a Mila. No lo pensé más y le dije: - Sí, quiero estar a su lado.
Ya no hay mucho que contar, solo recuerdo que el hombre me dijo que pusiera mi mano sobre el lienzo, y... no sé cómo explicarlo, pero de pronto estaba dentro del cuadro, corrí hasta Mila y nos abrazamos con fuerza. Ella me miraba feliz, mientras no cesaba de repetir: -¡Sabía que vendrías, no ibas a dejarme sola, sabía que vendrías!.
La joven, puso su blanca y fina mano sobre su frente, parecía agotada. El joven apoyo la suya sobre la de la joven que descansaba ahora sobre la arena y la oprimió con ternura.
- Y tú Mila, cuál es tú historia.
- Yo no tengo mucho que contar, solo recuerdo que estaba sobre mi cama; tenía mucho frio, sentía mi cuerpo cubierto de un sudor pegajoso. Después el frio se extendía ya por todo mi cuerpo, una angustia indescriptible oprimió mi corazón, y luego... espacios infinitos atravesados a toda prisa, mil colores estallando a mi alrededor, como fuegos artificiales. Al final, estaba aquí, en La Playa.
Se quedaron todos en silencio, una pareja se acercaba hasta el lugar donde ellos descansaban. Avanzaban lentamente por la orilla; él era un hombre ya mayor, de cabellos y bigotes encanecidos; ella era una mujer madura, debía haber sido hermosa cuando joven, porque aún ahora era bonita. Un perro grande, de pelo oscuro trotaba alegre junto a ellos.
Cuando pasaron a su lado les saludaron alegremente. El hombre ínclinó ligeramente su sombrero y la dama les hizó una graciosa reverencia. La mirada del hombre se detuvo en el joven, como sí tratara de recordarlo.
- No señor, usted no me conoce. Soy Jorge Mendizabal, aunque mi nombre no creó que le diga nada. Llegue hace muy poco aquí.
- Sí, ya me parecía, no soy de los que olvidan una cara. Bien, ha sido un placer conocerlo Sr. Mendizabal, y deseo sinceramente que encuentre a la persona que vinó a buscar aquí.
La pareja siguó su camino y Jorge continuó con la mirada prendida sobre ellos, hasta que se perdieron en la distancia. Ahora sentía la cálida mano de Gloria sobre la suya, sus ojos profundos y negros lo miraban con dulzura.
- ¿Qué me quiso decir aquel hombre?
- Todos estamos aquí por alguién. Los ves a ellos, pués el murió en un accidente. Era un comerciante, y viajaba mucho a la ciudad, un día el carruaje en que iba se volcó. July, su esposa, también encontró al hombre de La Playa, y como yo decidió de qué lado quería estar. Se llevó con ella a Toby, sabía cuanto lo quería su esposo, y pensó que le gustaría seguir teniéndolo a su lado.
- ¿Y tú, por quién estas aquí?

27 octubre, 2006

Elemental mi querido Watson



La celebre frase: "Elemental, mi querido Watson", no aparece nunca es los escritos de Doyle. sin embargo, al principio del primer capítulo de la novela "El sabueso de los Baskerville", se da el caso más cercano, cuando Sherlock Holmes dice estas palabras aunque no de un modo continuo y con una réplica de Watson entre lineas.
Arthur Conan Doyle nació en Edimburgo, capital de Escocia, el 22 de mayo de 1859. Su afición por la literatura fue influenciada por su tío abuelo Charles Conan, quien se ocupó de orientar los gustos literarios de su sobrino hacia las grandes obras de la literatura universal.
Es importante señalar la estrecha relación que mantuvó con su madre, hasta llegada la madurez. Relación que da fe la correspondencia mantenida con esta, que revela una fuerte dependencia afectiva, que le lleva a consultarle desde asuntos íntimos, hasta las relaciones con sus editores.
Estudia en una escuela pública de Edimburgo, para más tarde ingresar en un colegio de Jesuitas.
Experiencia que al parecer dejo profundas huellas en el escritor quien diria más tarde. "Demasiadas reglas se fundaban en el miedo y muy pocas en el amor" Y también: "No enviaría allí a un hijo mío, si lo tuviera".
Más tarde estudió medicina en la facultad de Edimburgo, Doyle no sentía una especial vocación por la carrera, pero se vió empujada a ella por razones de orden práctico. Terminó la carrera de medicina muy joven a los veintiun años y de allí en adelante llevó una vida de aventuras hasta establecer su consultorío en Southsea. Los pacientes no eran numerosos, así que cabe preguntar en qué ocupaba Doyle las horas de ocio entre paciente y paciente.
No hay duda de que el carácter algo meláncolico y perezoso de Holmes es un reflejo de su autor, cuya inactividad física era compensada por la intelectual, la que desembocó en la creación del genial detective. Había leído a Poe y a Garboriau; conocía el género y disponía de los elementos que ponen en marcha la trama policial. Le faltaba crear al detective, dotarlo de una personalidad propia y de algunos atributos especiales. Mucho de esto lo tomo de sí mismo, y en 1886, por fin, un domingo del mes de abril, termino "Estudio en Escarlata", novela que abriría la saga de las aventuras del detective más famoso del mundo; que se tradujeron en 4 novelas y 56 relatos.
La novela no alcanzó un éxito inmediato. Fue publicada en el Betons Christmas Annual en 1887. La critíca lo ignoró por completo y Doyle, justamente desanimado, intentó olvidarse del sagaz detective. El éxito tardaría en llegar aún unos cuatro años.
Es de sobra conocido la aversión que el autor llego a sentir por su personaje. Parece como si Sherlock Holmes le hubiera arrebatado la fama y el honor que solo le correspondían a él. La relación con su creación, cuya existencia le aseguraba ingresos considerables, se complica hasta extremos insospechados. Acabará por fin matándolo, en su relato "El problema final" (1893), pero su muerte no durará demasiado. Millones de lectores de sus relatos no se resignaban, los editores asediaban a Doyle pidiéndole que resucitase al difunto. Pero el resucitar, aunque se trate de un personaje de ficción no es tarea fácil. No quedaba otro recurso que el de aprovechar la falta de testigos y la no aparición del cadáver, para volver a colocar al ídolo de los lectores en su estudio de Baker Street (1903), Doyle contaba entonces con 43 años.
Desde que Conan Doyle alcanzó la fama y la riqueza a finales de siglo, hasta su muerte acaecida en 1930, no hubo actividad humana que no le interesara y a la que no dedicara una parte de su inteligencia y de su tiempo.
EL DETECTIVE


Datos personales:
Nacido en 1854, en lugar desconocido, se retiró a principios de 1904 después de 23 años de servicio activo.
Descendiente de terratenientes, nieto de una hermana del artista francés Emile Jean Horace Vernet. Holmes no presenta a Watson más que un hermano, de nombre Mycroft, siete años mayor. El detective no menciona ningún otro miembro de su familia en las aventuras.
Es durante los dos años que pasa en la universidad (probablemente en Oxford) que Sherlock Holmes toma conciencia de que se puede ganar la vida gracias a lo que sólo es para él un simple pasatiempo: la observación y la deducción.
Se convierte en el primer detective asesor del mundo. Trabajó por amor a su profesión más que por dinero. Algunos casos , sin embargo, le reportan muchos beneficios: recompensa de £1.000 por recuperar la corona de berilos y lo mismo por el rubí azul; recibe la misma suma por los servicios al Rey de Bohemia. Recibe £12.000 del Duque de Holdernesse más para comprar su silencio que para remunerar sus servicios.
Residió en Montague Street antes de conocer a Watson. El 221b Baker Street fue su residencia en sus años de ejercicio, y Sussex durante su vida retirada.

Experiencia profesional:
En 1878 empezó la carrera profesional como detective, a los 24 años.
En 1882 empezó su asociación profesional con el doctor Watson.
Entre 1878 y 1889 investigó unos 500 casos “de importancia capital”.
Entre 1878 y 1891 se dedicó a desenmascarar y eliminar la organización criminal del profesor Moriarty.
En 1894 volvió al servicio activo.
Recibió la Legión de Honor en 1894 por el arresto de Huret, el asesino del bulevar en París.
Entre 1894 y 1901 llevó cientos de casos. Es en esta época cuando Watson logra quitar a Holmes su adicción a la cocaína.
1895: audiencia privada con la Reina Victoria por servicios a Inglaterra. En Junio de 1902 rehusó de ser nombrado caballero.
Entre 1903 y 1904 empezó su retiro solitario en un pueblo de la costa de Sussex con vistas al Canal de la Mancha, revisando los registros de casos y la destrucción de aquellos que pudieran comprometer a clientes de la alta sociedad. La proximidad de la guerra de Alemania, sin embargo, hizo que pudiera su sorprendente combinación de habilidades prácticas e intelectuales al servicio del gobierno, ofreciendo mucha información falsa a los alemanes y logrando el arresto del espía prusiano Von Bork.

Carácter:
Personalidad de “naturaleza dual”: “Nada le agotaba cuando tenía que trabajar, pero le daban ataques una y otra vez y podía pasarse días en el sofá del salón sin apenas pronunciar una palabra o mover un músculo, de la mañana a la noche”. Durante estos cambios de humor recurría a la cocaína, como lo relata Watson en "El signo de los cuatro". Luego le entraba una depresión aun más profunda como reacción a los narcóticos, de la que sólo se le podía rescatar gracias a un caso.
Sus propios poderes se volvía fastidiosos cuando no los usaba: “Mi cerebro se rebela contra el estancamiento. Proporcióneme usted problemas, proporcióneme trabajo, déme el más abstruso de los criptogramas, el más intrincado de los analisís, y entonces me encontraré en mi átmosfera propia. Podré prescindir de los estimulantes artificiales. Pero aborrezco la monotonía de la vida. Siento hambre de exaltación mental"
Watson hace constantemente referencia a su agitación y a su impaciencia, a su nerviosidad y a su excitación, a su naturaleza curiosa , a su manía de morderse las uñas cuando está preocupado, a la importancia que da a su orgullo, a su reputación, al respeto de sí mismo y a un determinado egoísmo.
No se encuentra entre la gente que coloca la modestia entre las virtudes. Para él, las cosas son lo que son, y subestimarse es, tanto como sobrestimarse, una alteración de la realidad. “Lo que se hace en este mundo importa poco. La cuestión es lo que se puede hacer creer que se ha hecho."
Aunque deja el crédito de sus asuntos a la policía, le irrita la falta de reconocimiento. Se guarda siempre la posibilidad de actuar solo ya que la ayuda que encuentra exteriormente es o poco importante, o pobre. Se interesa por un asunto para ayudar a la justicia y al trabajo de la policía.
Le gustan las atenciones, la admiración y los aplausos. Su naturaleza fría, que no se preocupa de la gloria a los ojos del vulgo, se ve afectada por las alabanzas de un amigo. Le gusta impresionar a sus clientes con sus facultades y sorprender al que lo rodea. Como un artista en una representación.
Tiene a veces tendencia a hacer su propia justicia y perdonar las venganzas personales. Unas o dos veces, reconoce, en su carrera, sintió que había cometido más mal descubriendo al criminal, que lo que había hecho este con su crimen. No duda en utilizar métodos ilegales para una causa justa y a menudo se imagina que podría ser un criminal muy eficaz si utilizara sus cualidades contra la ley, con lo que Scotland Yard está bien de acuerdo.
Presta poca atención a su seguridad cuando su espíritu es absorbido por una investigación (aunque afirma que "es estupidez más que valor, negarse a reconocer el peligro cuando es evidente", esto lo menciona en el caso de El problema final) y le molesta mucho todo lo que viene a distraer su atención. “Una intensa concentración mental tiene el poder extraño de destruir el pasado”, dice, y por eso no desea que dos asuntos coincidan.
Absolutamente desprovisto de crueldad, se endurece sin embargo a fuerza de vivir en la sórdidez de lo criminall. El mismo Holmes se describe como un individuo muy sociable. Aparte de Watson, declara no tener amigos y no anima a los visitantes. Muestra una reticencia a establecer nuevas amistades y prefiere vivir en la soledad y el aislamiento.

Sus encuentros con las mujeres:
Es en su actitud ante las mujeres y al amor en las que es especialmente notable. "Es muy importante el no dejar que nuestro razonamiento pueda ser influenciado por cualidades personales. Las facultades emotivas son adversarias del razonar sereno" (El signo de los cuatro)
Siente aversión por el sexo débil. Acepta la hospitalidad de un amigo de Watson en cuanto se entera de que es soltero. Cuando quiere, utiliza maneras muy dulces con las mujeres y rápidamente se gana su confianza. Sedujo de maravilla a la sirvienta de Charles Augustus Milverton, disfrazado de fontanero.
Finalmente, la última palabra sobre este tema la tiene Holmes cuando declara, en la primavera de 1897: "Yo nunca he amado, Watson..." (La Aventura del Pie del Diablo)

Apariencia y constitución:
Alto, delgado; de cara estrecha, frente amplia, pelo negro, cejas oscuras y gruesas. Nariz delgada, como de halcón; labios finos, firmes; voz rápida, alta, estridente. Ojos grises, penetrantes, que siempre adoptaban una “perspectiva introspectiva, de ver más allá”. Medía 1.80 cm, pero Watson decía que parecía aún mayor.
Rara vez consideraba el ejercicio por sí mismo, pero estaba siempre “entrenándose”. Un buen corredor, poseedor de una fuerza que resultaba difícil de creer.
Hábitos frugales, siempre rozando la austeridad; “La inactividad me agota completamente”, aunque a veces pasaba días enteros en la cama. Aprecio gatuno al aseo personal; primura en el vestir. Normalmente vestido con tweeds convencionales o levita. A veces se ponía un Ulster, llevaba bata en sus habitaciones. En el campo se ponía una capa larga y gris para viajar con un gorro de viaje con solapas.
Solía levantarse tarde; para aquellas ocasiones no poco frecuentes en que se quedaba despierto toda la noche. En las que empezaba temprano en un caso, era enérgico e inagotable, pasando días o incluso semanas sin descanso. La dieta, escasa en el mejor de los casos, se abandonaba cuando trabajaba. “Soy un cerebro, Watson. El resto es un mero apéndice”.
El estado de salud “no era un asunto en el que se tomara el más mínimo interés.” Constitución enjuta y de hierro; sufrió un ataque debido a la postración nerviosa en primavera de 1887; se le ordenó descanso absoluto en marzo de 1897 debido al “constante trabajo duro y exigente, agravado, quizás, por sus propias indiscreciones ocasionales”.
En su retiro, algo afectado por brotes puntuales de reumatismo, empezó a nadar. Practicó Baritsu (autodefensa japonesa), experto en boxeo, excelente espadachín; disfrutaba de la pesca cerca de Donnithorpe, conocedor de los clubes de golf y experto en esgrima de bastón.
Es un Bohemio. Practica el tiro al blanco con su revólver en su salita de su apartamento. Le horroriza el hecho de destruir documentos. Guarda sus puros en un cubo con carbón, su tabaco en el fondo de una babucha persa y su correspondencia sin responder bajo la cuchilla de una navaja de muelle clavada en medio del estante de la chimenea. Su increíble falta de cuidados, su predilección por la música a horas en que uno está durmiendo, sus experimentos científicos tan extraños como malolientes, el ambiente de violencia y peligro que la rodea hacen de él el peor de los arrendatarios de Londres.

Sus mil caras:
Su expresión, su paso, su propia alma parecen modificarse a cada nuevo papel.
Posee al menos cinco refugios en Londres donde puede maquillarse y transformarse a su antojo. Entre los disfraces citados por Watson hay: un vulgar vagabundo, un hombre conocido en el East End bajo el nombre de Capitán Basil, un joven fontanero llamado Scott, un viejo bibliófilo arqueado, un digno sacerdote italiano, un obrero francés mal afeitado, un desempleado o un viejo “sporting man”, una zanfoña mujer, un mozo de cuadra borracho, un clérigo no conformista, un marinero, un viejo oficial de marina asmático, un viejo fumador de opio y finalmente el espía americano irlandés Altamont.

Conocimientos personales:
Según el análisis de Watson en "Estudio en Escarlata":
En literatura: nulos.
En filosofía: nulos.
En astronomía: nulos.
En política: escasos.
En botánica: Desiguales. Al corriente sobre la belladona, el opio, y venenos en general. Ignora todo lo referente al cultivo práctico.
En geología: prácticos, pero limitados. Distingue al primer vistazo las distintas especies de terrenos.
En química: exactos, pero no sistemáticos
En anatomía: profundos
En literatura sensacionalista: inmensos. Parece poseer detalles de todos los crímenes perpetrados en un siglo.
Maneja bien el violín. Lo usa como distracción y para reflexionar en una investigación. Prefiere la música alemana antes que la francesa o la italiana. Hábil compositor. Tras pasar una tarde entera rasgando las cuerdas de su violín desde su sofá exasperando a Watson, termina con una serie de las piezas favoritas de Watson.
Hábil con el bastón, el boxeo y la esgrima.
Tiene un gran conocimiento de las leyes inglesas.
Disfraces, llevar y reconocer: “La primera cualidad de un investigador criminal debería ser poder ver a través de un disfraz”. Ver Sus mil caras.

Hobbies:
Pasa mucho tiempo en las galerías de cuadros de Bond Street; “el arte en la sangre puede adoptar las formas más extrañas”. Hace estudios de apicultura en los South Downs. Estudia especialmente el budismo de Ceilán (Hinayana).
Siente predilección por el estudio de lenguas antiguas. Pasó algunas semanas en una gran ciudad universitaria realizando laboriosas investigaciones sobre cartas inglesas antiguas que, se dijo, llevó a sorprendentes resultados. Estudio de motetes polifónicos de Orlando Lasso. Profundo y continuado interés en ciertas manifestaciones artísticas de la Edad Media.
Fracasos:
Más a menudo de lo que los lectores piensan. "He sido vencido 4 veces: tres por hombres, y una vez por una mujer".

Perdonen lo extenso del artículo, pero ya les dije: Es mi héroe.

26 octubre, 2006

La playa

Acurrucado en su cama, alargaba la mano hacía la contestadora para escuchar una y otra vez el mensaje. Sabía que le lastimaba aquella voz alegre y despreocupada. Pero no podía evitarlo, era el último trocito de vida que le quedaba de él.

- Ey Jorge, esperame listo, hoy te pienso llevar a ese pequeño paraíso que tanto te gusta...¿recuerdas?. Y por si no te lo he dicho hoy: "te amo". ¡Nos vemos a las ocho!
Espero con su camisa a cuadros y sus pantalones oscuros, todo recién estrenado. Paso media hora, y después dos y tres y Francisco no llegaba. "Pero qué puede haberle pasado, él no es así, nunca deja una promesa sin cumplir, nunca".
Al rato el sonido del telefóno lo saco de sus pensamientos, era una llamada del hospital. Su amigo había tenido una accidente grave.
Rodeaba sus piernas con sus brazos, apretándo las rodillas contra su pecho con fuerza. Y cerraba los ojos, y las escenas volvían a su memoria. Toda aquella pesadilla volvía a repetirse, lenta, angustiante, dolorosa. Se veía cogiendo las llaves del auto y luego tratando de acertar al encendido, porque las manos le temblaban terriblemente. "Algo tiene que estar mal, deben haber confundido su identificación, él no puede estarse muriendo; pero sí todavía escucho su risa en mis oidos".
Cuando llegó al hospital tuvo que apoyarse en una de las paredes, un poco para tomar aliento y un poco para tomar valor para lo que pudiera venir. Caminó hasta la recepción y se acercó a la jovén enfermera que la atendía.
- Señorita, me han llamado hace un rato, me dijeron que habían traido a mi amigo aquí, tuvo un accidente.
-¿Cuál es el nombre de su amigo, por favor?
- Francisco... Francisco Jordan.
La muchacha miro los registros en la pantalla del computador, y su rostro se puso serio.
- Sí está aquí... pero es mejor que hable con el médico de turno.
Aquel gesto no presagiaba nada bueno, y el corazón que le estallaba hasta casí cortarle el aliento, y los ojos que se le llenaban de lágrimas. Lágrimas que ardían en sus mejillas y llegaban saladas hasta sus labios. Un hombre de mediana edad, venía en su dirección. La enfermera le hizó un gesto, como para indicarle que era a él a quién debía dirigirse.
- Dr., quisiera saber cómo está mi amigo, se llama Francisco Jordan, lo trajeron hace poco...
- Venga conmigo por favor
Las piernas le temblaban, casí podía adivinar lo que el médico le diría. Su voz, sus gestos, casí no hacía falta que dijera nada.
- Su amigo murió hace quince minutos, las lesiones eran muy graves. Casí estaba muerto cuando llegó. ¡Pero, sientése... debe tranquilizarse! ¡Enfermera, enfermera, venga aquí pronto!
Las fuerzas lo habían abandonado, solo recordaba una nube negra ante sus ojos, y después un vacío. Cuando despertó estaba tendido sobre una camilla, él médico estaba junto a otro compañero más joven, ambos lo observaban expectantes.
- ¿Se siente mejor?
¡Mejor!, ¿Acaso podía sentirse mejor en aquella situación? Se llevó las manos hasta el rostro y lloró, lloró mucho hasta agotar las lágrimas.
Y después, el desfile de gentes en el funeral. Y los apretones de manos, y los abrazos, y las palabras... y él escuchando, sintiendo. Pero en realidad, era como si estuviera allí, sin estarlo. Un trozo de su vida estaba dentro de esa pulida caja. "A él no le gustaba estar mucho tiempo en un mismo lugar, siempre estaba de aquí para allá, como una mariposa, como una avecilla. Y ahora, tiene que estar ahí, tan quieto..."
Hacía casi una semana, que lo habían enterrado. Una semana que no salía de la casa, una semana que los trastos seguían amontonados en el fregadero, una semana que el polvo se acumulaba en los rincones, una semana que respiraba sin respirar.
Había tantos mensajes en el contestador, que casí habían llenado la cinta. Y el telefóno que no cesaba de timbrar, al final arrancó el cable para no escuchar más su repiqueteo, y para no escuchar más su voz o acabaría por enloquecer.
Caminó hasta el computador, tenía ganas de revisar sus archivos de fotos. Francisco adoraba tomarse fotos. Fotos en el jardín, en la piscina del Club, en el trabajo, en la calle, abrazados...¡Por Dios, por qué había tantas fotos!. Las revisaba, sonreía, y los ojos otra vez se le nublaban... de pronto, la pantalla se oscurecio; no recordaba haber movido nada, y sin embargo todo estaba negro. Cuando volvió a encenderse, allí estaba aquella imagen inundando toda la pantalla. Una playa, y dos figuras diminutas caminando por la orilla. Era algo absurdo, pero sentía el calor del sol, y la brisa marina acariciando su rostro... estiró su mano izquierda y la pusó sobre la pantalla. Su mano se hundió en ella, al momento la retiro asustado, pero la curiosidad podía más que su temor y volvió a colocar la mano en la pantalla. Ahora estaba del otro lado, sus pies se hundían en la suave arena, y sentía el sol calentándole la piel. Avanzo hasta la orilla y sumergió sus manos en el agua azul, tan azul como el cielo. Estaba fría... ¿Qué significa todo esto, acaso me estoy volviendo loco?... pero todo es tan real. No, no es como en los sueños.
Hasta sus oidos llegaban unas risas frescas, juveniles, como el tintineo de unas copas de cristal al chocar entre sí. Sus ojos buscaron la fuente de aquel agradable sonido. Se quedo sorprendido, eran las figuras del paisaje aquel; eras las muchachas que paseaban por la orilla. Sus vestidos parecían venir de una época muy lejana. Caminaban cogidas del brazo, conversando animadamente y sonriendo. Ambas eran tan hermosas y a la vez tan distintas; una era morena con ojos sombreados por espesas pestañas y labios carmíneos, la otra de melena castaña y espesa, labios sonrosados y ojos que brillaban como dos esmeraldas, bajo un delicado sombrero de paja. Se acercó a ellas temeroso, las jovenes se volvieron hacía él, pero su gesto era el mismo, seguían sonriendo como si su presencia no les fuera en absoluto extraña.
- ¡Hola!, no te habiamos visto antes. Cúando llegaste.
- No sé ni cómo llegue aquí. Pero... qué lugar es este. Y ustedes quiénes son.
- Oh, yo soy Gloria y mi amiga es Mila. Y aquí, es La Playa
- ¿La Playa?... qué playa, en qué lugar del mundo estamos. Y sus ropas ¿Por qué visten así?
- ¿Por qué vistes tú así? Nuestras ropas no tienen nada de extraño.
- ¿ Qué año es?
- ¡Que pregunta!, 1893.

25 octubre, 2006

La nena más adorable del mundo

Esta pequeña llegó un día de la mano de mi hermano, al primer vistazo, supe que iba a ser mi gran amiga. Sí tuviera una hija, quisiera que fuera como ella: solidaria, contestataria y generosa.

Sí decimos Joaquín Salvador Lavado, probablemente muy pocos sepan a quién nos estamos refiriendo, pero sí decimos QUINO, pués todos sabemos que estamos hablando de éste genial dibujante y creador de mi querida Mafalda. Nadie, ni el mismo Quino, imaginó que las ideas de está pequeña tan ingeniosa como irreverente, tan reflexiva como contestataria iba a recorrer el mundo (traducida a 26 idiomas, desde el jápones, italiano, portugués hasta el griego, francés y holandés).
Quino, cuenta que todo empezó por casualidad: "En realidad Mafalda iba a ser una historieta para promocionar una nueva línea de electrodomésticos llamada Mansfield. La agencia Agnes le encargó el trabajo a Miguel Brascó, pero como él tenía otros compromisos, me lo paso a mí. Esto fue en 1963. Pero la campaña nunca se hizo y las ocho tiras que dibujé quedaron guardadas en un cajón. Hasta que al año siguiente Julián Delgado, secretario de redacción de "Primera Plana", me pidió una historieta. Entonces rescaté esas tiras y bueno, ahí empezó todo."
La primera aparición pública de Mafalda tuvo lugar en la revista "Primera Plana", el 29 de setiembre de 1964. La pequeña tenía entonces 6 años, sin apellido, Quino nunca lo mencionó, aunque en una de las tiras en que su maestra le corrige un dibujo, después de su nombre asoma una letra M (o tal vez una N).
En cuanto al éxotico nombre de Mafalda, su creador cuenta que surgió de la versión cinematográfica de la novela "Dar la cara", de David Viñas. En una escena de la película aparece un bebe dentro de un moisés que se llama así, y Quino adoptó el nombre.
La nena forma parte de la típica familia de clase media: padre, madre y un hermanito "Guille", debe tener al menos una abuela, porque después de unas vacaciones les envió una postal, algunas veces aparece una tía. Y claro, no podía faltar una mascota "Burocracia", la tortuguita.Vive en un barrio de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina).
Entre sus pasiones figuran los Beatles, la paz, los derechos humanos y la democracia. Detesta la injusticia, las guerras, el racismo, las contradicciones de los adultos, y ...LA SOPA (decir que la odia es poco).
El 25 de junio de 1973, apareció Mafalda por última vez en una tira. Los cuadritos finales de la historieta fueron publicados en el semanario "Siete Dias" (antes se habían publicado en la revista Primera Plana, y luego en el diario El Mundo")
Quino fue preparando el terreno de la despedida así: en el número del 18 de junio de 1973, una chismosa Susanita contaba al lector: "Ustedes no digan nada que yo les dije, pero parece que por el preciso y exacto lapso de un tiempito los lectores que estén hartos de nosotros van a poder gozar de nuestra grata ausencia dentro de muy poco" (cómo si esto fuera posible). El remate llegó una semana después; esta tira no tenía cuadros, todo el espacio lo ocupaba Mafalda y su pandilla, a excepción de Susanita. Tomaba la palabra Mafalda: "Dice el director que bueno, que a partir de hoy podemos darle un descanso a los lectores, pero que si alguno de nosotros se mudare, trasladare y/o apareciere en otra revista y/o diario, él a patadas nos agarrare".
Es el mismo Quino quien da los motivos para la conclusión de la tira: "Me costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría con cada entrega. Cuando uno tapa el último cuadrito de una historieta y ya sabe cuál va a ser el final es porque la cosa no va. Y por respeto a los lectores y a mis personajes y por mi manera de sentir el trabajo decidí no hacerla más y seguir con el humor que nunca dejé de hacer."
Pero mi nenita, siguio defendiendo las causas en las que siempre creyó: Así en 1977, a pedido de la UNICEF, ilustra la Edición Internacional de la campaña mundial de la Declaración de los Derechos del Niño; en 1983 junto a Manolito abandera una campaña en Argentina para la Liga Argentina para la Higiene Dental. En 1987, ilustra un disco para Joan Manuél Serrat sobre poemas de Mario Benedetti. El 17 de abril de 1987, después del fallido golpe de estado contra el gobierno de Raúl Alfonsín, Quino la dibuja diciendo: ¡Sí a la democracía! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a libertad! ¡Sí a la vida!. En 1988, la vuelve a dibujar junto a la pequeñita Libertad, para un cartel del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, en conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos.
LOS PERSONAJES
FELIPE
Felipe es el mayor del grupo ya que lleva un año a todos los demás excepto a Miguelito que le lleva 2. Es uno de los personajes más carismático y se lleva bien con todo el grupo. Su apellido es desconocido. Felipe esta locamente enamorado de una vecinita muy guapa de su barrio por la que suspira, pero su gran timidez no le dejara hablar a su amor platónico. Es un angustiado de la vida y casi siempre estará pensando en las tareas que no hizo y siempre estara imaginándose cómo su escuela será demolida.
Apellidos: Desconocidos
Edad: 7 años en1964.
Primera aparición: 19 de enero de 1965

MANOLITO
Hijo de extranjeros Manolito es un personaje fundamental en las tiras. Es el personaje más bruto culturalmente hablando ya que su cerebro es unicamente habilidoso para sacar cuentas. Ayuda a su padre en su almacén y siempre estara prodigando por doquier las excelencias del almacén Don Manolo. Es el único personaje junto con Guille al que le gusta la sopa. Además odia con toda su alma a los Beatles y a Susanita debido principalmente a las bromas que esta le hace sobre su inteligencia. Su ídolo es Rockefeller y su meta es tener una gran cadena de supermercados cuando sea mayor.
Apellidos: Goreiro
Edad 6 años
Primera aparición: 29 de marzo de 1965

SUSANITA
Susanita es la mejor amiga de Mafalda. Es el personaje mas egocéntrico de todos ya que odia compartir protagonismo. Su gran obsesión en la vida es casarse y tener muchos hijitos. Esta obsesión además la va proclamando por ahí lo que provoca continuas disputas para que se calle. Se lleva mal con Manolito por lo que continuamente se estan peleando e insultando. Su vida es aparentemente normal a pesar de ser "la mala" del grupo. Siempre está tratando de despertar la envidia de los demás.
Apellidos: Chirusi, y un segundo nombre Clotilde
Edad: 6 años
Primera aparición: 19 de enero de 1965

MIGUELITO
Miguelito es el niño más pequeño del grupo si no tomamos en cuenta a Guille. En él se demuestra la ingenuidad y el descubrimiento del mundo. Es uno de los personajes que más se hace querer debido a su forma de ser. Mafalda lo conoció en la playa estando de vacaciones y resulto vivir cerca de su casa; al principio le chocara no ser el amigo exclusivo de Mafalda, pero pronto se integrara a la pandilla. No se lleva mal con nadie, pero debido al poco conocimiento que tiene de las cosas y a su gran imaginación siempre esta con cuestiones absurdas o con deducciones sin sentido.
Apellidos: Pitti
Edad: 5 años en 1964
Primera aparición: Verano de 1966

LIBERTAD
Libertad fue el último personaje de la tira. Se puede denominar a Libertad como una Mafalda pero en versión más radical, más restrictiva. Es la más chiquita del grupo y le revienta la gente alta. Además a ella le gusta la gente simple cosa que contradice cuando habla. Su madre es traductora de libros en francés y viven en un pequeño apartamento pero se esfuerzan en demostrar que es más grande de lo que aparenta.
Apellidos: Desconocidos
Edad: 6 años
Primera aparición: 15 de febrero de 1970

GUILLE
El hermano pequeño de Mafalda. Es rebelde e ingenuo. Su inocencia es la principal causa del éxito de sus tiras. Junto con Manolito a Guille le gusta la sopa, lo cual no hará más que provocar enfados con su hermana mayor. El número de tiras editadas sobre Guille escasean pero hay que decir que las existentes son todas de una altísima calidad. Envuelto en su mundo pequeño e ingenuo Guille no se relaciona practicamente con el grupo por lo que casí siempre sale solo o con Mafalda "Mafaddita" que él la llama.

Apellidos: El mismo que el de Mafalda.
Edad: ---
Primera aparición: 2 de Junio de 1968

PADRES
Los padres de Mafalda y Guille. Son de clase media, ("mediaestupida" según Mafalda). No se sabe el nombre del padre. La madre se llama Raquel. Ella es una ama de casa que no terminó los estudios por casarse, cosa que Mafalda siempre le reprocho. El es un agente de seguros que siempre estara pendiente de que a su familia nunca le falte el dinero. Debido a la constancia de Mafalda se compraron un televisor y despues un coche que aunque no fuera último modelo les serviría para ir de viaje más comodamente.

Apellidos: Desconocidos
Edad: 35 años él en 1967 y 39 en el ultimo libro ella 36 o 37
Primera aparición: Septiembre de 1964
Y.. ahí les dejo una tarea, a buscar las tiras de esta pequeña en la primera librería que encuentren, ya verán que no se van a arrepentir.

23 octubre, 2006

En octubre no hay milagros



Durante el mes de octubre, todos los años, desde 1687, una multitudinaria procesión, reune el mayor número de fieles de toda la cristiandad, llevando al Señor de los Milagros en su recorrido por las calles limeñas. Gentes de todas las razas y condición social llegan hasta el Cristo de Pachacamilla (por el lugar donde tuvó origén la devoción) para implorar la realización de un milagro o para dar gracias por una petición cumplida.

Por estas mismas fechas, las últimas semanas de octubre y las primeras de noviembre, se realiza en Lima (Plaza de Acho), la fiesta taurina en homenaje al Señor de los Milagros, con la entrega del escapulario de Oro, para el mejor torero de la jornada.

Paradojas humanas, a las que no le encuentro explicación alguna. Un premio avalado por la Iglesia Católica, para una fiesta de sangre.

"La tarde es un ocaso de sangre,

un charco turbio de tiempo,

y sin embargo, no cesa este clamor

que me estremece los huesos,

ni este runruneo estéril

que me aquieta la lengua.

Como me duele tu braveza vencida a la mala

y tus oquedades sangrientas,

tú soledad infinita

y ese rocío salado

mordiendo tú carne.

Hay un algo de hombre

en tú mirada de bestia

y hay mucho de amargo en el hombre.

Torna a tí como el viento

una y otra vez el danzarín hermoso,

viste el cuerpo

de oro y grana,

quiza de plata y añil.

Y su danzar es leve,

cómo puede serlo, me pregunto,

si el corazón está cargado de arena.

Danza el capote ante tus ojos,

cual mariposa sangrienta

plagada de oscuros presagios.

Galopan tus lamentos sin voz

por la plaza arcillosa,

la tarde y tú estan muriendo.

Sol y sombra

sangre y aplausos

arena y muerte

para soslayo del hombre.

Solo una vez

me vestí de muerte

y aborrecí su saya para siempre"

"Desde un punto de vista moral, nada es tan deleznable como la tortura, el dolor atroz infligido de un modo intencional e innecesario. El no ser torturado constituye el único derecho humano al que la declaración de la ONU no reconoce excepciones y el derecho animal que más adhesión suscita. El hacer de la tortura pública de pacíficos rumiantes un espectáculo de la crueldad, autorizado y presidido por la autoridad gubernativa, es una anomalía moral con la que hemos de acabar.

No, el llamado toro bravo no es bravo, no es una fiera agresiva, sino un apacible rumiante, más proclive a la huida que al ataque.

Dos no pelean si uno no quiere, y el toro nunca quiere pelear. Como la corrida de toros es un simulacro de combate y los toros no quieren combatir, el espectáculo taurino resultaría imposible, a no ser por toda la panoplia de torturas (el doble arpón de la divisa, la tremenda garrocha del picador, las banderillas sobre las heridas que manan sangre a borbotones) a las que se somete al pacífico bovino, a fin de irritarlo, lacerarlo, y volverlo loco de dolor, a ver si de una vez se decide a pelear: a pesar de los terribles puyazos que sufren en la corrida, con frecuencia los toros se quedan quietos y "no cumplen" con las expectativas del público. El actual reglamento taurino prevé que se empleen entonces banderillas negras o "de castigo" con arpones todavía más lacerantes para castigar aún más al pobre bovino "culpable" de mansedumbre y de no simular ser el animal feroz que no es"

Fragmento del artículo de : Jesús Mosterín (Abolición de la Tauromaquía)

El Parlamento Europeo finalmente decidió no solicitar la suspensión de las corridas de toros en los paises miembros de la Unión Europea tras analizarse el informe sobre el bienestar y la protección de los animales.

Con 412 votos a favor, 178 en contra y 15 abstenciones, La Eurocámara decidió suprimir la palabra "toros" del párrafo en el que se pedía "a la Comunidad Europea que ponga fin a la lucha de perros, toros y gallos adoptando normas legales, nacionales o comunitarias". (Fuente: BBC Mundo, Jueves 12 de octubre 2006)

22 octubre, 2006

Deshojando una rosa


1. ¿Tu nombre escrito al reves?
ASRO
2. ¿Dónde nacieron tus padres?
Mi madre nació en Ayacucho, parte de la sierra peruana, y mi padre, aquí en el Callao
3. ¿Qué fue lo último que bajaste a tu computadora?
Púes, una foto para editar mi blog
4. ¿Restaurante favorito?
Una fuente de soda en un Centro Comercial cerca a la casa, se llama: "Zugatti"
5. ¿La última vez que nadaste en una piscina?
Creeras que no se nadar. Horrooor!!!!
6. ¿Has estado en una obra del colegio?
Sí, en varias, me encantaba hacer imitaciones de políticos o de cantantes
7. ¿Cuántos hijos tienes?
Ninguno.
8. ¿Qué tipo de música no te gusta?
Nada que ver con el Hip-hop, ni nada que sea puro ruido.
9.¿Votas?
Si
10. ¿Tienes cable?
Si, me gustan las series de la HBO, Disney Channel, FOX.
11. ¿Alguna vez has montado una moto?
Sí, con un amigo de mi hermana.
12. ¿Alguna vez has hecho una broma por teléfono?
No, no soy buena para eso.
13. ¿Alguna vez has tenido una multa automotriz?
No manejo.
14. ¿Harías salto bungee o paracaidismo?
Sí, me encantaría practicar ambos, adrenalina pura.
15. ¿Lugar más lejano al que has viajado?
Piura, cerca a la frontera con Ecuador, de visita a una prima.
16. ¿Tienes jardín?
Sí, uno pequeño frente a la casa. Y otro más pequeñito dentro. No tengo muchas flores, solo pasto y helechos.
17. ¿Cuál es tu comic favorito?
Mafalda, adoro a esta pequeña niña inteligente y mordaz, los Picapiedra, y me gustaba un manga japones "Los Caballeros del Zodiaco", estaba enamorada del Caballero del Cisne ¿?
18. ¿Sabes todas las palabras de tu himno nacional?
Si, bueno el coro y la primera estrofa
19. ¿Baño o ducha? ¿Mañana o noche?
Ducha siempre, tengo una bañera aceptable, pero nunca la uso. Y no sé, eso de las burbujas... no tengo paciencia para eso.
20. ¿La mejor película que viste el último mes?
Hace meses que no voy al cine, lo último que ví fue "Macht Point", una excelente película del genial Woody Allen.
21. ¿Añadido favorito a la pizza?
Queso, mucho queso y oregáno.
22. ¿Papas o popcorn?
Nunca como cuando voy al cine, a lo más alguna bebida. Pero me gustan las papas fritas.
23. ¿Qué color de labial usas frecuentemente?
Me encantan los rosas bajitos y los tonos coral.
24. ¿Alguna vez has fumado cáscaras de maní?
No fumo, pero chica... ¿qué es eso?
25. ¿Alguna vez has estado en un concurso de belleza?
Para nada, con mis 30-10-30, no creo que llegue muy lejos.
26. ¿Jugo de naranja o de manzana?
Naranja, recién exprimidita en las mañanas.
27. ¿Quién fue la última persona con quien fuiste a cenar fuera? ¿Dónde?
Con un amigo en el "Zugatti"
28. ¿Tipo favorito de Chocolate en barra?
Hay un chocolate aquí de Lacta, que se llama "Mostro", es de wafer, con maní, delicioooso.
29. ¿Cuándo fue la última vez que votaste?
En junio último, para las elecciones presidenciales. Ganó mi candidato.
30. ¿Última vez que comiste un tomate cultivado en casa?
Nunca he comido un tomate cultivado en casa, solo los del super. Una lástima.
31. ¿Has ganado un trofeo?
Trofeo no, pero si ganaba premios por aprovechamiento en la escuela.
32. ¿Eres bueno/a cocinando?
No me gusta cocinar, pero me defiendo.
33. ¿Sabes como poner gasolina al auto?
No, ni tengo auto.
34. ¿Has ordenado algo de un infomercial?
No, no me convencen.
35. ¿Sprite o 7-up?i
Me gusta más la Coca-Cola.
36. ¿Has usado alguna vez uniforme en el trabajo?
Sí, cuando trabaje en una Institución de ayuda a los animales. Era uno azul, muy mono.
37. ¿Última cosa que compraste en la farmacia?
Mmm... analgésicos, sufro mucho de dolores de cabeza y encima de insomnio, no pego ojo si no tomo algo.
38. ¿Alguna vez has vomitado en público?
No, no que recuerde.
39. ¿Preferirías ser millonario o encontrar el verdadero amor?
Amor, por supuesto. Lo primero lo logras a base de esfuerzo, capacitación, empeño. Pero, el amor... ni con todas las ganas del mundo.
41. ¿Alguna vez has llamado a un 0-800?
Aquí es el 105, y sí, la vez que mi madre se pusó mal..., y ya no quiero hablar de eso, me pone triste.
42. ¿Pueden ser amigos los exs?
Creo que es un poco difícil.
43. ¿Quién fue la última persona que visitaste en un hospital?
Ay, otra vez una pregunta dolorosa. A mi madre y allí fallecio; miro atrás y todo parece una pesadilla, como quisiera borrar esos días de mi memoria.
44. ¿Tenías mucho cabello cuando eras bebe?
Pués, solo tengo fotos de cuando tenía tres años, y tenía un abundante pelo rizado. Ahora lo llevo muy cortito.
45. ¿Qué mensaje tienes en tu contestadora?
El típico: “En este momento no te puedo atender deja tu mensaje después del tono” . Es el que pone la telefónica.
46. ¿Cuál es tu personaje favorito de SNL?
No veo eso.
47. ¿Cómo se llamaba tu primera mascota?
Bueno, era un gato negro y se llamaba Cascabel. Nos acompaño por 12 años.
48. ¿Qué tienes en tu cartera/mochila?
Siempre llevo una cartera pequeñita. Allí tengo las llaves, la tarjeta de identificación, el monedero, las tarjetas de crédito, un paquetito de Kleneex,un espejo y mi lapiz labial. Ah, también un lapicero y papel por sí tengo algo que anotar.
49. ¿Actividad favorita antes de dormir?
Pasear por todas las "casitas" de mis amigos y leer. Ahora estoy releyendo las aventuras de Sherlock Holmes (el detective), me encanta este personaje, es mi héroe.
50. ¿Qué cosa es la que agradeces hoy día?
Quiza, tener un poco más de tiempo para hacer lo que me gusta. Pero sobre todo, y estoy siendo completamente sincera: el haberlos conocido, el tener este pequeño espacio donde puedo expresar mis ideas y dejar abiertas las puertas de mi corazón, para que se cobijen en él siempre que quieran.

20 octubre, 2006

Dos vueltas de llave y un ángel (final)

Llegarón hasta un bar, uno de los muchos que pululaban por el lugar. Solo que este tenía habitaciones que se alquilaban en el piso superior.
El joven se acerco a la barra, el hombre le saludo como a un viejo conocido; entonces su mirada reparó en el muchacho y una sonrisa maliciosa jugueteó en sus labios.
- Dame una habitación, lo mejor que tengas
- Tendrás que pagarme ahora
Y él sin desprenderse del eterno cigarrillo, sacó unos billetes y se lo entregó al hombre. Este puso los billetes en el mostrador y empezó a contarlos.
- ¿A quién le vas a dar la tirada? Faltan treinta.
- Mañana.
- Ahora.
- Mañana.
- Ni hablar. Tengo otras ofertas. Si te favorezco es para que cumplas. Treinta más. Ahora.
¡Clic!, hizo la mano de él. Y, como por arte de magia o por milagro, allí estaba la hoja fina, larga, reluciente.
- Mañana
- Está bien mañana - contesto el hombre y se dió la vuelta para buscar la llave.
¿Clic!", de nuevo y la hoja brillante, como por milagro o por magia desapareció de su mano. El hombre puso una botella y dos vasos sobre el mostrador. El líquido era ligeramente oscuro, como un té raleado. El ángel sirvió en los vasos y le alargo uno al muchacho.
- Bebe
El vasito tendría algo fresco, porque él tenía mucha sed. Pero al llevarlo a los labios notó que era fuerte, quemaba los labios y la garganta.
- Bebe
El segundo vasito resbalo hasta su pecho, y pareció que se desataba fuego en el.
- Bebe
- Este tercer vasito, le llego hasta las entrañas.
- Bebe
¿Qué vasito era éste? ¿El quinto o el numero mil? No importaba. No importaba nadita. El calor en el pecho era bueno; y esa pesadez que sentía en los brazos y en las piernas, también era agradable. Y la mano de él, suave como seda resbalando por su cuello. ¡Qué alegría! !Qué buena era la vida!. Y allí estaban las alas. Ahora sí podía verlas.
- Vamos arriba
¡Qué cosa maravillosa volar así!, apoyado en el pecho amplio sintiendo retumbar su corazón, elevándose sobre Juaréz, subiendo a un cielo color de navaja nueva, flotando blandamente, remontándose más alto, tan alto. Trás-trás, dos vueltas de llave. El cuerpo tendido ahora sobre una nube blanda. Agua del pozo con musgo verde acariciando, acariciando. Y sus labios besando cada rincón de su cuerpo, besos frescos, como agua de rio.
El cuadrado de luz ya no estaba distorsionado. Ahora no era un cuadrado exactamente, sino un rectángulo sobre el piso polvoriento, junto al camastro. La luz era amarilla. Podía ser el sol o el poste del alumbrado. ¿Noche o día? ¡Qué importaba, siendo la ventana tan estrecha! ¡Sol o bombilla! ¡Qué importaba, siendo la espalda una llaga viva! La puerta estaba cerrada con dos vueltas de llave: trás-trás. Los pasos se alejaron pesados por el pasillo.
El primer extraño vino con el ángel, y él muchacho pensaba: "¿Quién es este?" La llave hizo: trás-trás. Y el extraño solo ya con él en la habitación tenía los ojos turbios de deseo, y un olor penetrante a borrachera fresca. Vinieron muchas noches y muchos extraños, con el ángel siempre.
Y las noches y los extraños se quedaron largamente, por turnos exactos, mientras él se iba a la calle con su camisa ceñida que a veces era a cuadros, o listada, o verde o simplemente azul. A la calle él, después que la llave hacia trás-trás, con los ojos verdes mirando la noche, y el cigarrillo encendido en los labios dulces, sonrientes, con su tenue color rosado.
Después fue a todas horas. De noche, de día, y ya no sentía nada; ni el tiempo, ni los cuerpos, ni los ojos, ni su propio cuerpo en movimiento, ni la voz:
- ¿Cuánto?
Y los billetes crujiendo entre sus dedos finos, que parecían hechos para cosas buenas, pero allí estaban contando dinero y echandolo en una caja cuya llavecita le pendía del cuello.
Y él era la máquina que los producía. Billetes verdes, para los ojos de musgo, que apenas si acariciaban ya, excepto cuando llegaba borracho, y así borracho y desnudo, volvía a tener alas y lo remontaba hasta el cielo.
Nada sabía más alla de esa ventana, él lo protegía de todo guardándolo con dos vueltas de llave, de la vida. Había momentos buenos, cuando llegaba y desplegaba sus alas blancas, y lo envolvía en ellas para llevarlo lejos, muy lejos de allí. Entonces volaba sobre los pinos, sobre el rio cristalino, se hundía entre las nubes blancas y volvía a ver el cielo azul. Pero había momentos que no le gustaban. La llaves hacía: trás-trás y la puerta se abría, de noche, siempre de noche. El lo tomaba del brazo y salian juntos a la calle, y afuera risotadas y palabras feas, borrachos en las esquinas, y más chicos como él apoyados en las paredes, esperando... esperando ¿Acaso también los visitaban extraños, que llegaban con ángeles de cabellos dorados?. Y los hombres que no dejaban de mirarlo, por qué lo miraban tanto, ya había escuchado cosas sobre sus ojos y su boca, de lo guapo que era. Pero a él le avergonzaba escuchar esos halagos, por qué tenían que decirle esas cosas delante de Gabriel.
- Tienes que mostrarte un poco. Vamos, sonríe, mira que te pones guapo cuando sonríes.
Y el muchacho sonreía, porque deseaba gustarle siempre. Y se arrimaba más a su lado. ¿Cómo se defendería de este mundo inexplicable, si no existiera él, y la habitación de piso polvoriento, y la llave que hacía trás-trás?
Se incorporó a medias y miró por la ventana. Otra vez el dolor en la espalda. No puede dolerme más, no puede. Y la ventana estaba tan alta. Estrecha pero alta. ¿Por qué penso en el poste? No debió de haber pensado en eso nunca. Nunca.
Arrimo una silla y la puso sobre una vieja mesa, que le servía para hacer sus meriendas. Se encaramo sobre ellas. Aún tenía en el bolsillo de su camisa algunos billetes, que todavía no le habia entregado. Alzo las manos y alcanzó el alféizar y saltó hacía afuera, trato de cogerse del poste pero como no tenía alas, la caida fue espantosa. Cuando se levanto le dolía el tobillo.
Se sentía desnudo, aunque sabía que estaba vestido. El desgarrón en el pantalón no le importaba. Y el tobillo tampoco, aunque conforme iba caminando el dolor se hacía más intenso. De día todo era distinto. El tumúlto era distinto. Pero el desamparo era el mismo. No habían palabrotas horribles tras cada esquina. Pero se sentía desnudo, avergonzado ante las miradas de las gentes que pasaban a su lado de prisa. Qué dificíl era hacerce entender. ¿El límite de Juarez, el paso... dónde estaba el límite?. Tenía que caminar hasta la antigua estación de gasolina, frente a la oficina de servicio postal; allí habia una terminal de autobuses. Tumúlto otra vez. Pero que distinto. De día todo era tan distinto. ¡Qué verguenza! Que no me miren, que no me miren. Hacía tanto que no se miraba en un espejo, qué especto tendría. Jadeaba, se sentía tan cansado, y el sol que no dejaba de lastimarle los ojos. Allá en las montañas, el sol nunca hiere los ojos, nunca. Solo unos cuantos pasos, ya podía ver la fila de gentes aguardando frente a la puerta del desvencijado camión. Tres billetes verdes, cuatro quizá ¿Serían suficientes?. Puso el pie en el estribo, con los billetes apretados en el puño. ¿Por qué no me dejan subir? El chofer le hacía señas para que se apresurara, que no estorbara el paso. Y el quería apresurarse pero no podía, ni siquiera podía moverse. ¿Por qué no me dejan subir? Intento de nuevo. El sudor le corría por las sienes, la angustia casí no lo dejaba respirar. ¿Por qué no podía moverse? No podía. ¿Por qué me agarran? ¿Es qué alguién lo sujetaba? Quiero subir, por favor, dejenme subir. Iba a gritar su impotencia, cuando vió la camisa azul.
Estaba a su lado, allí, en el estribo, sujetándolo con su fuerte brazo, hundiendo sus dedos finos en la carne de su propio brazo, inmovilizándolo.
La llave hizo trás-trás. Otra vez el cuadrado de luz sobre el piso polvoriento. La mano de él hizo: ¡clic!, y por milagro o por magia, allí estaba la hoja reluciente, el filo hacia afuera. Era broma, claro. Y como era broma el chico no tenía miedo.
- Ya deja eso, no juegues.
Pero la hoja se acercaba, con el filo hacía afuera, refulgiendo con su brillo azulado.
- No juegues Gabriel, el diablo empuja la mano.
El no podía hacer nada, qué podía hacer. Solo atino a cubrirse el rostro con las manos.
- Chiquito tonto. La cara no, que la tienes muy linda.
Le había desgarrado la camisa, y sujetándolo por el cuello, le cruzaba la espalda desnuda formando cuadrados pequeños. La sangre comenzó a brotar por las canalitas que formaban los cuadrados sobre la carne y el yodo cayo como una oleada de fuego sobre la espalda desnuda.
- Por si se te ocurre otra vez. Por si se te ocurre.
El dolor era insoportable, cayo aullando sobre el piso polvoriento. Sentía llamas devorándole la espalda. Nunca había sentido un dolor igual. La llave hizo trás-trás y los pasos se alejaron pesadamente, hasta apagarse. Tardo mucho en arrastrarse hasta su cama y tenderse boca abajo, y quedarse quieto, muy quieto como una pobre lagartija torturada por niños crueles, que agoniza bajo el sol.
Hizo un gran esfuerzo, y logro sentarse sobre la cama, sus ojos otra vez se fijaron en la alta ventana. A pesar del infierno en su espalda. Solo un pedacito de cielo se veía a través de su estrechez, pero no era azul, parecía manchado por nubes grises como ropa sucia. El tobillo comenzaba a hincharsele y casí no podía sostenerse sobre él.
Volvió a dejarse caer sobre la cama, ya no veía el cielo. ¿Y para qué verlo? ¿Puede existir un lugar dónde los padres no digan cosas terribles? ¿Dónde los hombres lo miren con ojos limpios y no con esas miradas que lo ensucian antes de tocarlo? ¿Dónde beba agua fresca de rio y no ese líquido que le hacía perder la verguenza? ¿Dónde Cristo muestre sonrisas de bondad, y no tipos sucios transitando por su cuerpo cansado? ¿Dónde las manos de lo ángeles jamas hagan ¡clic! para exhibir hojas de filo reluciente? ¿Dónde la llave de San Pedro cante música celestial al dar dos vueltas en la puerta de Dios: trás-trás?
Trás, trás y se volvió lentamente. Allí estaba él, solo y borracho. Sin navaja en la mano, sin remordimientos. Trayendo el único cielo, el verdadero. Y se estremeció al ver brotar de la camisa azul, dos alas del color de la nieve. Sintió otra vez la hierba fresca acariciando su espalda lacerada, y el musgo de sus ojos acariciando, siempre acariciando. Y dentro de su cuerpo, una fuente tibia que manaba, manaba, diluyendo los huesos, haciendo una masa suave de sus músculos y sus vísceras, al ver los labios sonrosados apenas entreabiertos. Y la sensación dulce en la boca, como si estuviera saboreando miel dorada y espesa. Y el calor en su centro, extendiéndose por sus piernas, y sus brazos atrayendolo contra su pecho hasta sentir la blanca nieve de las alas.
Vió al fin cómo las alas se abrieron inmensas, cubriéndolo, para remontarlo por encima del mundo. Y ya no veía la ventana estrecha, ni el piso polvoriento, ni el viejo camastro. Ahora solo veía aquel musgo verde de sus ojos acariciando, acariciando...siempre acariciando.
FIN
Quisiera contarles un final más feliz, que el muchacho hubiera podido escapar de toda aquella sórdidez, pero la vida no siempre tiene finales felices.