23 octubre, 2006

En octubre no hay milagros



Durante el mes de octubre, todos los años, desde 1687, una multitudinaria procesión, reune el mayor número de fieles de toda la cristiandad, llevando al Señor de los Milagros en su recorrido por las calles limeñas. Gentes de todas las razas y condición social llegan hasta el Cristo de Pachacamilla (por el lugar donde tuvó origén la devoción) para implorar la realización de un milagro o para dar gracias por una petición cumplida.

Por estas mismas fechas, las últimas semanas de octubre y las primeras de noviembre, se realiza en Lima (Plaza de Acho), la fiesta taurina en homenaje al Señor de los Milagros, con la entrega del escapulario de Oro, para el mejor torero de la jornada.

Paradojas humanas, a las que no le encuentro explicación alguna. Un premio avalado por la Iglesia Católica, para una fiesta de sangre.

"La tarde es un ocaso de sangre,

un charco turbio de tiempo,

y sin embargo, no cesa este clamor

que me estremece los huesos,

ni este runruneo estéril

que me aquieta la lengua.

Como me duele tu braveza vencida a la mala

y tus oquedades sangrientas,

tú soledad infinita

y ese rocío salado

mordiendo tú carne.

Hay un algo de hombre

en tú mirada de bestia

y hay mucho de amargo en el hombre.

Torna a tí como el viento

una y otra vez el danzarín hermoso,

viste el cuerpo

de oro y grana,

quiza de plata y añil.

Y su danzar es leve,

cómo puede serlo, me pregunto,

si el corazón está cargado de arena.

Danza el capote ante tus ojos,

cual mariposa sangrienta

plagada de oscuros presagios.

Galopan tus lamentos sin voz

por la plaza arcillosa,

la tarde y tú estan muriendo.

Sol y sombra

sangre y aplausos

arena y muerte

para soslayo del hombre.

Solo una vez

me vestí de muerte

y aborrecí su saya para siempre"

"Desde un punto de vista moral, nada es tan deleznable como la tortura, el dolor atroz infligido de un modo intencional e innecesario. El no ser torturado constituye el único derecho humano al que la declaración de la ONU no reconoce excepciones y el derecho animal que más adhesión suscita. El hacer de la tortura pública de pacíficos rumiantes un espectáculo de la crueldad, autorizado y presidido por la autoridad gubernativa, es una anomalía moral con la que hemos de acabar.

No, el llamado toro bravo no es bravo, no es una fiera agresiva, sino un apacible rumiante, más proclive a la huida que al ataque.

Dos no pelean si uno no quiere, y el toro nunca quiere pelear. Como la corrida de toros es un simulacro de combate y los toros no quieren combatir, el espectáculo taurino resultaría imposible, a no ser por toda la panoplia de torturas (el doble arpón de la divisa, la tremenda garrocha del picador, las banderillas sobre las heridas que manan sangre a borbotones) a las que se somete al pacífico bovino, a fin de irritarlo, lacerarlo, y volverlo loco de dolor, a ver si de una vez se decide a pelear: a pesar de los terribles puyazos que sufren en la corrida, con frecuencia los toros se quedan quietos y "no cumplen" con las expectativas del público. El actual reglamento taurino prevé que se empleen entonces banderillas negras o "de castigo" con arpones todavía más lacerantes para castigar aún más al pobre bovino "culpable" de mansedumbre y de no simular ser el animal feroz que no es"

Fragmento del artículo de : Jesús Mosterín (Abolición de la Tauromaquía)

El Parlamento Europeo finalmente decidió no solicitar la suspensión de las corridas de toros en los paises miembros de la Unión Europea tras analizarse el informe sobre el bienestar y la protección de los animales.

Con 412 votos a favor, 178 en contra y 15 abstenciones, La Eurocámara decidió suprimir la palabra "toros" del párrafo en el que se pedía "a la Comunidad Europea que ponga fin a la lucha de perros, toros y gallos adoptando normas legales, nacionales o comunitarias". (Fuente: BBC Mundo, Jueves 12 de octubre 2006)

10 comentarios:

Dalia dijo...

que dificil ¿verdad? que dificil que por antigua tradición y diversión para tantos no se haya podido detener tal cosa.

Pues allá no es el único sitio, aquí también existe un gran gusto por tales cosas, y en las ferias de Mérida, Maracaibo, y otras más, no faltan las corridas de toro.

¿qué te puedo decir? ¿estoy de acuerdo con ellas? No. Y me cuesta mucho esfuerzo callarme y respetar a quienes si lo hacen. Yo amo a los animales y no puedo soportar ver a ningun animal (violento o no) siendo torturado, maltratado y asesinado.

¿me convierte en hipócrita comer carne? tal vez, pero lamentablemente es una necesidad que tengo y no he podido resolver. Pero no mataría ni asistiría a un evento donde se maltrata un ser vivo, llámase peleas de gallo, corridas de toro, coleo (típico de venezuela, para mi verguenza) y demás.

Lo siento, soy una apasionada del tema. Mis disculpas para los que gusten pero yo no puedo y nunca voy a poder y menos habiendo crecido rodeada de gallinas, perros, gatos, palomas, aves, loros, periquitos y afines.

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

En Argentina han sido prohibidas hace muchos años... pero, clandestinamente he escuchado que hay riñas de gallos, de perros... esto especialmente en el interior del país, donde permanecen cosas así más que nada por tradición... una pena. Una gran pena.
Sólo queda seguir educando, seguir hablando del tema... participando en campañas de entidades que estén a favor de la vida animal, de ese ser que no tiene la voz para defenderse y que es ridiculizado en pos de una risa, o de un placer macabro...
Ya le vendría bien al torero unos lanzasos para saber lo que sufre su "contrincante"...
Ja, acabo de tener un pensamiento poco cristiano... ¿verdad?
Besos Amigas y no te preocupes Dalia, entre la gente de la montaña dudo que haya amantes de hechos sanguinarios... no está en nuestras almas... por eso nos hemos encontrado.
Y gracias Rosa, por darnos el espacio para escribir sobre un tema que sigue siempre vigente.

pon dijo...

Pues en España(cuna del toreo, ole ole), esto es eterno desgraciadamente. Hay tan apasionados defensores como detractores. Lo cierto es que mueve muchísimo dinero, hay corridas casi todo el año por todas partes. Y además los turistas van a mogollón.
A mi una de las cosas que más me pasman es saber que personas sensibles e inteligentes son grandes aficionados, cabría pensar que no fuera así, pero lo es. Desde Lorca a Machado, pasando por gente de mi entorno realmente incapaces de hacer daño a nadie ven las corridas. Nunca lo entenderé, pero con los años he aprendido que somos capaces de las mayores contradicciones.
Y desgraciadamente también, parece que solo son los toros, pero son muchos más los animales masacrados en todo el mundo. La civilizada Francia, que propuso en la Unión Europea la supresión de la sangrante fiesta española(aunque hay plazas en el sur del país y están funcionando) se pirra por las peleas de gallos y no se les ha ocurrido suprimirlas.
En fin, también es verdad que en los mataderos tampoco se cuida de que los animales sacrificados lo sean de forma rápida y lo menos dolorosa posible. Mejor no cuento la visita que hice a uno hace muchos años porque "Viernes13" a su lado es una peli de Walt Disney.
Y de la matanza del cerdo, mejor no hablar.
Vamos, que si comemos carne porque nos gusta, hay que asumir de donde viene, y no pasa nada. Logicamente, no desperdiciar nada por respeto a animal sacrificado.
O comprar solo la necesaria.

Personalmente soy vegetariana por una cuestión de salud y por gusto; compro carne para mi familia(poquita) porque no voy a imponer mis gustos a nadie y cada vez me alegro más de no ingerirla.
De todas maneras los toroa tampoco son unos bichos pacíficos del todo, que tienen un mal genio de narices....y mucho peligro.

Besazos guapas, si podeis buscad los artículos estupendísimos que Manuel Vicent escribe todos los años en "El País" cuando empieza la temporada.

Ana dijo...

No sabes la pena que me da que España sea conocida como la cuna de las corridas de toros.
Es una tradición perversa igual que lo es tirar una cabra de un campanario, lanzar dardos a un toro indefenso o arrancar la cabeza a un gallo suspendido atado a una cuerda.
Me produce repugnancia la idea de matar a un animal y más ver que la gente disfruta con ello.
En cuanto a la Iglesia... que voy a decir de la iglesia ¿Cuantos errores avala diariamente? Siento decirte que avalar una corrida de toros no es el más grave. Si me pongo a enumerar errores de la Iglesia no paro, pero no puedo evitar dar como muestra un botón: millones de dolares para acallar a no se cuántos chicos y hombres ahora, antes niños inocentes vícimas de abusos y violaciones por representantes de Dios en la Tierra.
Enfin, vaya mañana. A ver si ahora toca algo enormemente divertido, romántico o poético chata.

Max dijo...

¿es que ninguno de esos que se llaman amantes de la tauromaquia ha mirado a los ojos a un toro cuando está allí en medio del ruedo, sangrando acorralado? no habrán sido capaces porque sino se les habría revuelto el alma...

Dalia dijo...

Tienes razón mi Pon, en los mataderos mucho menos respetan la vida del animal que sacrifican, y los cerdos son los que más sufren.

Rosa dijo...

A leer a Manuél Vicent, sin duda. Por desgracia los intereses ecónomicos que se mueven detrás de las corridas de toros son poderosos. Sin ir muy lejos, el diario más importante del país "El Comercio", da gran publicidad a estos eventos en sus páginas. Creo que uno de los directores es miembro o amigo de un importante ganadero de toros de lidia. Así que esperar que esta barbarie termine alguna vez, es muy difícil.
Yo he hecho muchas cosas, desde pegar carteles sobre los anuncios de los toreos, hasta encaramarme en los postes para colocar banderolas en contra de las corridas.
Admiro tú temple Pon, yo no hubiera resistido estar en un matadero. Te confieso que solo algo puede desequilibrarme emocionalmente por completo, y esto es el sufrimiento físico de cualquier ser viviente.

pon dijo...

La verdad, siempre ví a mi tío el pastor sacrificar animales para la casa, corderos, conejos, gallinas, incluso ayudaba a la preparación del cuerpo para cocinar o aprovechar los despojos. Y nunca me fue doloroso, quiero decir, es algo que se asume, se mata para comer y punto, y allí en el pueblo se aprovecha todo, se da de comer a los perros, se curte la piel, con los huesos se hace harina; o sea, la muerte en este caso me parece mucho más humanitaria, porque el animal no sufre el estrés ni está asustado, está acostumbrado a que lo manejes y no tiene miedo. Y mi tío siempre dice que aunque haya que matarlos, se hace rápido y bien, o sea sin hacer sufrir. Lo que más me impresionó del matadero fué el miedo de los animales, se podía oler el miedo, saben lo que viene. Ese terror en sus ojos me marcó.
Y el poco cuidado, la despreocupación. Coincidió con una época en la que me limpié de muchas cosas internas y externas a base de vegetales y aquello terminó de decidirme.
Por lo demás, lo que me parece bonito es la estética de la fiesta, los trajes de toreo, la forma del capote, el color del albero. Y el toro es un animal bellísimo. Y ahí se acaba lo que me gusta.

Dalia dijo...

Tienes razón Pon, en el campo nada se pierde, en mi casa que se crian aun unas pocas gallinas (por mi mamá) los animales confían en sus amos y no se les hace sufrir, no se maltratan, se sacrifican de un solo intento y mueren rápido.

un-angel dijo...

...al margen de mi opinión de las corridas de toros, que me parecen espantosas, diré que un amigo del Perú me envió una vez una imagen del Señor de los Milagros, y juro que me la llevaba a los exámenes finales de la carrera y me iba divinamente llevándolo todo cogido por los pelos. Menudos milagros me ha hecho el tío, porque aprobar aquellas barbaridades solo puede ser gracias a intervenciones celestiales, jaja...
Besitos...