27 julio, 2010

Cold Case "Un rayo de sol" (final)



Lilly conducía por la Main, despertó a su compañero sacudiendolo suavemente por el hombro.
- Scotty, ya estamos llegando – lo vio frotarse los ojos y desperezarse un poco. Volvió a fijar la vista en la carretera porque si seguía mirándolo iba a estrellar el coche.
- Conseguí una guía del Concord – le dijo él mientras enderezaba el asiento – felizmente no son muchas las tiendas de comida rápida, en estos lugares rotan constantemente a su personal, espero que este viaje valga la pena.
Se quedaron contemplando el impresionante frente del conocido Mall. Valens consultó su guía.
- Sabes, nunca vengo a estos lugares, compro lo que necesito en el super más cercano a mi departamento. Esto es…, bueno, empecemos por el primer nivel, a la derecha.Visitaron unos seis locales antes de dar con él que estaban buscando.
Los recibio un hombre delgado ocupado en supervisar a los jóvenes que atendían los pedidos de los clientes mientras intentaba prestarles atención. Scotty le mostro una fotografía de Morrison, el tipo hizo una mueca de desprecio.
- Lo que nace torcido no se endereza nunca, así pasen los años. ¿Qué hizo ahora ese demonio?
- Disculpe, pero es un poco difícil hablar aquí, no podría darnos unos minutos – le dijo Lilly mientras esquivaba una bandeja.
- Mira bonita, como ves estoy bastante ocupado, ahora no puedo atenderlos.
A Scotty no le agradaban los modales del hombre, así que avanzó y le dijo unas palabras en voz baja. El supervisor se dio la vuelta y le dio unas instrucciones a uno de los muchachos.
- Acompáñenme por favor.
Los condujo a una pequeña oficina. Un escritorio atestado de papeles, en el centro se destacaba el delgado monitor del computador. Algunas sillas metálicas desperdigadas por el lugar. Cajas amontonadas a un costado y un archivero del otro lado.
- Tomen unas sillas, disculpen, pero no tengo mucho tiempo para poner esto en orden. Qué es lo que quieren saber.
- Ya vimos que reconoció a Jonathan Morrison, quiero que nos hable de él – le dijo Scotty, al que empezaba a incomodarle la forma en que el hombre miraba a Lil.
- Ese es un mal bicho, era menor de edad, pero tenía su permiso de trabajo en regla. Solo duro unos meses aquí, me vi obligado a despedirlo, lo encontré drogándose en uno de los baños – El tipo hablaba pero seguía con la mirada puesta sobre Rush – no sabía que las agentes de homicidios eran tan bonitas.
- Soy yo el que está hablando contigo – le dijo Valens acercándose al hombre.
- Tú también estas muy bueno, pero me gusta más ella – Lilly, tuvo que morderse los labios para no reírse.
- ¿Quieres que le demos una hojeada a los registros?, estoy seguro que muchos de los chicos que estan aquí no cuentan con el permiso de trabajo. Te vas a divertir mucho con las agentes de Protección a Menores. ¿Todavía quieres seguir haciéndote el gracioso?
El tipo levantó las manos como rindiéndose, y sus ojos se quedaron fijos en el rostro de Scotty.
- ¿Recuerdas algo en particular mientras estuvo trabajando aquí?
- Había un tipo de unos veinticuatro años que venía a buscarlo casi siempre. Creo que el chico era su proveedor – Scotty saco una fotografía de Bill y se la mostró – sí, ese mismo era. Me extrañaba la amistad de esos dos, así que una vez los seguí. Los dos estaban sentados dentro de un Mustang azul, se reían como desquiciados, de seguro estaban drogados. Me preguntaba cómo iban a conducir en esas condiciones. Estaba por llamar a la policía, pero después lo pensé mejor, esa gente es muy vengativa y no deseaba meterme en problemas si llegaban a enterarse que yo había hecho la llamada. Luego supe por unos de los chicos que estaba intentando pasar su mercancía entre ellos. Al día siguiente lo eche a la calle.
- ¡Ahora sí encontraste el valor!
- Mire detective, lo que hiciera fuera de mi negocio no me incumbía, pero no iba a permitir que estropeara a los otros muchachos.
- ¿Sucedió algo después que lo despediste?

- Una noche cuando estaba cerrando el negocio. Yo estaba de espaldas, cuando algo impacto contra los cristales haciéndolos pedazos. Era una bomba casera, cogí el extintor y apague el fuego inmediatamente. Corrí a la calle para alcanzar al culpable… un Mustang azul partió a toda prisa. Ese fue el recuerdo que me dejo Morrison. Los daños fueron menores, además el seguro los cubrió.
- ¿Y luego, volvió a intentar algo?
- Nunca más volví a saber de ese hijo de perra.
- Te informo que murió al poco tiempo de marcharse de aquí, por una sobredosis.
- Y bien, no esperará que me eche a llorar.
- De tipos como tú no espero nada.
El hombre le hizo un guiño a Lilly y le mando un beso a Scotty antes de que salieran de la oficina.
- ¿No sé cuál de los dos le gusta más? – le comentó Lilly divertida.
- Es un idiota, pero al menos nos ha dicho algunas cosas importantes.
- Vamos por unas hamburgesas - le dijo Rush.
- Bueno, pero tendremos que comerlas durante el viaje, el camino es largo hasta el Departamento.
- Tú turno compañero – Valens hizo una mueca de fastidio cuando Lil le arrojó las llaves.



- Así que Warner tenía un amor secreto, George es el último ángulo de este extraño cuadrado pasional. La única ganadora aquí es Linda, así que nos quedan Banner y Mary como perdedores – dijo Stillman observando junto con el grupo algunos datos frente al computador.
- Al parecer el hijo de Linda era una mala influencia para Bill, aunque suene absurdo que un menor pueda ejercer tal dominio en un adulto – comento Scotty.
- Bill no era un hombre emocionalmente fuerte. Vivía en un mundo donde todo era perfecto; unos padres que lo querían, una brillante carrera, una bonita novia, amigos que lo apreciaban; cuando se enfrento a la realidad se quebró. Pero, ¿qué fue lo que convirtió ese paraíso en un infierno? – Lilly estaba apoyada sobre el respaldo de la silla de Jeffries.
- Todos coinciden que ese infierno comenzó con Linda – Scotty tenía el ceño fruncido.
- Tenemos que indagar más sobre ese chico Jhonatan Morrison, ahora se ha convertido en una pieza importante, es necesario volver a conversar con su madre. Scotty…
- Teniente, ¿podría encomendar a otro esa entrevista?, por favor – Valens se había alejado unos pasos, tenía la barbilla inclinada sobre el pecho.
- Will y Lilly, vayan con Linda Morrison, investiguen todo lo que puedan sobre las amistades que tenía Jhonatan. Scotty quiero que hablemos, pero eso tendrá que esperar un poco, ahora necesito que vuelvas a conversar con George Banner.



Scotty tomo su saco para salir, pero Lilly lo detuvo y lo condujo a un lado de la oficina.
- Pensé que ya habías superado eso.
- No quiero volver a ver a esa mujer, lo siento Lil.
- No me digas que lo sientes, debes aprender a manejar tus emociones. Me asusta verte así, no quiero que nada te ocurra. El teniente parecía algo enojado.
- Yo le explicaré las cosas, estoy bien.
-¡Estas bien!, todo el tiempo me dices lo mismo, pero no es cierto, sabes bien que no es cierto.
Valens no dijo nada más, solo la atrajo con cierta brusquedad y la mantuvo entre sus brazos, luego la beso de esa manera ruda y tierna; de esa manera que a ella le hacía perder la cabeza, porque nadie antes la había besado de aquella forma. Cuando él la tenía abrazada, ella no deseaba moverse a ningún lado, quería quedarse atada a su cuerpo.
- Es mejor que volvamos con el resto Lil, Will debe estar buscándote.
- Sí, es mejor – le dijo ella separándose a su pesar de su compañero.
Valens estaba conduciendo de nuevo por Spring Garden, rumbo a la casa de Banner. Todo aquellos interrogatorios le parecían inútiles, el ya tenía su culpable desde el principio. Pero no tenía pruebas, nada que acusará directamente a Linda, estaba estancado como la policía de Delaware hace 18 años.
Esta vez George estaba más tranquilo, no tenía asuntos importantes que atender durante el día, cosas de rutina que cualquiera de sus asistentes podía resolver. Así que recibió con gentileza al detective.
- No me extraña verlo por aquí, me imaginaba que tendrían más preguntas que hacerme. Se le ofrece algo detective Valens, tengo un café excelente, un amigo me lo trae directamente de Colombia.
Su apellido no es inglés, sus rasgos tampoco, ¿de dónde es usted?
- Mitad cubano, mitad portorriqueño, y gracias pero no se me antoja café en este momento – Banner no le quitaba los ojos de encima.



- Ha tenido usted suerte, me encuentro en uno de esos escasos días en que puedo disponer libremente de de mi tiempo. Siéntese por favor, es difícil mantener una conversación así.
Valens busco un asiento cercano a George. Y saco su libreta del bolsillo.
- ¿Qué más necesitan saber de Bill?
- No es para hablar de él precisamente que estoy aquí. ¿Qué me puede decir de Linda?
- Nunca hable con ella, solo la vi un par de veces con Bill, y sé de ella por lo que el mismo y Mary me contaban.
Scotty saco una fotografía de Jonathan y se la mostró.
- ¿Alguna vez vio a este muchacho con su amigo?
- Sí, varias veces cuando venía a visitarme traía a ese chico consigo, me dijo que era el hijo de Linda. Era un muchacho desagradable, además parecía que siempre estaba drogado; tenía los ojos inyectados y se comportaba de manera extraña. Termine por decirle a Bill que no deseaba verlo en mi casa, que si deseaba visitarme viniera solo o dejara al chico en el auto. Recuerdo que se molesto mucho y me dijo que si no me agradaba su amigo él tampoco vendría más. Me extrañaba esa “amistad”; no era nada sexual, eso lo sé muy bien, pero era claro que existía una fuerte relación entre ellos.
Banner se puso de pie y se dirigio por un pasillo hasta una puerta corrediza, Valens imagino que se trataba de la cocina, al poco rato escucho al otro hablarle alzando un poco la voz.
- ¿De veras no quiere un café detective?
- Está bien, traiga el café.
No tardó en regresar y le extendió una taza, al hacerlo rozo deliberadamente la mano del otro. Valens clavo sus ojos oscuros en los del otro a manera de advertencia.
- Hábleme de Mary, cómo se llevaba con ella.
- Mary, la angelical Mary Morstan. Solo yo la conocía bien, conmigo se mostraba como realmente era.
- ¿Qué quiere decir?
- A mi Linda no me simpatizaba en absoluto, pero Mary se encargaba de poner a todos en contra de ella. Manipulaba por completo a la señora Warner, creo que hasta inventaba cosas para envenenarla. Iba a la Compaq a sembrar chismes entre los amigos de Bill, alguna vez quiso utilizarme para sus intrigas, pero yo me negué. Fue a sugerencia de ella que Sara Warner empezó a poner los volantes en el vecindario de Linda, no era por ayudar en la búsqueda de Bill, lo hacía para que “la gente no olvidara quién era Linda Morrison”, es decir la principal sospechosa de la desaparición de mi amigo. Hizo bien su trabajo, los vecinos casi no le hablaban, perdió el empleo, tuvo que vender el BMW que tenía y al que apreciaba bastante. Era la misma Mary la que me contaba todo esto, debía haber visto el brillo de alegría que tenían sus ojos. Estaba empeñada en destruir a esa mujer; llegue a sentir lástima por ella, peor aún cuando me enteré que su hijo había muerto por una sobredosis.
- Sin embargo, usted compartía la opinión de todos de que era Morris la culpable del comportamiento de Bill.
- En un principio si, pero en estos días he analizado mejor los hechos. Pienso que era ese hijo suyo quien estaba destruyendolo.
- No era ya algo mayor para que un jovencito lo manipulase.
- Estoy casi seguro que fue por las drogas. Bill nunca antes había probado ninguna de esas cosas, ni siquiera bebía.
- Pero solo alguien que no se encuentra emocionalmente estable puede dejarse atrapar por las drogas hasta ese punto. Por lo que he oído la vida de Bill era casi perfecta, qué fue lo que lo desequilibro hasta el punto de que iba a ser despedido del trabajo, después de haber sido el “empleado estrella”.
- Él era una persona muy inflexible con respecto a sus normas de vida; si alguien faltaba a ellas, ya no volvía a recuperar su amistad. Igual de duro era consigo mismo. Tal vez en el fondo no se perdonaba por haber dejado a Mary, sé que ella le escribió una carta después que rompieron, él jamás me la mostró; pero conociendola, debió haberle escrito cosas terribles. Lo note bastante deprimido después de que la leyera.
- Quizá lo que supo de sus sentimientos con respecto a él tampoco ayudo mucho.
Banner se puso de pie frente a Scotty, este se levantó de inmediato alerta a cualquier reacción. Pero George solo se quedo mirándolo en silencio, como si estuviera estudiándolo, su mano avanzo hasta dejarla descansar en uno se sus brazos; Valens no se movió en absoluto, se quedo mirando fijamente esos ojos azules que le recordaban a los de Lilly.
- Si usted amara a alguien, ¿haría algo en contra de esa persona? Yo amaba a Bill, no soportaba que se sintiera mal por algo que no pudo ser.
- No, no sería capaz – murmuro Scotty, sin poder retroceder, como si la voluntad lo hubiera abandonado.
- Tampoco yo Scotty.
Al detective no le sorprendió que lo llamará por su primer nombre, dejo que la mano del otro acariciara su brazo, luego fue el propio Banner el que se alejo de su lado. Valens, sintió como si despertará de un sueño, como si unos segundos de su vida hubieran escapado a su control. Pudo sentir como la sangre se le subía al rostro.
- Ya tengo la información que necesitaba, gracias por su tiempo.
- Gracias a usted Scotty, hacía muchos años que tenía esto guardado, ha sido bueno sacarlo a la luz finalmente.
- Ha sido de gran ayuda.
Banner le extendió la mano y el detective la tomo en la suya.
Durante el viaje de retorno seguía pensando en Banner, nunca antes había experimentado algo parecido. Tal vez eran sus ojos azules, grandes, dulces como los de Lil, se volvió a sonrojar al pensar como aquel hombre lo había acariciado y el no había podido resistirse. Nunca le contaría aquello a Rush, en realidad nunca se lo contaría a nadie.



Jeffries y Lilly iban camino a Rose Valley. Durante todo el trayecto ella había estado en silencio sumida en sus pensamientos. Estaba preocupada por Scotty, qué iría a decirle el teniente, por qué razón era siempre tan vehemente. Ya había perdido la cuenta las veces en que había tenido que frenarlo ella misma o cualquiera de sus compañeros. Cómo estaría actuando ahora con Banner.
- ¿No has dicho una sola palabra, qué sucede Lilly?
- Pienso en lo extraño de este caso, había oído de triángulos amorosos, ¿pero cuadrados?, eso sí que se sale de lo común.
- Sí, demasiada gente involucrada con una sola persona. Pero no creo que sea en eso en lo que estabas pensando realmente. Lil, te conozco desde que llegaste al departamento por primera vez.
- Pensaba en...
- Scotty, ¿no es cierto? Crees que no me he dado cuenta en cómo se miran cuando piensan que nadie los ve. ¿Tienes algo con él, y no me mientas?
- Me importa mucho Will.
Lilly abrió los ojos sorprendida cuando escucho a su compañero reírse de buena gana, mientras le daba unas palmadas en la espalda.
- ¡Hasta que por fin!, ya nos preguntábamos todos cuándo iban a darse cuenta de que estaban enamorados. Aunque no nos faltaban ganas de darles una ayuda preferimos no intervenir. Hicimos la promesa de no hacerlo. ¡Rush, hasta un ciego podía ver lo que sucedía entre ustedes!, salvo ustedes mismos, claro.
- ¿Todos lo sabían? – Las mejillas de Lilly de normal tan pálidas habían enrojecido notablemente - ¿Hasta el teniente?
- El fue el primero en notarlo. Simpatizaron desde que se conocieron, ambos pasaron por muchas relaciones, pero siempre volvían el uno al otro. Me alegro tanto por ambos, son el complemento exacto del uno para el otro, Son como éramos yo… - la sonrisa se borro por unos instantes de sus labios, pero luego volvió a aparecer, solo que ahora sus ojos tenían un tinte de nostalgia - Mary, era mi freno, yo era impulsivo como Scotty, pero ella siempre me mantenía a raya, ella lograba conmigo lo que nadie más podía lograr. No pierdas esta oportunidad de ser feliz Lilly, a menudo toca una sola vez a la puerta.
- No lo dejaré ir Will.
- ¿Y para cuándo es la boda? Tiene que ser todo un acontecimiento.
- Aún no hemos hablado de ninguna boda.
- ¡Pero que feliz estoy!, después de mucho tiempo.
Lilly sonría mirando a su compañero, ella también era muy feliz, pero de pronto volvió a recordar por qué se sentía tan preocupada hace un rato.
- Scotty está muy sensible con este caso. Will lo he visto llorar, nunca lo había visto tan afectado. Me preocupa lo que vaya a decirle el teniente.
- Hablará con él. Quiere saber por qué razón está así, no tienes que preocuparte, Jhon lo aprecia mucho más de lo que crees.
- ¡Es aquí! – a Rush le molestaba tener que interrumpir su conversación, pero tenían que trabajar. A ella tampoco le agradaba volver a ver a Linda Morrison, sin embargo, recordaba bien lo que Stillman le había dicho a Scotty: “No juzgues de antemano” 
La mujer que les abrió la puerta, no era la misma que los recibiera antes a Valens y a ella; se le notaba deprimida y fatigada.
- Pensé que no tendría que vivir esto de nuevo, pero veo que me equivoque – la mujer les señalo una de las paredes laterales del exterior de la casa, con grandes letras rojas estaba escrita la palabra ASESINA – la encontré hoy en la mañana cuando salía a comprar algunas cosas.
Will se había acercado y examinaba cuidadosamente la escritura.
- Es del tipo de pintura que utilizan los que dibujan murales, fue escrita con prisa, fíjate Lil en los manchones en algunas letras, es como si no pudiera concentrarse completamente en lo que hacía.
- Seguramente miraban a los lados cuidando de no ser visto, no me extrañaría que se hubiera manchado las ropas mientras lo hacía – sugirió Rush, mientras se acercaba a su compañero – Linda, creí entender que esto ya le había pasado antes.
- Sí, lo hacían seguido, después de lo de Bill. Recuerdo que Jhonatan me ayudaba a borrarlas, pero al poco tiempo aparecían de nuevo.
- ¿Me imagino que a Jonathan le molestaba ese acoso contra usted? – le dijo Lilly.
La mujer se retorció las manos incómoda, su mirada se clavo en uno de los árboles que se levantaban frente a su casa.
- Hable Linda.
- Él dijo que si encontraba al que escribía aquello lo mataría.
- ¿Por qué asesina?, nunca se comprobó la muerte de Morris. Hasta hoy figura como desaparecido - murmuro Lilly hablando más para sí misma.
- Es mejor que entremos a la casa, los curiosos siempre están al acecho – Jeffries señalo una de las ventanas de una casa frente a la de Morris, una cortina se cerró rápidamente.
La casa estaba algo desordenada. La mujer se dejo caer sobre uno de los sillones, mientras les hacía un gesto con la mano para que tomaran asiento.
- Linda, háblenos de su hijo, ¿tenía amigos, salía con alguna chica?
- No puedo llamar amigos a quienes lo metieron en las drogas. Su padre nos abandonó cuando tenía ocho años, desde entonces se volvió un niño callado y resentido. Yo no fui una buena madre tampoco. Habíamos llevado una vida cómoda hasta entonces, ahora teníamos que conformarnos con la pensión que Arthur estaba obligado a entregarme y con lo que ganaba en el trabajo. Me permitió conservar el auto. Jonathan fue presa fácil para eso malditos… pero a pesar de todo sé que él me quería, algunas noches, cuando pensaba que dormía, se acercaba, me daba un beso en la mejilla y me acariciaba el cabello. Quise inscribirlo en un programa para desintoxicarlo, pero siempre se negó. Luego conocí a Bill, lo quise mucho, pero mis sentimientos hacía él fueron cambiando
– Jeffries guardaba silencio, estaba seguro que Morris podría hablar más libremente si él no intervenía – Jonathan empezó a intimar con Bill, iban juntos a todos lados. Me di cuenta que mi propio hijo lo estaba arrastrando a su infierno. Hice todo lo que pude para detenerlos, pero era demasiado tarde. Ya era bastante lidiar con Jonathan, para tener que hacerlo también con quien debía ser mi apoyo. Elliot era un compañero de trabajo que hacía mucho tiempo buscaba tener una relación conmigo, lo acepte solo para alejar a Bill de mi lado.
- ¿Por qué no nos contó antes todo esto?
- La pesadilla aún no había vuelto, y su otro compañero parecía detestarme.
- Linda, haremos un reporte, la policía vendrá a revisar esa inscripción.
- No lo haga por favor, no quiero más policías por aquí.
- ¡Es necesario!, quizá al fin encuentre la paz que siempre ha buscado.



- Reúnan todos los datos nuevos que hayan conseguido sobre el caso. Scotty, acompáñame a la oficina.
Valens se le quedo mirando, dejo a un lado el file que tenía en las manos y siguió a Stillman.
- Necesito saber qué esta ocurriendo contigo Scotty, ese comportamiento tuyo de ayer. No puedes cerrar un caso hasta tener todas las evidencias en tus manos. ¿Quién piensas que eres para condenar a alguien?, ten cuidado porque puedes equivocarte y hay errores que nunca se pueden arreglar.
- Lo he aprendido bien teniente, es algo con lo que tendré que vivir.
- Con respecto a ese otro asunto, comprendo tus motivaciones, pero aquel hombre ya había recibido su castigo.
Los ojos de Valens brillaban, se llevo las manos a las sienes y las movió alrededor de ellas, como para calmar sus pensamientos.
- No te he traído aquí para torturarte, espero que hayas aprendido la lección Scotty, los de Asuntos Internos siempre están tras de ti, no hace falta que te lo diga. Tal vez en algún momento yo no pueda hacer nada. Eres un policía excelente, pero si no aprendes a dominarte lo echaras todo a perder.
El teniente lo veía tan abatido que se acerco y le puso una de sus manos cariñosamente sobre un hombro.
- ¡Felicidades por lo de Lilly! – el otro lo miro asombrado – acaso piensas que pueden ocultarlo, todo el resto ya lo sabe. Te llevas lo mejor de este Departamento, cuídala mucho, parece fuerte y autosuficiente, pero en el fondo es muy frágil.
- Lo sé teniente, después de lo de Elisa pensé que todo había terminado para mi. Mire a todos lados, excepto frente a mis propios ojos.
- No te sientas mal por eso porque ella hizo otro tanto. Ahora vamos con el resto, no olvides nada de lo que se ha dicho aquí.
Scotty movió negativamente la cabeza y acepto la mano que Stillman le extendía. Su contacto fuerte y cálido le decía más de lo que cualquier palabra podría decirle.
Lilly agachó la cabeza fingiendo que buscaba unos papeles, tenía sus ojos claros clavados en la puerta del despacho de su jefe. Pero cuando los vio salir sonrientes, pudo respirar aliviada.
- Así que nuestra blanca paloma no era tan blanca después de todo – dijo Nick revisando las notas de Jeffries.
- Banner dijo que era ella la que instigaba a Sara en contra de Linda; no solo a ella sino a la gente donde trabajaba Bill. Al parecer tampoco era ella la culpable de su cambio – Scotty había tomado la palabra – era Jonathan quien se había encargado de ello.
- Es lo mismo que nos dijo Linda a Will y a mi cuando hablamos con ella esta mañana. Parece que algún fantasma ha regresado del pasado para atormentarla de nuevo, nos mostró unas pintas que habían hecho en una de las paredes de su casa. Con grandes letras rojas, estaba escrita la palabra ASESINA… ¿extraño, no es cierto? Pero por qué asesina, parece que quién sea que escribía esa palabra sabe más que nosotros, ¡sabe que Bill esta muerto!, podía haber escrito: pervertida, drogadicta, zorra… y sin embargo eligió está. Creo que su odio era tanto que dio un paso en falso.
Scotty se levanto repentinamente, tomo su abrigo y salio casi corriendo.
- ¿Y ahora qué le sucede?
- No te preocupes Nick, lo que haya ido a hacer es lo correcto – le dijo Stillman sonriendo.
Regresó después de casi media hora, llevaba en la mano un papel.
- Es una orden de registro para la casa de Sara Warner.
- ¿Y qué vamos a buscar a la casa de esa señora? – le pregunto Will.
- Concretamente en la habitación de Bill. Lo que vamos a buscar es una carta, Banner me hablo de ella. Esa es la última pluma que queda de las alas de Mary Morstan. Espero que Warner la haya conservado. Aunque hay cosas de las deseamos deshacernos en algún momento.
Scotty recordaba como había dejado sobre las aguas del río Delawere la carta de despedida que Elisa le había escrito, era una forma de dar la vuelta y seguir con su vida.
- Yo voy contigo – Stillman se adelanto a todos los demás - mantengan discretamente vigilada a Mary.
Ambos hombres salieron rápidamente del Departamento, Scotty conducía.
- Banner me comentó que en esa carta debía decirle cosas desagradables a Bill, él nunca la leyó, pero supone que fue así porque después de eso noto a su amigo bastante mal.
- Será como buscar una aguja en un pajar. Es probable que ella misma la haya destruido ya.
- Ha vendido tan bien su imagen de buena persona, que hasta ella misma ha llegado a creérselo, estoy seguro que debe haberla olvidado. Creo que no será tan difícil hallarla.
Llegaron a la casa y ambos cruzaron corriendo el espacio que los separaba de la puerta, Scotty había logrado contagiar su ansiedad a John. Golpearon la puerta, al cabo de unos minutos una mujer de mediana edad les abrió. Sus ojos oscuros los miraraban asombrada.
- No se asuste señora, somos policías – le mostraron sus placas y la orden de registro – ahora dígame, ¿sabe cuál era la habitación de Bill?, es urgente… ¿lo sabe?
- Sí, si, la señora Morstan siempre me pide que la mantenga ordenada, dice que él puede regresar algún día. Es arriba, la segunda puerta de la izquierda.
Valens llevaba la delantera, se puso en medio de la habitación, cerró los ojos unos instantes, estaba tratando de recordarse a sí mismo; dónde guardo por meses la carta de Elisa hasta que finalmente la dejo ir.
- Teniente, busque entre esos libros, yo miraré dentro del armario.
Arriba, en el compartimento más alto del guardarropa, dentro de una caja de metal habían varios papeles; entre ellos una carta escrita con letra menuda, la componían tres páginas, Scotty había empezado a repasarla, jamás había leído cosas tan terribles, aquellas palabras podían matar. La palidez de su rostro alerto a Stillman que se acerco de inmediato a él. Valens le extendió los papeles.
- Tenga teniente, no puedo seguir leyendo esto.
A las primeras líneas, el teniente tomo su móvil y ordeno a Lilly y Will que fueran al hospital y arrestaran a Linda Morstan, bajo el cargo de homicidio.



- Queda usted detenida por el cargo de homicidio en contra de William Warner, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado en su contra en la Corte. Si no puede pagar un abogado, el estado le asignará uno – 
le decía Will mientras ponía las esposas alrededor de las muñecas de Morstan.

Mary opuso resistencia a su arresto, el personal del hospital tomo partido a su favor, fue necesario que Rush pidiera refuerzos al Departamento, porque los dos oficiales que habían llevado con ellos no eran suficientes para detener la revuelta que se había armado. Finalmente pudieron sacarla custodiada por una docena de policías mientras tenían que soportar a su paso una serie de insultos y algunos empujones.
- Vaya que es usted popular doctora Morstan, engaño a todos, pero sus días de gloria están por terminar - le dijo Lilly mientras observaba el tumulto que se empeñaba en ir tras el auto y las patrullas que lo escoltaban.
- Todo esto es un absurdo, no tienen ninguna prueba en contra mía, usted sabe que no puede existir asesinato sin un cuerpo. ¿Dónde está Bill, lo sabe detective?, ¿por qué tendría que estar muerto?
- Ya le dije sus derechos doctora Morstan, será mejor que guarde silencio – le enfatizo Jeffries.
Mientras la ingresaban a la sala de interrogatorios, Scotty y Lilly la observaban sin poder creer el giro que habían tomado los hechos.
- El caso estaba cerrado, ella estaba libre de cualquier sospecha, ¿qué la motivo a reabrirlo?
- Odiaba tanto a Mary Morstan, que todos estos años estuvo buscando la manera de incriminarla. Pensó que está vez sí lo lograría, pero como algunos jugadores, no supo cuál era el momento justo para retirarse, hizo su última apuesta y lo perdió todo.



- Mary, hace un rato me pregunto por qué pensábamos que Bill estaba muerto, fue porque usted misma lo confeso. Esa última piedra que arrojo sobre Linda, se ha vuelto en su contra. Hay un grupo de investigadores en su casa, solo estoy esperando una llamada – como si hubiera invocado está, su celular timbró, se volvió hacía la ventana para concentrarse en lo que escuchaba. Al volverse hacía la doctora su mirada era fría y dura – Encontraron un frasco de pintura en aerosol roja dentro de su garaje, además de una blusa manchada con la misma en el canasto de la ropa sucia. Ahora están llevando la evidencia para compararla con la que se encontró en la pared de la casa de Linda. Estaba tan segura que nadie la acusaría, que ni siquiera se molestó en hacerlas desaparecer.
La dulzura que habitualmente reflejaba el rostro de la mujer se transformo en un gesto de rabia e impotencia, la observaban retorcerse las manos que apoyaba sobre el regazo.
- Cualquiera que interroguen atestiguara a mi favor, es una pintura común, hasta usted podría tenerla. Yo retocaba uno de los bordes del armario de la cocina, debo haberme distraído, por eso manche la ropa.
- ¿Suele usar blusas de Versace para pintar las gavetas de la cocina?–  le comento Lilly con sarcasmo.
- Usted dice que todos atestiguaran a su favor, sé al menos de alguien que no lo hará – le dijo Scotty colocando una de las sillas al costado de la mujer. Se acerco hasta casi rozar los labios en su oído – ¿recuerda a George Banner?
Aquel nombre pareció ejercer el efecto de un toque eléctrico, la mujer dio un respingo y se alejo del detective. Se le quedo mirando, como si tratara de reunir en sus ojos todo el odio que era capaz de sentir. Pero Valens aguanto su mirada sin retroceder.
- Veo que si lo recuerda, él nos ha contado todo el daño que le ha causado a Linda Morrison; como ponía a Sara en su contra, sus visitas a la compañía para envenenar a los compañeros de Bill, su idea de los volantes en Rose Valley.
- Y finalmente está carta Mary, seguro recuerda lo enojada que debía estar cuando la escribió, dice cosas terribles – Lilly le acerco el archivo que tenía en sus manos – los ojos de la mujer se abrieron inmensos – ya veo que la había olvidado por completo, quizá pensó que Bill la había destruido, pero todo este tiempo estuvo en su habitación… que ironía ¿verdad? – en ella le dice que va a hacerlo pedazos poco a poco.
Finalmente la mujer pareció despertar de su aturdimiento, hizo un gesto para arrancar el file de las manos de Lilly, pero Valens la obligo a sentarse de nuevo.
- ¡George!, fue él quien les hablo de todo esto. Ese maldito pervertido.
- Sin embargo, Banner era “su confidente”. Debe saber que hay verdades que no pueden callarse para siempre Mary. Usted sabe qué sucedió con Bill aquella noche – le dijo Valens, alejándose un poco de ella.
La mujer dudo unos instantes, pero luego, se arreglo el cabello, puso orden en sus ropas algo estrujadas por el forcejeo y levanto la mirada, no había en ella asomo de arrepentimiento ni dolor alguno; parecía más bien que se estaba preparando para dar una conferencia.
- Bill fue a buscarme, me contó lo que había sucedido con Linda. Pensé que la noticia iba a alegrarme, podría tenerlo de nuevo a mi lado, pero todo lo que sentí fue un inmenso asco. No deseaba que me tocara, me enfurecía verle lloriqueando por aquella mujer. Ver en lo que se había convertido, un infeliz adicto. Le dije que fuéramos a dar una vuelta, él quiso ir con el auto, pero yo le dije que sería mejor que camináramos; habíamos llegado cerca de un pozo abandonado. Era muy profundo, recuerdo que de chiquillos solíamos arrojar piedras y nos quedábamos en silencio hasta escucharla golpear el agua. Estábamos apoyados sobre el pozo, Bill estaba distraído, entonces saque un pequeño cuchillo que tenía escondido y se lo hundí en la garganta, el ataque fue tan repentino que ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. Sabía dónde dar el golpe exacto, fue difícil levantarlo para arrojarlo dentro del pozo, pero finalmente pude hacerlo. Hice todo lo posible para que culparan a Linda del crimen, pero salio absuelta por falta de pruebas, entonces dedique el resto de mi vida a hacerle pagar lo que me había hecho. Una noche su hijo me sorprendió haciendo una de las pintas y se acerco enfurecido, pero yo sabía cómo manejarlo. Le dije que me perdonará que nunca más volvería a molestar a su madre y le ofrecí algo como muestra de que realmente quería estar en paz con él – Toma Jonathan, es heroína de la mejor, la conseguí en el hospital – el chico no dudo en tomar la jeringa de mis manos. Era ya todo un experto en ello y se la aplico de inmediato.
- Usted le dio una sobredosis de heroína al muchacho… – las palabras le salían a Lilly atropelladas, apenas podía creer lo que escuchaba, pero sobretodo la aterraba escuchar la forma tan fría y precisa como Morstan narraba los hechos – que firme su confesión y la saquen de aquí Scotty, me siento enferma.
La mujer se levanto repentinamente con un pequeño cuchillo en las manos arrojandose sobre Valens, este no logro esquivarla. La sangre empezo a manar tiñendo de rojo su camisa.
- ¡Scotty! – Grito aterrada – ¡Suelte ese cuchillo, suelte ese cuchillo! – Lilly había sacado su celular – necesito ayuda, estamos en la sala de interrogatorios. ¡Llamen una ambulancia Scotty esta herido!
- No se preocupe no haré nada más ¡ojo por ojo detective!, usted me quita la felicidad y yo le arrebato la suya. Estamos a mano.
De inmediato acudieron a su llamado el resto de sus compañeros. Lilly había cogido su bufanda y ejercía presión sobre la herida. Stillman y Vera también se habían arrodillado a su lado. Will y Kat observaban angustiados a Scotty.
- No me voy a morir Lil, no ahora – alcanzó a murmurar Valens antes de perder la conciencia.
Los paramédicos trabajaban estabilizando los signos vitales del detective, luego lo colocaron en una camilla y lo subieron a la ambulancia. Rush subió con ellos.
- Nos vemos en el hospital teniente.
- Allí estaremos Lil – le dijo Stillman mientras se alejaba a buscar su auto.
Todos aguardaban impacientes en el pasillo del Pennsylvania noticias sobre el estado de su compañero. Lilly se había apartado del grupo, estaba sentada en uno de los sillones cerca de la Sala de Cuidados Intensivos. En sus ojos azules se observaba una angustia intensa, se sentía incapaz de moverse o hablar, solo podía respirar, aún esto por momentos se le hacía difícil. No podía ni siquiera pensar qué ocurriría si Scotty muriera.
- Lil, él va a estar bien. Es joven y fuerte, además tiene un gran motivo para vivir, y ello cuenta mucho.
- Teniente cómo no pudimos darnos cuenta que aquel monstruo llevaba un cuchillo… no puedo entenderlo, ¡no puedo! – Rush estaba a punto de perder el precario hilo que la mantenía atada a su fuerte personalidad, entonces se desmoronaría y ya no sabría cómo reconstruirse.
- No trates de ser fiel a lo que piensas que siempre debes ser. Llora si lo necesitas.
Lilly se volvió hacía Stillman y comenzó a sollozar, eran como si todas las penas acumuladas durante su vida se hubieran desatado hasta casi hacerle estallar el corazón. El teniente la sostenía entre sus brazos y cerró los ojos, dos surcos plateados se deslizaron por sus mejillas.
- Teniente, sus padres y su hermano…
- Ya les avisamos, mande una patrulla ha buscarlos, ya deben estar por llegar.
Después de unas interminables horas salió un médico joven de cabellos claros y mirada serena.
- Pueden estar tranquilos, sobrevivirá, la herida fue profunda y perdió mucha sangre; afortunadamente la hoja se desvío antes de tocar el corazón. En unos días podrá ser dado de alta. Aún no pueden verlo, pasara todavía un tiempo aquí.
- Permítame verlo solo unos instantes, por favor doctor.
- Sea muy breve, póngase el equipo que le darán en la puerta de ingreso.
Estaba tan pálido y su respiración era tan débil que casi dudaba que estuviera con vida. Un parche le cubría el extremo izquierdo del pecho. Que cerca había estado esa mujer de arrebatárselo, pensó, mientras sus enrojecidos ojos no paraban de observarlo. Se acerco y suavemente toco una de sus mejillas.
- Estoy aquí Scotty… te amo tanto.
- Detective, debe salir ya – le dijo el médico.
Ella tomo su mano y sintió que los dedos de él hacían una suave presión sobre los suyos, tan suave que solo ella hubiera podido percibirla.
- Te espero afuera Scotty, hay mucho trabajo por hacer.
La noche había caído ya cuando vieron que Valens era trasladado a una habitación. Llevaba una vía de suero conectada en un brazo, su rostro estaba atravesado por la delgada cánula para la transmisión de oxígeno. Cuando los enfermeros lo dejaron instalado, abandonaron la habitación. Al momento llego el médico que había hablado con Lilly.
- Por el momento está evolucionando bastante bien, aun esta sedado. Pueden visitarlo, pero no debe haber más de dos personas en la habitación.
Cuando llegaron sus familiares, la madre de Scotty busco instintivamente a Lilly, como si supiera que solo ella sentía un dolor como el suyo. La abrazo con fuerza y Rush se sintió aliviada en los brazos de Rosa Valens, esta le tomo el rostro y arreglo unos mechones que tenía sobre la frente. Sus ojos oscuros la miraban con ternura.
- Él te ama tanto.
- Y yo a él señora Valens. Será mejor que usted y su esposo pasen a verlo, luego podrá entrar Mike. Solo pueden permanecer dos personas por vez, el resto de mis compañeros también quieren ver cómo esta antes de marcharse.
Lilly estaba adormecida sobre uno de los sillones de la habitación de Scotty, aquella era la segunda noche que se quedaba a su lado. Un quejido la desperto repentinamente.
- ¿Lil, hace cuánto que estas ahí?
- Desde las nueve más o menos, vine a reemplazar a tu madre.
- ¿Ella ha estado todo el tiempo aquí?
- Sí, y tu padre, y Mike y todo el resto.
- ¿Cuándo me darán de alta?
- No lo sé bien, tal vez en un par de días – el rostro de Scotty se ensombrecio.
- ¿Te sientes mal, quieres que llame al médico?
- Mi promesa, Lil, no he olvidado mi promesa. ¿Cómo está la madre de Bill? – la vio desviar la mirada y dirigirse a la puerta de salida
- Voy a traerme un café, sino no podré seguir hablando.
- No puedes mentirme, ¿dime qué pasa?
Lilly camino hasta la ventana de la habitación que daba a la calle, allí se quedo unos instantes. No estaba segura de si sería correcto decirle la verdad, conocía el carácter arrebatado de Valens. Se froto los brazos con fuerza, de pronto sintio como si la habitación estuviera muy fría.
- Ella está en coma inducido; tuvieron que hacerlo porque el dolor era insoportable.
- ¿Hallarón el cuerpo de Bill en el pozo?
- Lo que quedaba de él. Lo sepultarón ayer, estuvieron sus familiares, sus amigos de la Compaq y George.
- ¿Cómo podría faltar George?, lo amaba tanto. Lil, no queda mucho tiempo, debo ver a Sara.
- ¡Eso es imposible!, apenas te estas recuperando.
- Ya no siento casi dolor, la herida esta cicatrizando, si me muevo con cuidado no pasara nada. No dejaré morir a Sara sin llevarle noticias de su hijo.
Lilly sabía que aquella era una batalla perdida, se acerco a él y le beso suavemente en los labios. Tomo su mano que descansaba sobre la cama y la tomo entre las suyas.
- Mañana es otro día, ya veremos qué podemos hacer. Si el médico dice que no hay peligro yo misma te llevaré con ella, ¿de acuerdo?
- Nada va a ocurrirme.

A la mañana siguiente, Rush y Stillman estaban conversando con el médico que estaba a cargo de Scotty sobre la posibilidad de que saliera unas horas del hospital.
- De ningún modo daré mi autorización para que el paciente sea trasladado a ningún lugar. Si bien se está recuperando rápidamente, esto podría significar un retroceso. Detectives él está bajo mi responsabilidad ahora.
- Esto es importante para él, si no cedemos por las buenas lo hará por las malas, díganos que tan peligroso es su traslado – le dijo Lilly algo exasperada.
- No compromete su vida directamente, pero como le dije antes pondría en riesgo la forma positiva en que ha venido recuperándose.
- Lo llevaremos entonces – sentenció Lilly
- No podrán hacerlo sin mi autorización.
- Venga con nosotros para supervisarlo – le sugirió Stillman.
- Si pudieran decirme por qué razón es tan importante que el paciente vaya al Jefferson,
- Es en relación al caso que hemos cerrado, la madre de la víctima ha vivido por 18 años aguardando noticias de su hijo desaparecido. Ella agoniza ahora, en una conversación que tuvimos con ella Scotty le prometió que le llevaría noticias de él – Lilly trataba de ser lo más concisa posible.
- Pero no puede cualquiera de ustedes hablar con ella.
- Fue el detective Valens quien hizo la promesa – la voz de Stillman sonaba solemne.
El médico, tenía los ojos fijos en unos archivos que tenía sobre el escritorio. Sin duda estaba evaluando los riesgos de permitir que su paciente abandonara el hospital; era conciente de que si algo ocurría él sería el único responsable.
- Lo llevaremos en una ambulancia, solo podrá estar unos minutos, detectives, me estoy jugando mucho en esto.
- Scotty está dispuesto a firmar una declaración donde lo releva a usted de cualquier responsabilidad – le hizo saber Lilly, con algo más de tranquilidad al notar que el médico empezaba a ceder.
- Eso no me ayudará mucho si me veo enfrentado a una Junta Disciplinaría, pero dados los hechos… ¡Esta bien detectives!, dispondré todo para que pueda ser llevado al Jefferson. Haré algunas llamadas para que no tengan inconvenientes.
- ¡Gracias doctor! – el teniente y Lilly se dirigieron rápidamente a la habitación de Valens. Lo encontraron sentado en la cama tratando de bajarse de la misma.
- ¡Tú no vas a cambiar nunca!, ¿qué intentabas hacer?, ahora vuelve a echarte a la cama. Te traemos buenas noticias, el doctor Watson permitirá que te trasladen al Jefferson, pero tendrás que ir en una ambulancia. No puedes quedarte mucho tiempo – le anunció Stillman.
- Gracias, Lil, teniente. Esto es muy importante para mí.
Echado sobre la camilla Scotty veía a las gentes, los médicos, enfermeros, pacientes; todos pasaban con rapidez, por momentos le parecía que sus figuras se desvanecían en el espacio hasta fundirse con este.
- Esta es la habitación, se le ha sacado del coma, ahora esta solo con morfina– dijo uno de los enfermeros que lo estaba llevando. De inmediato Lil y Stillman se situaron a sus costados para ayudarle a bajar.
- Esto debo hacerlo solo – no se preocupen.
Lo vieron descender de la camilla, intentando reprimir el gesto de dolor que se reflejaba en su rostro. Avanzo lentamente hasta situarse al costado de la cama. Su aspecto había desmejorado bastante desde la última vez que la vio. Tenía los ojos cerrados y la piel de las mejillas se pegaba al hueso, en realidad era algo terrible de observar. Scotty le acarició los cabellos con ternura y luego se inclino sobre ella para poder hablarle al oído.
- Sara, soy yo, ¿me recuerda?, el detective Valens. Le prometí traerle noticias de Bill, es por eso que estoy aquí – la mujer no hizo ningún movimiento, pero él sentía que ella lo estaba escuchando.
- Finalmente lo hemos hallado, estuvo mucho tiempo extraviado y sin embargo nunca dejo de estar cerca de usted. El ahora esta descansando, finalmente está en paz.
Vio la mano de Sara intentando encontrar la suya, Scotty se apresuro a tomarla. Tuvo que hacer un enorme esfuerzo por entender lo que la anciana trataba de decirle, su voz salía entre jadeos dolorosos.
- ¿El… está muerto…verdad?
- Sí, Sara, murió aquella misma noche que desapareció.
- ¿Qué… le... paso?
El jamás podría decirle la verdad, era algo demasiado horrendo. Si supiera que aquella mujer que tuvo por años a su lado era la asesina de su hijo…
- Parece que deseaba alejarse un poco para poner en orden sus ideas, salio del condado, pero al parecer le sobrevino un paro respiratorio. Algunas personas lo socorrieron y lo llevaron a un hospital del lugar, pero ya estaba muerto cuando llego, como no llevaba documentos encima fue clasificado como un N.N. por eso nunca supieron nada de él. La muerte fue instantánea Sara, Bill no sufrió en absoluto. Ahora ha sido transladado al cementerio familiar.
- Pronto… pronto estaré con él… mi Bill. Mi rayo de sol… así le decía de pequeño…
Parecía como si un último destello de vida se hubiera apoderado de aquel frágil cuerpo, porque su voz se volvió más clara y audible.
- Scotty, ¿puedes verlo?... está de pie, al costado de mi cama y sonríe. ¡Que guapo es mi muchacho!, ¿puedes verlo?
Y en realidad por unos instantes a Valens le pareció ver la figura de un hombre joven, se trataba de Bill. Iba vestido con un una remera azul, también le sonreía a él, hasta que se dio la vuelta y desapareció. La presión en su mano había desaparecido, observó a Sara, una sonrisa curvaba sus labios y una sensación de paz se extendía por todo su rostro.
Cuando el teniente y Lil lo vieron salir, vieron esa misma expresión en el rostro de Scotty, al fin el también estaba en paz.



En el Departamento Jeffries escribía CERRADO, sobre un costado de la tapa de la caja que contenía las evidencias del caso de WARNER W.



3 comentarios:

AnCris dijo...

Cielo Santo! John actuando en Cold Case! ya mismo voy a imprimir esto y leerlo en mi viaje de regreso a casa! Un besito dulzura!!!

Anónimo dijo...

Hmm it looks like your blog ate my first comment (it was super long) so I guess I'll just sum it up what I submitted and say, I'm thoroughly enjoying
your blog. I too am an aspiring blog blogger but I'm still new to everything. Do you have any suggestions for beginner blog writers? I'd really appreciate it.


My blog post - how to get lot of followers on instagram

Anónimo dijo...

Wash your curly hair at the very least two
days in a week. My hair doesn't always look good when I'm
going to attend openings and red carpet events. It has been proved that
products which contain vitamins will strengthen your hair.


My weblog; hair products