27 mayo, 2010

Hasta que llegaste tú




Desde que llego del departamento de narcóticos, supe que era algo especial. Recuerdo a Nick y Will esperándome con unas sonrisas burlonas.
- Llegó tu nuevo compañero - me dijo Vera.
Y me llevo hasta el cuarto de interrogatorios. Era un hombre atractivo, de rasgos latinos, ojos castaños y unos labios muy sensuales; estaba interrogando a una mujer de la calle, se mostraba amable y seductor, ¿sería ese su sistema para los interrogatorios? Con el tiempo sabría que esta suposición era absolutamente errada. Encendí el volumen para poder escuchar la conversación, ¡vaya, este Don Juan sería mi compañero!, no me quedaba sino armarme de paciencia. Recuerdo que ignoraba que nosotros estábamos tras el espejo, pero esto no pareció molestarle en absoluto, incluso el teniente Stillman estaba allí. Fue él quien hizo las presentaciones. Nos explicó que la chica que interrogaba era un contacto en uno de sus casos, si él lo decía, sería cierto... supongo.
Era tan arrogante que en un principio nadie simpatizaba con nuestra nueva adquisición, Scotty Valens; para él haber sido asignado a nuestro departamento significaba un ascenso y en un tiempo bastante corto, así que pese a todo imagine que debía ser bastante bueno.
No paso mucho tiempo para que me sintiera a gusto con él, era bromista y divertido. Pronto nos hicimos inseparables; era un buen complemento para alguien seria y adusta como yo.
Eramos dos expertos en enredarnos en amores sin futuro; amores dañinos, a veces devastadores. Pero al final sabíamos que nos teníamos el uno al otro, con el tiempo nos convertimos en algo más que compañeros de trabajo, éramos los mejores amigos.
Recuerdo su terrible dolor cuando su novia se suicidó, su renuencia a pensar que ella lo había hecho. Todos sabíamos de la inestabilidad emocional de Elisa, solía sumirse en profundas crisis depresivas, y allí estaba Scotty una y otra vez sacándola del pozo... hasta que un día ella decidió soltar su mano.

Scotty, no sé que habría hecho para no verte sufrir de aquella forma. A menudo pienso que aun ahora sigues creyendo que fue un asesinato. Pero lo peor estaba por ocurrir, hace unos años llego a casa Chistina, mi hermana menor, a quedarse un tiempo conmigo. Ella es un huracán que arrasa con todo a su paso; te lo dije, incluso discutimos, pero no quisiste escucharme. Chris no ama a nadie solo sabe utilizar a las personas. Empezaste una relación con ella hasta que salio huyendo luego de cometer un fraude, no Scotty en esa ocasión no pude compadecerte, alguien como tú sabe cuando juega con fuego. Ella es mi hermana, pero no quisiera tener que verla nunca más.
Me conoces bien Scotty, sabes todo sobre mí o casi todo. No soy una mujer fácil, la figura negativa de mi madre y la ausencia de mi padre me convirtieron en lo que soy. Quizá por ello tampoco mis relaciones son afortunadas.

Llego a una casa donde nadie me espera, y saludo a la soledad; pero he aprendido a lidiar con ella. No siempre gano todas las batallas, pero he aprendido el camino de vuelta. Hoy no sé por qué no puedo quitarte de mis pensamientos, simplemente no puedo. Estoy echada sobre mi cama mirando al techo, absorta en las sombras que se proyectan sobre este a la luz del alumbrado público. Te convertiste en mi amigo, en mi confidente. Sabías que mi madre era una alcohólica y que ella fue la culpable de que mi padre nos abandonara. Recuerdas aquel caso de Rosie, la mujer aquella que se arrojo por la ventana junto con su pequeña hija, hasta que tomamos el caso no se había encontrado al culpable de la muerte de la niña ni del coma en el que ella estuvo por dos años. Tú me preguntaste por qué no simpatizaba con ella, Rosie tenia antecedentes por haber conducido en estado ebriedad con Toya acompañándola, ella me recordaba a mi madre. Esa noche al salir del Departamento te lo dije todo, te lo tiré a la cara para desahogarme: "¿Tú madre se olvidaba de alimentarte porque estaba borracha, o cansada o para ir en busca de un hombre?. Hay muchas niñas como Toya, niñas no deseadas, cuya madre se queda sin alimentos y se inventa una excusa para explicar porque esta noche no hay cena. Oh, ni tampoco desayuno, así que hay que darle gracias a Dios por los cereales que te dan en la escuela si llegas pronto, y por suerte algún niño te da un poco de su comida", recuerdo tus ojos llenarse de tristeza, me dijiste: "Así que tu madre tuvo malos momentos", "Scotty jamás hubo un buen momento" te respondí, y tu mirada brillo, parecía que deseabas llorar, tu voz se quebraba cuando me respondiste: " Así que ni una sola vez la pasaste bien con tu madre, ni una sola vez sentiste un poquito de amor". Ella no estaba para defenderme de los hombres malos que pueden atacarte en una noche fría, pegarte fuerte sin motivo, y todo porque debías ir a buscar su ración de alcohol para aquella noche. Y estaba Chris, siempre debiendo cuidar de ella, pero yo no era su madre; por lo que resulto, no hice un buen trabajo. Tuve que salir adelante sabiendo que solo contaba conmigo misma. Pero de esas luchas no se sale ileso, quedan muchas heridas, quizá demasiadas. Estuviste a mi lado cuando mi madre murió quisiste quedarte conmigo aquel día y yo... yo te aleje, a pesar de que me hacía tanto bien tu mano fuerte y cálida sobre mi hombro; tenía que afrontarlo sola, ¡era mi dolor, mi pérdida!
Siempre has estado allí Scotty, desde aquel muchacho que tenía una rehén y yo me cambie por ella, Nick y tú veían la escena a través del espejo; y luego te dije nuestra palabra clave aquella que habíamos acordado esa misma mañana, era el momento de actuar - hey... hey - y disparaste, pero su bala me alcanzó después de todo, no puedo olvidar tu rostro angustiado, arrodillado a mi lado tratando de contener la sangre. Hasta aquella vez que investigamos la muerte de una joven soldado, había ahondado mucho en mis averiguaciones e intentaron silenciarme; me sacaron de la carretera y mi auto fue a dar al mar... ya no recuerdo más, solo sé que cuando recuperé la conciencia estabas con los paramédicos a mi lado, también estaba el teniente que es algo parecido a un padre, siempre cuidando de todos nosotros y poniéndonos en orden cuando nos hace falta.
Somos seres dañados, también tú tenías tu cuota de horror en el pasado. De niño Mike fue abusado por su entrenador, eras tan pequeño entonces que no sabías cómo actuar. Creciste sintiéndote que le habías fallado, porque tú viste lo que aquel pervertido le hizo a Mike y callaste. Pero Scotty, los fantasmas siempre regresan, no nos dejan nunca en paz hasta que averiguemos por qué nos persiguen. Lograste que tu hermano se librara de aquella carga y que el culpable pagara por su crimen. Porque para nosotros un caso no se cierra hasta que hallamos al asesino; el tiempo no importa, pueden haber pasado dos días o cuarenta años. La justicia siempre los alcanza cuando menos lo piensan, cuando se sienten seguros en sus lujosas oficinas o en sus tristes empleos. Esa es nuestra satisfacción, lograr que nuestra víctima halle por fin la paz.
Luego ocurrió lo de tu madre, aquel desgraciado que atacaba mujeres latinas, te entregaste por completo a la misión de encontrarlo. Salías del trabajo para continuar ese otro, el tuyo, seguías pistas erradas pero no te dabas por vencido y una y otra vez regresabas al principio hasta que lo hallaste. Fuiste a su casa y lo golpeaste, tuvimos que cubrirte porque habías dejado un rastro importante, la tarjeta de identificación de tu madre, y no queríamos a Asuntos Internos husmeando por ahí. Finalmente lo encerraste, ¿por qué no dejaste todo allí? Acudiste a tus contactos y le tendiste una trampa haciéndolo pasar por soplón de la policía... eso tiene solo un precio en prisión, se paga con la vida. Pensabas que te ibas a sentir satisfecho, pero sé que no es así, eres un hombre bueno y ahora sientes en la boca el sabor amargo que nos queda cuando tenemos la certeza de haber cometido un error irreparable, también yo conozco ese sabor.
Chris ha vuelto a mi vida, y no quiero saber nada de ella; sin embargo es mi hermana y supongo que debo ayudarla, quiere que la garantice para comprarse un apartamento, me jura que ha cambiado, que quiere empezar una nueva vida. Pero no le creo una sola palabra, en mi cabeza retumba aquello que una vez le dije cuando se enredo contigo: "Tú estropeas todo lo que tocas".
Me cito en un cibercafé para pedírmelo, la escuche y de mis labios solo salieron un: "Lo siento Chris, quisiera confiar en ti pero no puedo, de corazón quisiera hacerlo" y le di la espalda. Al día siguiente recibí una llamada de mi padre diciendo que había desaparecido llevándose algunas joyas. No cambia, jamás lo hará, pero esta vez no va a seguir arruinándome la vida, ni la de nadie más. Fui a buscarla al tugurio donde vive... todo estaba revuelto, como si una lucha se hubiera librado en el lugar. "¡Dios Chris, será que esta vez sí decías la verdad!, entonces qué ha sido de ti, dónde estas Chris, dónde estas!"
- ¡Hola Scotty, te necesito!
- ¿Lilly, estas bien?
- No, no estoy bien, toma nota de la dirección... ven pronto Scotty - y el teléfono se desliza de mi mano. Estoy helada, tengo tanto frío, como aquella vez que me dispararon y sentía que la vida se me iba en cada gota de sangre que perdía. Las piernas se niegan a sostenerme y me dejo deslizar lentamente hasta el piso, y allí me encuentra mi compañero.
- ¡Lilly, Lilly!, ¿estas herida?, ¿qué paso, qué sitio es este?
- Scotty mi hermana ha desaparecido. Ella vino a mi y yo no quise ayudarla, yo la deje sola, ni siquiera quise saber en qué andaba... y ahora esto, mira como esta la habitación, alguien le ha hecho daño, y yo no quise...
Me abraza y yo me aferro a él con todas mis fuerzas, mi cabeza descansa sobre su pecho agitado por la carrera... Scotty, ¿has corrido por mí, te basto escucharme para dejarlo todo y venir a buscarme?, ¿verdad?, sí, sé que es así lo siento en tu abrazo. Eres mi sonrisa cuando estoy triste, mi almohada cuando estoy cansada, mi apoyo cuando necesito levantarme, mi aire cuando se me hace imposible respirar, mi abrigo cuando el frío se hunde hasta los huesos. Me siento tan a gusto en este momento, envuelta en tu calidez, en ese perfume que siempre usas, con tu suave cabello pegado a mi mejilla. Sabes Scotty, no quiero soltarte, no quiero hacerlo, quiero quedarme contigo así, con esta sensación de estar protegida. Lejos de las madres que no saben serlo, de los padres que huyen, de los amores que destruyen, de los hombres malos que lastiman a las niñas en las calles. Por un instante me olvido de Chris, quiero sentirte en todo mi ser, estoy temblando.
- Lilly, enseguida llamaré al jefe; nos reuniremos con Nick, Will y Kat, revolveremos todo Filadelfia hasta dar con ella, Ha pasado poco tiempo, no puede estar muy lejos. Hablaremos con tu padre, el debe tener alguna información que nos ayude... por favor no llores, Lil, no llores. Vamos, debes levantarte, no puedes darte por vencida ahora, no tú Lil.
Me deshago del abrazo, el encanto se rompió. Y lo miro encolerizada.
- ¿Por qué tengo que ser la fuerte?, estoy cansada de llevar sobre mis hombros más de lo que puedo aguantar. ¡Vete Scotty!
- ¿Irme?, no me voy a ningún lado, fuiste tú la que me llamaste.
Te miro a los ojos, tus hermosos ojos castaños. Estas enojado, es ese carácter tuyo arrebatado, ese lado que no puedes dominar y que en más de una ocasión te ha traído graves problemas. Paciencia no es una virtud con la que cuentes. Caminas de un lado a otro de la habitación, con los brazos cruzados sobre el pecho. Sacas el celular del bolsillo, hablas y hablas, pero estoy pérdida en ti y no entiendo nada de lo que dices.
- Perdóname Scotty, olvida lo que dije. Son tantas cosas, estoy cansada muy cansada.
- Vamos al Departamento, todos nos reuniremos allá.
Me tiendes la mano para ayudarme a levantar. Mi mano se queda atrapada en la tuya, mi mirada azul navega en tus ojos oscuros. Tanto tiempo buscando algo que siempre estuvo a mi lado, tanto tiempo esperando lo que ya había llegado. Tiro de tu brazo suavemente hasta que estas de nuevo arrodillado a mi lado. Mi mano se ha posado en tu mejilla y la acaricio con toda la ternura que soy capaz de reunir, la otra sigue en la tuya, pero ahora nuestros dedos se han entrelazado. Parece que te viera por primera vez, acorto la distancia entre nosotros y te doy un beso. Tú recibes la caricia con una mezcla de sentimientos dibujados en tu rostro, finalmente sonríes, sonríes con una sonrisa dulce, llevas nuestras manos enlazadas a tu pecho y siento tu corazón latiendo con fuerza. Me apartas unos mechones de la frente y me devuelves el beso; un beso que es tu esencia, un beso en el que puedo reconocerte, un beso apasionado y dulce. Y nos vamos perdiendo el uno en el otro, nuestras manos emprenden caminos por tanto tiempo vedados. Ahora puedo al fin descansar, al fin he hallado mi hogar. A tú lado todos los miedos se rompen como cristales; las tristezas se transforman en niebla que poco a poco va desapareciendo; la soledad no puede ya alcanzarme para dormir a mi lado. Acurrucada sobre tu pecho sonrío sin que me veas, pero es imposible ocultar está felicidad que me embarga, porque está escrita en cada caricia, me levantas el rostro y me veo reflejada en él.
- Tanto tiempo esperando Lilly, tanto tiempo.

Chris, pequeña, ya vamos pronto por ti, te hallaremos porque ya no estoy sola, en realidad hace tanto que no lo estoy, solo que hasta ahora soy conciente de ello. Los muros con que me protegía no me dejaban ver, pero se han derrumbado y esta vez... para siempre.

Un pequeño homenaje a esta estupenda serie que nos acompaño por siete temporadas. Tengo información de que este lunes 31 se transmitirá el último capítulo. Una serie diferente, que marco un hito en lo relacionado a temas policiales.


22 mayo, 2010

Pocas horas, muchas verdades


La bebida nos hace más sinceros, o mejor dicho nos desinhibe, lo mismo sucede con ciertas drogas derivadas del opio, este es el caso del vicodín, nombre bastante conocido por todos ustedes y reconocida por nuestro insoportable jefe.
A qué hora fue a desaparecer esta nena, cerraron el Princenton y todos tuvimos que quedarnos inmovilizados en el lugar donde nos encontrábamos. Soy demasiado racional para creer en el azar y cosas por el estilo, pero no me puedo explicar por qué razón me quede atrapado en sala de archivos del personal junto a Taub. Hasta entonces no existía nada especial entre nosotros, apenas una delgada capa de compañerismo, amistad nunca, ¿qué tenía yo en común con este hombrecito descendiente de Cyrano de Bergerac? ¡Nada!
Yo había bajado al sótano para buscar un expediente de... bueno, en realidad más bien quería deshacerme de uno, del mío; no de todo por supuesto, sino de una hoja en particular que me traería bastantes incomodidades si alguien le echaba un vistazo. En realidad eso ya tendría que estar ingresado en la base de datos del hospital, sin embargo no lo estaba. Me sorprendió encontrarme con Taub que también andaba en busca de algo, pero por lo visto ya lo había hallado; pero al parecer había hecho un descubrimiento mayor, allí estaban todos los expedientes de nuestros colegas, podía apostar que todos guardaban alguna cosa oscura. De pronto se empezó a escuchar por los altavoces una alarma anunciando que el hospital se cerraba y todos debían permanecer donde se encontraban. Así que ese fue el inicio de todas las locuras que hicimos.
- Mira, tenemos a nuestra disposición todos los files del personal.
- ¿Qué viniste a buscar aquí?
- El expediente de Sanders.
- Bueno, veo que ya lo encontraste.
- Y también encontré todo esto, ¿no te parecería interesante enterarte de algunas cosas?
- ¡Deja eso en su lugar!
- Empecemos por nuestro jefe.
Cuando dijo esto despertó mi curiosidad, qué cosas podría tener escondidas House. Así que hice a un lado mis hipócritas escrúpulos y me acerque a Taub para echarle un vistazo a la carpeta. Tenía como diez denuncias por mala praxis, pero cuando nos pusimos a mirar los nombres de los pacientes, resultó que todos eran del mismo: Lissa Cuddy, ¿pero cómo era posible que hasta aquí nos tendiera sus trampas?
- ¿Cómo pudo saber que buscaríamos aquí? - me dijo con la sorpresa todavía retratada en su rostro.
- Si queremos sacarle el máximo provecho a todo esto tenemos que pensar como él.
- Y qué haremos, ¿portarnos como unos malditos?
- Quizá, ¿qué tal si probamos su antiguo combustible?
Y le mostré dos frascos de Vicodín que había requisado, los ojos de Taub se abrieron inmensos, cómo preguntándome qué clase de locura le estaba proponiendo. Pero luego tomo uno de los frascos, saco una pastilla y se la metió en la boca.
- ¿Una?, con eso no harás nada.
Los dos nos tomamos dos, tres, ya no recuerdo. Solo sé que estábamos tirados en el piso al través, viendo cómo todo daba vueltas y riéndonos como un par de tontos. Después de un rato y con mucho esfuerzo logramos ponernos de pie, agarrándonos de los estantes para tomar equilibrio. Taub, seguía empeñado en rebuscar entre los expedientes, de pronto encontró uno que pareció despertar su interés.
- Egresado de Hopkins, con excelentes notas...
- ¡Dame acá eso!
Y comencé a correr tras el para quitarle mi file, parecíamos dos niños sueltos en un parque. Pero en verdad me sentía más divertido que enfadado con aquel juego. Me hice con el suyo para molestarle también, pero no había mucho que ocultar.
- Vaya, ¿así que hiciste trampa en un examen?
- Debía aprobar.
- Pero no tenías necesidad de hacerla, eras bastante bueno.
- Tenía que estar seguro de ser el mejor.
El vicodín es una verdadera patada al cerebro, y claro que no está bien que un neurólogo se exprese así, pero no encuentro otra forma de expresar lo que siento; ya, ya sé que son procesos químicos a nivel neuronal... pero ahora no puedo hilar bien las ideas, mi capacidad de reacción es casi nula. Taub está a mi lado mostrándome una nota en el expediente de Richard, el anestesiólogo. Ambos comenzamos a reír sin parar. Y de nuevo tengo la sensación de ser una burbuja que danza en el aire sin ton ni son; dónde es arriba y dónde abajo, dónde termina o empieza esta sala eso es algo a lo que no puedo responder solo siento la necesidad de asirme a algo porque irremediablemente voy a aterrizar en el piso de nuevo. Tomo a Taub por los hombros y lo arrastró conmigo en la caída, y seguimos riendo hasta que nos duelen los músculos del estomago y nos saltan lágrimas de los ojos. De pronto Chris se queda en silencio, su mirada es extraña, nunca antes se la había visto; es lánguida, pero cargada de... ¿deseo?
- Sabes que eres muy bueno, con el tiempo podrás ser como House - me dice arrastrando las palabras, parece que le costara hablar.
- ¿Y tú? - le respondo, tratando de poner distancia entre nosotros.
- ¿Yo?, yo nunca seré como ustedes, soy un excelente cirujano plástico. Podré atinar de cuando en cuando, pero no tengo esa capacidad analítica que parece destruir todo lo demás.
- ¿A qué te refieres? - le digo retrocediendo aun más, porque él sigue acercándose de una manera que me atemoriza, pero a la vez me turba.
- Se han convertido en pura lógica, son capaces de analizar lo más intrincado, excepto sus sentimientos. Echaste de tu lado a alguien como Trece; y House hizo lo mismo, con Cameron y Cuddy... ¿a qué le temen?, a sentirse vulnerables ante otra persona. A sentir que no pueden controlarlo todo, ni explicarlo todo.

Taub ha dado en el clavo. Cada cosa que he logrado me ha costado muchísimo, y siempre quiero más, mi ambición no conoce límites. Nada fue tan agradable como ocupar la jefatura del Departamento de Diagnósticos los meses que House estuvo internado. Yo quiero poder, y cuando se ambiciona demasiado, los sentimientos estorban, no nos permiten razonar con objetividad.
- Yo lo quiero así, quiero el puesto de House.
- Y vas a terminar como él. Un adicto infeliz y solitario. ¿No crees que sea muy alto el precio?
- Yo no soy él, no necesito de drogas para pensar.
- El no las toma, o bueno, las tomaba para pensar, era por el dolor. ¿Es que no te has dado cuenta que no es solo el dolor físico lo que le atormenta? La soledad lo destruye como a cualquiera. Eric, House no es un extraterrestre; siente necesidad de compañía como cualquiera, o por qué crees que tiene ese apego que raya en lo insano a Wilson, él es la cuerda que lo ata a este mundo... si esa cuerda se rompe, no quiero pensar qué sucederá con él. ¿Eso quieres para tí?, perdona, pero te aprecio lo suficiente para desearte un futuro así - no sé cómo su mano ha venido a parar sobre la mía y ahora la oprime suavemente, quiero quitarla pero no puedo. Estoy demasiado mareado, demasiado cansado, demasiado solo.
- No, no quiero eso para mí - le digo acercándome para rodearle los hombros con mi brazo.
- Ni yo - me responde, siento entonces un beso breve en una mejilla.
- ¿Pero qué haces? - le digo mientras lo empujo con fuerza para apartarlo de mi lado.
- No sé, la verdad es que no lo sé - le miro a los ojos y veo en ellos sinceridad, ternura y de nuevo eso que me asusta, deseo.
Ahora sus labios se posan en los míos, una caricia breve, como quien calcula si el piso es lo suficientemente fuerte para sostener su peso. No quiere dar un paso en falso y caer al vacío. Su matrimonio es extraño, dice amar a su esposa pero la engaña a la primera oportunidad. ¿Qué estas buscando Taub? otra cuerda quizá. Me vuelve a besar, pero ahora es un beso más profundo, menos tierno, y ya no me niego más. Tenemos unos minutos, unas horas tal vez, hasta que todo este revuelto se calmé; entonces él volverá a ser Chris Taub y yo Eric Foreman (ese que es incapaz de mostrar emoción alguna, Remy me conto como bromeaba con respecto a mis expresiones), siento sus manos vagar por mi cuerpo, abriéndose paso entre las ropas; las mías descansan tranquilas en su espalda. Cierro los ojos y pienso en lo agradable que es sentir otra piel sobre la propia, saborear unos besos que pueden transformarse de pronto en una tempestad.

De nuevo los altavoces resuenan por todos lados, las puertas se abren, "el momento" paso. Nos levantamos con rapidez, mientras nos acomodamos las ropas. El tiempo solo nos permitió besos y caricias. Creo que ambos necesitabamos este contacto, al final nos ha hecho bien, ahora ya no nos quedan muchos secretos. Probablemente algunos se han quedado escondidos en el fondo de nuestra memoria, pero así esta bien, porque los necesitámos para sentirnos seguros. Esto que nos ha sucedido también va a formar parte de esos secretos. Lo miro, le sonrío levemente y me apresuro a salir de la habitación, pero antes de cerrar la puerta veo que ha tomado una hoja de mi file y la ha puesto en la trituradora de papel.

Taub, eres extraño, tan extraño como yo, parece que es un requisito inconciente salirse algo de lo normal para poder trabajar con alguien que esta por completo fuera de lo convencional.

05 mayo, 2010

Matar a un Ruiseñor

TÍTULO ORIGINALTo Kill a Mockingbird
AÑO
1962
DURACIÓN
129 min.
PAÍS
DIRECTORRobert Mulligan
GUIÓNHorton Foote (Novela: Harper Lee)
MÚSICAElmer Bernstein
FOTOGRAFÍARussell Harlan (B&W)
REPARTOGregory Peck, Mary Badham, Brock Peters, Phillip Alford, John Megna, Frank Overton, Rosemary Murphy, Robert Duvall
PRODUCTORAUniversal. Productores: Alan J. Pakula & Robert Mulligan
PREMIOS1962: 3 Oscars: Mejor actor (Gregory Peck), guión adaptado, dirección artística. 8 nominaciones
GÉNERODrama

"Mira, hubiera sido una cosa así como matar a un ruiseñor"

Filme basado en la novela ganadora del Premio Pulitzer en 1691 Harper Lee, novelista estadounidense nacida en Monroeville (Alabama) en 1926, estudio en las Universidades de Alabama y Oxford. Trabajo un tiempo como empleada en las oficinas de una compañía área en Nueva York, abandonó este trabajo para dedicarse a su labor como escritora; ansiaba ser la Jean Austen de la época. "Matar a un ruiseñor", fue su primera y única novela. Es conocida por la estrecha amistad que tenía con el controversial Truman Capote.

Leí está novela hace tantos años ya. Hace poco más de un mes, sentí la necesidad de reencontrarme con ella. Sé que aquellos que son marcados por algunos libros me pueden entender. Es como volver a charlar con un amigo muy querido, el tiempo transcurrido por está separación se esfuma a las primeras páginas; y nuevamente nos sentimos a gusto, leyendo las mismas palabras... pero que siempre nos saben distintas. Tal vez ya no las miramos con los ojos adolescentes, ahora las contemplamos con la mirada de la madurez. Y sin embargo, "Matar a un ruiseñor", vuelve a mí como siempre; con esa frescura infantil de sus diálogos, el relato que poco a poco me va envolviendo en la trama que va tornándose dramática, hasta ser una habitante más de Maycomb que a lo largo de esta aventura va experimentando sonrisas y muchas más lágrimas de impotencia. Para terminar rindiéndose ante todo lo que Atticus Finch significa para esta comunidad, pero por sobretodo para sus hijos.
La intolerancia, la injusticia, las "apariencias", la maldad, los prejuicios, la ignorancia, la pérdida de la inocencia; son elementos que vemos a lo largo de la historia y que siempre estarán vigentes mientras existamos. Pero el personaje de Atticus Finch, nos reconcilia con la humanidad; muchos dicen que es un extremismo, que no es creíble un personaje "tan bueno", yo pienso que no es así.
Para Atticus nadie es completamente malo, siempre tiene una justificación para sus acciones. En una ocasión le dice a Scout y en cierta forma a todos los lectores: "No se comprende de veras a una persona hasta que se considera las cosas desde su punto de vista... Hasta que se mete en el pellejo del otro y anda por ahí como si fuera el otro"

No puedo contarles toda la historia, sino qué caso tendría que leyeran el libro o vieran la película. Aunque soy partidaria de hacer ambos; no sabría aconsejarles qué hacer primero; pero casi invariablemente la obra supera a la película, salvo excepciones. En este caso tanto Foote como guionista y Mulligan como director han sabido mantener la esencia de la obra de Harper.

Como pocos escritores que se desentienden de las adaptaciones de sus obras al cine, Harper Lee estaba tan entusiasmada que decidió pasarse por el rodaje. Al propio Gregory Peck le gustaba rememorar el encuentro: "Me fije que la autora estaba detrás de la cámara, mirándonos actuar. Creí haber visto un brillo en sus mejillas. Me sentí satisfecho, porque parecía emocionada. Al acabar la toma, me acerqué a ella y le dije que me parecía que sus mejillas brillaban. Me dijo entre lágrimas que le estaba trayendo muchos recuerdos- Es que tienes la misma barriguita que mi padre - me explico la escritora.
Cuando vio la película terminada, Harper Lee estaba tan contenta que le regalo a Gregory Peck un reloj que había pertenecido a su padre - Me recuerdas tanto a él que quiero que lo tengas tú - le dijo. El regalo tiene más valor, si cabe, porque según se deduce del libro y de la película, era el único objeto de valor que poseía su padre. Gregory Peck lo llevaba en el momento que recibió el Oscar de manos de Shopia Loren, el único Oscar de toda su carrera. Al recibir el premio Peck confeso que apreciaba más ese reloj que la estatuilla.
Ambos llegaron a hacer una profunda amistad, al igual que con la pequeña Mary Badham con quien siempre estuvo en contacto y a quien seguía llamando Scout. Gregory Peck era uno de esos hombres queridos por todos; generoso, recto, no en vano el papel de Atticus le venía tan bien. A su muerte en junio del 2003 Brock Peters, el actor que hizo de acusado en la película fue quien leyó las palabras de despedida para el gran actor.



Algunos de las secuencias más importantes de la película:


Atticus Finch junto a su defendido Tom Robinson durante el juicio.

Atticus, Scout, Jem y hasta el pequeño Dill haciendo frente a la muchedumbre que pretende linchar al acusado.

Siempre hay tiempo para escuchar, para ser padre.

El malvado Ewell reclamando a Finch su "incredulidad" de que un hombre como él quiera defender a un negro.

Atticus tratando de convencer al jurado de la validez de sus argumentos.

El único acto de violencia al que se ve obligado a cometer Finch, debe sacrificar a un perro enfermo de rabia que diambula por el pueblo.

Podría pasarme toda la entrada hablando de la belleza que tanto libro como película encierran, les dejo con dos opiniones que me parecieron la cara y el sello perfectos para cerrar esta pequeña reseña. Lean el libro, vean la película y decidan por ustedes mismos.


ATTICUS , Blommsday (Alicante -España)

Atticus lleva un sombrero de fieltro que enhebra entre sus fibras partículas de humedad sureña, traje de lino blanco y calor pegajoso en muñecas y tobillos.
Lee un libro en su porche, cabeza gacha, gafas grandes, sueltas, que resbalan por su nariz como una araña. Atticus se balancea dulcemente, a cada sacudida le responde un crujido de madera y metal, estertor cansado de los cimientos de la casa quejándose de su edad, del tiempo.
Oye los grillos, reverberando su grito entre las cuatro enormes paredes azabache que la noche le brinda; y piensa en sus hijos, soñando una madre perdida, viviendo una infancia soñada.
Atticus reflexiona y se siente dichoso, una noche como ésa, un pueblo como ése. La vida no es simple ni siquiera allí, microcosmos de oligofrenias, odios y envidias a pequeña escala. Piensa y obtiene conclusiones. Sean las que sean a algo llega, algo que nunca podrá expresar con palabras, sólo con la mirada y el tacto. Pero llega a entender, por un momento, algo de lo que respira y jadea entre esas estrellas que alumbran su techo y el polvo adherido a sus zapatos.
A Atticus le escupirán después. En plena cara. Él sacará un pañuelo enorme y arrugado y se secará con una mirada de odio, odio humano, comprensible reacción, mientras le pide autocontrol a cada fibra de su cuerpo. Luego se marchará triunfante, en su coche, de vuelta a casa.
Y yo me pregunto si por un momento todos fuéramos como Atticus. Cómo sería el mundo.
Y entonces, tras ordenar pensamientos que estorban mi sueño, pienso que quiero ser como Atticus.

O mejor aún, que voy a ser como Atticus.

Qué coño.

A VECES ES MEJOR CONTAR BIEN UNA MENTIRA, QUE MAL UNA VERDAD ObJedi (Tenerife -España)
Si alguna persona me explica racionalmente QUE es lo que tiene de maravilloso y humano el simple hecho DE HACER EL TRABAJO QUE TE CORRESPONDE, le dire que Matar a un ruiseñor es una gran historia.
Por favor, ¿ustedes de verdad creen que si Atticus Finch tuviese la posibilidad de desprenderse del caso que le fue asignado la hubiese dejado ir? Claro que no. Se hubiese aferrado a ella. Que clase de persona serías si, por tu empleo, pones en peligro la integridad de tu familia. Vale, ese pobre hombre no hizo nada, pero todos sabemos que es lo que va a pasar, el fin rompe en mil pedazos cualquier medio. Y sabes que tienes que arriesgar mas de lo que has arriesgado para que ese hombre no sea castigado. Y, MIERDA, SABES QUE NO LO VAS A HACER PORQUE TU SABES QUE NO ERES EL PALADÍN DE LA IGUALDAD, NO. En verdad eres el que va de farol hasta el momento antes del final y cuando te das cuenta que no intimidaste a nadie, te retiras.
¿Que hubiese hecho un VERDADERO BUEN HOMBRE? Nada, solo un suicida idealista podría sostener ese título. Ya le gustaría a Atticus...
Que desfachatez, poner a esta película como ejemplo de lo que es la bondad. Acá no se enseña eso, aca se enseña que la gente es mala, y los que no son tan malos son interesados y frívolos. Existen muchísimas peliculas ( incluyendo malas películas ) que retratan estos aspectos muchisimo mejor que esta.
Pedante y conservadora, Matar a un ruiseñor es el relato de un hombre verdadero, idealizado como un héroe, un héroe que en aquellos tiempos no podía existir. No entenderé jamas por que la gente cree que esta pelicula es una obra maestra. Solo es una estúpida justificación totalmente insatisfactoria e insultante.
El unico aspecto positivo que encontre fue Scoutt, una niña inteligente , que actua como sabe que debe. Ella es la heroína de esta pobre historia. No el improcedente de Finch.
Y para finalizar... ¿por qué un ruiseñor? En la novela Lee utiliza la figura del ruiseñor para simbolizar la inocencia.
"Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es un pecado matar a un ruiseñor"
Fuentes: