06 enero, 2007

Alfonsina y el mar

Por la blanca arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más.
Y por un sendero de pena y silencio
llevo hasta el agua profunda.
Y un sendero solo de penas mudas
llevo hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompaño
qué dolores viejos callo tu voz
para recostarse arrullada en el fondo
de la caracola marina.
La canción que canta
en el fondo oscuro del mar
la caracola.

Te vas Alfonsina
con tú soledad
qué poemas nuevos
fuiste a buscar.
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma
y te está llevando
y te vas hacía alla
como un sueño
dormida Alfonsina
vestida de mar.



Cinco sirenitas te llevarán

por caminos de algas y de coral

y fosforecentes caballos marinos

harán una ronda a tú lado.

Y los habitantes del agua

van a jugar

pronto a tú lado.

Bajáme la lampara un poco más

dejáme que duerma nodriza en paz

y se llama él

no le digas que estoy

dile que Alfonsina no vuelve

Y si llamá él

no le digas nunca que estoy

dí que me ido.

http://youtube.com/watch?v=lN-aS48_EY4

Todo lo que es bello, llega a mi vida de manera inesperada. Como está canción que la escuche en la voz profunda de Mercedes Sosa. Son de esas cosas que no tienen explicación, simplemente se te quedan grabadas en la memoria para siempre.

No conocía a está poetisa argentina hasta que escuche a Mercedes, y me pregunte... quién es Alfonsina... y supe que se trataba de Alfonsina Storni, supe de sus poemas, de sus tristezas... de su trágico final. Y la traigo para ustedes, con algunos de sus poemas.

Alfonsina Storni

Alfonsina Storni nació el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca (Suiza) y murió el 25 de octubre de 1938 en Mar del Plata, (Argentina). Poetisa del Postmodernismo argentino.
La que sería una de las poetas más famosas de Hispanoamérica era hija de un industrial cervecero, nacido en Lugano, cantón italiano del Ticino, Suiza. En 1891 la familia viajó a Suiza y al año siguiente nació Alfonsina, que aprendió a hablar en italiano. Vueltos a la Argentina, los negocios fueron mal y la familia tuvo que poner un mesón en Rosario.
Alfonsina comenzó a trabajar ya de niña como lavaplatos, camarera, costurera y obrera; en 1907 entra como actriz en una compañía de teatro itinerante que se desplaza por todo el país. Con ella representó Espectros, de Henrik Ibsen; La loca de la casa, de Benito Peréz Galdós; y Los muertos, de Florencio Sánchez. Vuelta a Rosario, su madre se ha casado y vive en Bustinza. La poeta estudia la carrera de maestra rural en Coronda y allí recibe el título. Consigue un puesto y se vincula a dos revistas literarias, Mundo Rosarino y Monos y Monadas. También inicia su larga colaboración con la revista Mundo Argentino.
En 1911 se traslada a Buenos Aires, al año siguiente nace su hijo Alejandro, sin padre conocido. Eso la define como mujer que se enfrenta radicalmente a la sociedad. La inquietud del rosal se publica, a pesar de las penurias económicas, en 1916. Trabaja como cajera en una tienda y en la revista Caras y Caretas. Se relaciona con José Enrique Rodó, Amado Nervo, José Ingenieros y Manuél Ugarte. Con estos dos últimos su amistad es más profunda. Su situación ecónomica mejora. Hace frecuentes viajes a Montevideo, donde conoce a la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou y al que será su gran amigo, el escritor también uruguayo Horacio Quiroga (también suicida).
Su libro Languidez, de 1920, había merecido el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura. En 1925 publica Ocre, que marca un cambio decisivo en su poesía. Desde dos años antes es profesora de Lectura y declamación en la Escuela Normal de Lenguas Vivas. Su poesía, fundamentalmente de temática amorosa, también se liga a la temática feminista e intenta desligarse de las hopalandas del Modernismo y volver más la mirada al mundo real. La soledad y la marginación hacen mella en su salud, y a veces la neurosis le obliga a dejar su puesto de maestra de escuela.


Varios viajes a Europa (1930 y 1934) motivaron una evolución hacia un lirismo libre de moldes formales, dramático y descarnado y de una audacia erótica insólita para la época, con nuevas meditaciones feministas: Mundo de siete pozos, 1934 y Mascarilla y trébol, 1938 Tras la muerte de su amigo el escritor Horacio Quiroga, sola y aquejada de cáncer, se suicidó adentrándose en el mar en la playa La Perla, en la ciudad de Mar del Plata, donde actualmente se erige un monumento recordando esta tragedia.
Su trágico suicidio inspiró la canción Alfonsina y el mar, de Ariel Ramirez y Félix Luna, que ha sido interpretada por innumerables músicos de lengua española, destacándose por encima de todas la versión de Mercedes Sosa.

OBRA

Poesía
1916- La inquietud del rosal
1918 - El dulce daño
1919- Irremediablemente
1920 - Languidez
1925- Ocre
1926 - Poemas de amor
1934- Mundo de siete pozos
1938 - Mascarilla y trébol
1938- Antología poética
1968 - Poesías completas

Teatro
1927 - El amo del mundo: comedia en tres actos.
1932 - Dos farsas pirotécnicas

Ensayo
1998 - Nosotras y la piel: selección de ensayos.

LA INVITACION AMABLE

Acercate, poeta; mi alma es sobria,

de amor no entiende -del amor terreno-

su amor es mas altivo y es mas bueno.

No pediré los besos de tus labios.

No beberé en tu vaso de cristal,

el vaso es frágil y ama lo inmortal.

Acercate, poeta sin recelos...

ofréndame la gracia de tus manos,

no habrá en mi antojo pensamientos vanos.

¿Quieres ir a los bosques con un libro,

un libro suave de belleza lleno?...

Leer podremos algun trozo ameno.

Pondré en la voz la religión de tu alma,

religión de piedad y de armonía

que hermana en todo con la cuita mía.

Te pediré me cuentes tus amores

y alguna historia que por ser añeja

nos dé el perfume de una rosa vieja.

Yo no diré nada de mi misma

porque no tengo flores perfumadas

que pudieran asi ser historiadas.

El cofre y una urna de mis sueños idos

no se ha de abrir, cesando su letargo,

para mostrarte el contenido amargo.

Todo lo haré buscando tu alegría

y seré para ti tan bondadosa

como el perfume de la vieja rosa.

La invitación esta....sincera y noble.

¿Quieres ser mi poeta buen amigo

y solo tu dolor partir conmigo?

VOY A DORMIR


Dientes de flores, cofia de rocío,

manos de hierbas, tú, nodriza fina,

tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.

Ponme una lámpara a la cabecera;

una constelación; la que te guste;

todas son buenas; bájala un poquito.


Déjame sola: oyes romper los brotes...

te acuna un pie celeste desde arriba

y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido.

OYE

Yo seré a tu lado,

silencio, silencio,

perfume, perfume,

no sabré pensar,

no tendré palabras,

no tendré deseos,

sólo sabré amar.

Cuando el agua caiga monótona y triste

buscaré tu pecho para acurrucar

este peso enorme que llevo en el alma

y no sé explicar.

Te pediré entonces tu lástima, amado,

para que mis ojos se den a llorar silenciosamente,

como el agua cae sobre la ciudad.

Y una noche triste, cuando no me quieras,

secaré los ojos y me iré a bogar

por los mares negros que tiene la muerte,

para nunca más.

Textos: Wikipedia

6 comentarios:

Anónimo dijo...

He oido varias versiones de esta canción y son todas preciosas... Rosita, ¡como te curras los post!... Un besazo de tu angelito que no te olvida, y feliz-feliz año nuevo.

Anónimo dijo...

Gracias, tremendo y detallado tu relato sobre Alfonsina, tu si que le pones el corazón a lo que haces amiga.

Anónimo dijo...

Alfonsina Storni, una de mis poetisas preferidas. Y la voz ronca de Mercedes Sosa que le pone el tono justo y perfecto.
Gracias Rosafogosa por traerla, muchas gracias.

Da Vinci dijo...

Maravilloso.
Recuerdo vagamente haber oido la canción, ahora la buscaré para recrearme en ella.
Comprendo a la perfección el sentimiento.
Un excelente trabajo que demuestra tu pasión por todo lo bello.

Un abrazo, amiga.

Anónimo dijo...

Desde luego, entrar en tu casa es un regalo y lo que escribes, también...
Gracias, Rosa...
Un beso

hermes dijo...

Recuerdo esta canción, hace ya muchos años cantada por José Luis Aguilé, y su explicación de como Alfonsina de adentra en el mar y no vuelve, siempre la he recordado.