28 enero, 2008

Manuel Raquel (2da. parte)

El año se convirtió en cuatro; yo seguía manteniendo comunicación con Manuel, al principio nos comunicabamos por el MSN casi a diario, esto duro como un año, después poco a poco nos fuimos distanciando, no sé bien quién se alejo de quién. Yo me conectaba a las horas acostumbradas, si el estaba en conexión manteníamos una charla breve, siempre parecía tener prisa, me decía que lo había cogido en mal momento y que había quedado en salir con unos amigos, Al tercer año fue peor, apenas si intercambiamos algunos e-mails una vez al mes, pero nunca me contaba nada personal, solo que seguía en el trabajo, que todo estaba bien. Después solo silencio... e-mails sin contestar, nunca estaba conectado. Preguntaba al resto de los chicos por él, pero todos me decían que se había mudado de la casa de su madre y que casi no lo veían y que sabían tanto como yo de él. Todo aquello me parecía tan extraño, es que acaso se había olvidado ya de nuestra amistad... y de ese amor que decía tenerme.
Había encontrado un excelente trabajo y había reunido un buen dinero y pensé que ya era tiempo de volver, añoraba mi patria, mis amigos, añoraba a Manuel. Una tarde de febrero en que nevaba mucho presente mi renuncia y empece a hacer mis maletas para volver.
Allá nevaba y aquí el sol resplandecía calentándome el alma, Mis padres y mis amigos estaban allí, todos... menos Manuel.
La casa estaba mucho mejor organizada ahora, con el dinero que había podido mandarles a mis padres habían hecho algunos arreglos. El jardín estaba verde y bien cuidado, los claveles disputaban en belleza con las rosas y las hortensias; toda eso no podía venir sino de la mano de mi madre.
Cuando subimos me quede atónito, mi viejo cuarto se había convertido en un estupendo dormitorio con sala de estar, televisor, equipo de sonido y computador...
- Sabíamos que alguna vez volverías... y aquí esta todo esperándote.
- Pero, pero el dinero era para ustedes para que los gastaran en lo que les diera la gana.
- Pues, esto es lo que nos dio la gana y lo hemos hechos con mucho gusto hijo.
Los abrace con fuerza, y le agradecí a la vida por haberme permitido por alguna vez tomar una buena desición.
- Vamos Amelia, vamos a traer unos refrescos para los chicos, deben tener tanto que contarse.
Martín se había casado hacía un año con Leornor, Pedro seguía con Lidia, Antonio hacía mucho que había roto con Daniela, ahora salía con Laura. Escuche con paciencia todas sus historias amorosas y les relate a grandes rasgos las mías. Nada serio, amores de unos meses después nada. Pero la pregunta que me quemaba los labios desde que llegue al Aeropuerto y no vi a Manuel, era saber de él.
- ¿Y Manuel... qué es de Manuel?
Todos callaron, se miraron unos a otros sin saber que contestar. Aquel silencio hizo que un frió me inundará el pecho como quién esta a punto de recibir una mala noticia.
- Hace unos tres años que Manuel se marcho de aquí... él, bueno tú ya sabes... su madre terminó encontrándolo con otro chico. Desde ese día ya nada fue igual entre ellos, y nuestro amigo pensó que era el momento de dejar todo atrás. Se fue en silencio, no se despidió de nadie ni de su propia madre, simplemente desapareció... hace solo unos días supimos algo de el, sigue trabajando en el banco, pero... no sé cómo decirte esto... hay quienes dicen que lo han visto frecuentar las discotecas de ambiente... vestido de mujer.
Cerré los ojos y sentí que todo me daba vueltas, tuve que sentarme en la cama para no caer al suelo.
- Caramba Fran, no pensé que te ibas a poner así.
- Estoy bien, un poco impactado, pero estoy bien... y saben a qué discotecas va, me gustaría tanto verlo como sea que este ahora.
- Amigo de eso no sabemos nada.
- Yo lo encontraré.


Me tomo un mes encontrarlo, yendo a cuanta discoteca me daban noticia, desde las más exclusivas hasta las de mediana categoría. Lo encontré en una de estas últimas, estaba bebiendo en la barra con otros travestis, todos reían a carcajadas y Manuel parecía quien llevaba el coro en todo aquel barullo.
Me quede mirándole largo rato, había cambiado tanto, ya no era más el chiquillo hermoso que deje hace cuatro años, ahora era una dama atractiva de cabellos largos y castaños; llevaba mucho maquillaje encima tanto que de no ser por sus ojos de esmeralda nunca lo hubiera reconocido. Debió darse cuenta de que no le quitaba los ojos de encima porque se levanto de la barra y se acerco hasta mí con un par de cervezas en la mano.
- Qué tanto miras, quieres beberte una cerveza conmigo o qué...
De pronto las botellas cayeron de sus manos, la sonrisa se le borro del rostro y sus ojos se abrieron inmensos y tristes. Me tomo del brazo y me saco de allí, dos lágrimas negras rodaban por sus mejillas.
- ¿Tú?...tú, pero que coño haces aquí. Por qué has venido.
- Llegue hace un mes y me he pasado todo este tiempo buscándote, eramos buenos amigos, los mejores ¿lo recuerdas?. Yo quería tanto verte, saber que había sido de ti, hacía tanto que cortaste toda comunicación.
- Yo... yo no quería que me vieras así, al menos no de esta manera.
Uno de los muchachos salio afuera iba tambaleándose un poco, con un ajustado vestido negro que acentuaba su delgada figura.
- ¿Quién es ese Raquel? algún pesado, avisanos y llamo al resto de las chicas y le damos una buena paliza.
- No Fanny, es un amigo de la infancia al que no esperaba volver a ver nunca más. Pero es como dice la canción "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida". Vámonos de aquí, vamos a mi departamento allí podemos conversar.
Yo lo seguí sin oponer resistencia, yo lo seguiría a dónde el me llevara... así fuera al infierno.
El departamento resultó ser un sitio agradable, en una bonita zona de Miraflores; con muchos parques, y álamos enormes que el viento sacudía. Un aroma de azahar inundaba todo el aire, aspire aquel perfume y me sentí relajado, tranquilo, en paz.

El lugar era agradable, una sala pequeña pero bien arreglada, el comedor no era de grandes dimensiones, pero en cada adorno, pocos por cierto, se notaba buen gusto.
La cocina estaba bien equipada, como para alguien a quien le gusta cocinar... el resto de la casa no lo conocía aún.
- Pero que estupendo sitio has conseguido, todo está tan bien dispuesto, un decorador no lo hubiera hecho mejor
- Y si, cada quien tiene sus talentos, este es el mío... sabes, además pinto, es mi pasión... lo hago siempre que puedo. Esperame aquí, ya vuelvo.
Se tardo unos minutos cuando regreso era de nuevo Manuel, mi viejo amigo, con su cabello castaño corto, sin maquillaje y vestido con unos vaqueros y una camisa que le sentaban muy bien.
- Quieres beber algo, tal vez un poco de vino o una cerveza.
- El vino me vendría bien.
Cuando regreso traía una bandeja con dos copas de vino y algunos bocadillos, nos sentamos como aquella vez, frente a frente en su sillón y nos quedamos mirando largamente, trataba de encontrar aquellos ojos puros y brillantes, pero ya no estaban más; en su lugar había una mirada triste, cansada y algo dura.
- Y cómo te ha ido en Cánada todo este tiempo
- Bien, muy bien. En verdad si no fuera por la nostalgia que sentía por todo esto me hubiera quedado trabajando aún.
- ¿Tanta era la nostalgia que sentías?
- Pues sí, por mi familia, por los amigos...y por ti.
- ¿Me extrañabas...?
Cuando dijo esto bajo los ojos y una lágrima furtiva resbalo por su tersa mejilla. Yo me acerque y con suavidad recogí entre mis dedos aquella gotita de agua salada.
- Y a ti cómo te ha ido... ya veo que has cambiado bastante... no te reconocí con todo esa indumentaria y el maquillaje, solo por los ojos supe que eras tú.
- Ya te habrán contado que peleamos con mamá, ella no se imaginaba nada y una tarde regreso más temprano de lo habitual y me descubrió con Daniel; no estábamos haciendo nada... solo nos besábamos; cogio al pobre Daniel por los hombros y lo saco a empujones de la casa y a mí me cayeron un par de bofetadas... después comenzó un largo discurso entre lágrimas y gritos histéricos... que qué estaba haciendo con mi vida, que por qué le hacía esto, que en qué me había fallado... después de ese día casi no me hablaba más que para lo indispensable. La situación se hizo insoportable, así que una madrugada empaque mis pocas cosas y me fui, así, sin más.
- Y dónde fuiste
- Aquella primera noche dormí en un parque, después con mis ahorros alquile una habitación... y allí me quede unos meses hasta que las cosas comenzarón a mejorar. Gracias a Dios, en el Banco nadie sospecha nada y conservo mi trabajo... en las mañanas soy el correcto y educado Manuel Valencia al atardecer cuando el sol se oculta y las sombras caen soy Raquel Zanelli.
- Me dejas... yo no sabía, bueno sabía que las mujeres no eran lo tuyo, pero que te transformaras en una...
- Pues sí, ya no recuerdas que una vez te dije que estaba en el cuerpo equivocado.
- Y estas seguro que en el banco nadie sospecha
- Quizá, pero nadie me ha probado nada, además soy un excelente empleado... ya van tres meses seguidos que me eligen el empleado del mes, así que no tienen motivos para despedirme. Ahora hagamos un brindis, por nuestro reencuentro, por la felicidad de verte de nuevo.
Nuestras copas tintinearon, yo me bebí la mía de un solo trago, de nuevo me invadía esa sensación de que había demasiada intimidad entre nosotros... y que cualquier cosa podía ocurrir.
- Vaya que tienes sed... te sirvo otra copa
- Sí, por favor, mejor trae la botella.
- Vaya... ¿estamos con ganas de emborracharnos eh?
Regreso con la botella y más bocadillos. A la tercera o cuarta copa, sentía un calor abrasador, la cabeza un poco ida, como si mi mente y mi cuerpo andarán por caminos distintos.
El me quito la copa de la mano y se acerco a mí, de nuevo sentía su aliento cálido sobre mi rostro, empezó a besar mi frente con dulzura, con unos besos suaves y tiernos, después beso mis ojos y luego fue resbalando por mis mejillas hasta llegar a mis labios que lo esperaban ansiosos... entonces olvide mis prejuicios, mi opción sexual mis escrúpulos y tome sus labios entre los míos y lo bese apasionado; tome su rostro entre mis manos y lo bese por todo el rostro y de nuevo regrese a su boca. La ropa empezaba a estorbarnos, como dos fieras nos deshicimos de ella, rompiendo botones, arrancando jirones de ropa... todo lo que deseamos era vestirnos uno en la piel del otro, nos acomodamos sobre la alfombra; derrochamos toda nuestra reserva de pasión como si el mañana no existiera, no quedo un solo espacio de su cuerpo ni el mío sin explorar. La ternura y los besos se nos escapaban como manantiales inagotables... nuestra respiración agitada nuestros cuerpos enlazados... ni él ni yo deseamos que la mañana llegará, jamás antes había sentido esa locura en los sentidos, el corazón latiendo fuerte como si se fuera a desgarrarme la piel... "eras tú Manuel, eras tú lo que siempre había buscado".
La mañana nos encontró enlazados, cansados y satisfechos... tu me mirabas sonriendo, yo te cogí por la nuca y de nuevo te devore a besos.
- Esto no me lo esperaba Fran... no me lo esperaba, pero bendito sea Dios por esta noche.
- Yo tampoco, solo me deje llevar, por primera vez fui yo mismo.
- ¿Y lo haz hecho con otros hombres?
- Jamás, solo con mujeres... solo tú me haces perder la razón.
Sonreíste y te ruborizaste a la vez. Te reclinaste de nuevo sobre la alfombra y me atrajiste hacía tí; me diste un beso tierno y luego te sentaste y me invitaste a hacerlo también.
- Fran, yo te amo desde el día en que te lo confesé y casi saliste corriendo... pero yo soy como soy, no voy a cambiar mi forma de vida, no es fácil. Todo el tiempo me insultan; es irónico, los mismos que frecuentan las discotecas, no son mas que unos pobres reprimidos.... los amigos me dicen que cada día estoy peor.
Pero ya no quiero que me digan lo que debo hacer, lo que es correcto o no. No entiendo por qué tengo que estar dándole a todo el mundo explicaciones de lo que hago o dejo de hacer. A mi no me importan el qué dirán.... porque la verdad a nadie le interesan tus tristezas. Solo me cuido en el trabajo, no deseo perderlo de lo contrario no sabría de qué vivir. pero las noches son mías ese soy yo... es lo quiero ser... yo soy Raquel.
No sé qué en ira a parar la locura esta que hemos cometido, pero... si tu crees que puedes vivir con dos personas que sin embargo son la misma pues adelante, sino, mejor es tener el recuerdo hermoso de esta noche y seguir nuestros caminos.
- Decirte algo ahora me es imposible, no sé... yo te amo, creo que siempre te he amado, pero dejarte ir por las noches a hacer sabe Dios qué... es demasiado.
- Fran yo no hago nada malo; no me prostituyo ni me drogo si es lo que te preocupa, solo nos juntamos con la chicas, hacemos un poco de chongo, coqueteamos con los clientes, bebemos alguna copa con ellos y nada más... lo que hagan las demás no es mi asunto. Sabes, en ocasiones metemos mucho jaleo y algún vecino llama a la policía y entonces a correr, porque una noche en la cárcel es espantosa. A veces los polis quieren que les hagas algún "favorcito" para dejarte ir... pero eso me asquea, prefiero quedarme y pasar la noche en la celda. Los putos vecinos han logrado que cada cierto tiempo se hagan redadas, ya no nos divertimos como antes.
¿La cárcel Manuel?
- Sí, a eso es lo que más miedo le tengo, a veces los policías te confunden con las putillas que andan por ahí y en ocasiones intentan forzarte...La voz de Manuel se quebró y empezó a llorar sin parar, los sollozos lo ahogaban, parecía que su pena era inmensa.
- ¿ Manuel alguien te hizo daño?
- No me preguntes nada.
Lo tome por los hombros y lo obligue a mirarme a los ojos, en ellos había vergüenza y miedo.
- ¡Si, si, si! Un par de veces, te obligan a hacer cosas sucias... yo quisiera morirme en esos momentos. Por eso ahora ya no hacemos escándalo, nadie quiere pasar una noche en el infierno.
- ¿Quienes, quienes, dime quienes han sido?
- Deja de ser iluso, qué vas a hacer, darle de golpes a un policía porque abusaron de un marica. No puedes hacer nada Fran, nada.
- Ya no frecuentes más esos sitios.
- No has entendido nada... yo no soy esto que ves... soy la mujer con la entraste a está habitación.
Me quede en silencio mirando las copas vacías de vino, la alfombra desordenada, las huellas de nuestro amor sobre ella.. yo quería a Manuel no a Raquel... cómo dividirlas si son una sola; como amar a uno y no querer nada con la otra.
Mi cabeza era un remolino, no sabía qué decir, no tenía qué decir. Manuel pareció entender mi confusión, se levanto y me miró unos instantes.
- Voy a darme una ducha, debo ir al trabajo, puedes quedarte si quieres un rato... a pensar... o salir huyendo como antes.
- No voy a huir, solo déjame pensar... debo detener este torbellino que tengo en la cabeza. Me quedare un rato, no tengo deseos de ir a casa ni de ver a nadie.
- Esta bien, quedate todo lo que quieras.
Que guapo estaba con su terno oscuro y su corbata de un ligero azul, su cabello bien peinado y su rostro varonil, nadie que le viera por la calle podría sospechar nada.
- Dame un beso
Se inclinó sobre mí y me dio un beso largo y profundo.
- Quizá nos veamos a la noche.
- Si, quizá...quizá

10 comentarios:

Anónimo dijo...

La que se queda como un torbellino soy yo.

¿Sabes? lo encuentro muy lindo, de una delicadeza impresionante y tan lleno de amor...

Me atrapaste con tu relato.

No tardes mucho!!!

Un beso guapísima
(Mountain)

Javier dijo...

Siempre logras captar mi atención por tu sensibilidad, tal vez, mejor dicho, la realidad no acostumbra a se tan bella, pero dejémosnos llevar y soñemos un poco.

Vitamina D dijo...

Lograste transportarme a un sitio maravilloso con tu relato tan lleno de amor y belleza.

Estupendo tu blog, gracias por permitirme la visita.

Isidro

Vulcano Lover dijo...

Un relato aparentemente lineal, pero denso y reflexivo, lleno de recovecos y de sombra,s tambiénde lueces... pero sobre todo de esa sensibilidad impresionante que le das a todo... gracias por llenarme la mañana de belleza, guapa.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

"Te dejo una rosa", como dices en el encabezamiento de los comentarios. Una rosa "de fuego" para un relato tan sensible e igual de interesante que el anterior que leí. Con un ratito de inspiración, se pueden escribir grandes cosas, por cierto, te busqué...no sé si lo encontraste, te busqué la canción, por si la querías ver o subir el vídeo de la canción a la página..Aquí tienes el link
http://www.youtube.com/watch?v=GKjjiC8XqWg

hermes dijo...

Rosa, Rosa, ¿ de donde sacas toda esa sensibilidad ?, me tiene echo polvo, y como dice PJ quizás la realidad no sea tan bella, pero prefiero soñar a que si es posible.

Un beso.

Arquitecturibe dijo...

La imaginación de las rosas del Perú suele ser la más hermosa... y por estos lados de la galaxia resulta invaluable... me gusta sentirme invadido intelectualmente por relatos limpios y emotivos...
saludos desde mi lejana galaxia

Unknown dijo...

Me esta gustando mucho tu relato

hermes dijo...

¡ Anda Rosita !, trabaja un poquito que me tienes impaciente con tus relatos.

Un besazo.

AnCris dijo...

Bueno, me he puesto al día con la lectura, al fin... qué hermoso relato Rosa! Una de tus mejores inspiraciones por cierto... ha valido la pena la espera en vos misma ¿verdad?
Gracias por hacerme sentir esto. Es bellísimo.
Un beso ENORME.