30 abril, 2009

Para mi Julio de Colombia


Quien quiera saber lo que es un vals peruano, con indiscutible ejecución a voces y guitarras, que escuche a Los Morochucos, nombrados Los Grandes del Vals Peruano .
Dos guitarristas, Oscar Avilés y Augusto Ego Aguirre y dos voces, Alejandro Cortés y Ego Aguirre, conformaron un trío de excelencia que brilló en las décadas de los 50, 60 y 70.
Alejandro Cortés sumaba su voz suave, melódica, de avance incontenible al soporte vibratorio de EgoAguirre. Las voces, juntas, servían melodías para el virtuosismo de acordes que Avilés le exigía a su guitarra.

Augusto Ego Aguirre Poggi (Fallecido)

Antes de formar el trío inmortal, antes de entregar versiones sin par de canciones como "Cuando llora mi guitarra", "El Plebeyo, "Hermelinda" o "El Huerto de mi amada" Augusto Ego Aguirre Poggi integró el dúo Los Chamacos, al lado de Luis Sifuentes, allá por la década de los 40.
Luego de grabar en Odeón, en un viaje a la Argentina , fallece Sifuentes... y al poco tiempo Ego Aguirre se une con Avilés y Cortés, formando "Los Morochucos".
Con Los Morochucos conocerían el éxito musical tras numerosos álbumes, cada cual más criollo y contundente.
Los viejos coleccionistas recuerdan, por ejemplo, que hasta se dieron el lujo de llegar a Hollywood para una actuación.

Alejandro Cortés (Fallecido)

La voz de Alejandro Cortés es la reminiscencia de una forma de cantar indudablemente clásica, "Ese sabor de antes": sinónimo de la elegancia en el vals y arquetipo del cantante criollo.
Fue la primera voz de Los Morochucos, trío con el que Cortés entregó interpretaciones maravillosas, gracias a una voz extraordinariamente afinada y de hondo sentimentalismo.
Después que los Morochucos se separaran, Alejandro Cortés conformó con Noemí Polo (que hacía de segunda voz en el dúo "Las Limeñitas") un dúo mixto que se llamó “Los Favoritos”.

Óscar Avilés Arcos

Empezó su carrera musical en 1939 a la edad de quince años, como cajonero del dúo de hermanos " La Limeñita y Ascoy".
En 1942, con el grupo de cuerdas Núñez, Arteaga & Avilés ganando el concurso organizado por el diario: " La Noche", a raíz del cual se le comenzó a llamar "La Primera Guitarra del Perú".
Conformó y llevó la batuta del legendario trío Los Morochucos, entre los años 1947 y 1952 conjuntamente con Alejandro Cortés y Augusto Ego Aguirre, quienes luego de un merecido receso volvieron a reunirse entre los años 1962 y 1972.







Yo crecí arrullada por sus voces reproducidas en los antiguos tocadiscos, cuando aún existían los discos de acetato... eran el tesoro de mi tío. Y de él bebí los acordes de nuestra música criolla.


Fuente: Música Peruana "Amigos de villa"

6 comentarios:

Mar del Norte dijo...

Preciosas canciones...
Gracias Rosa por compartirlas..
1beso

Arquitecturibe dijo...

"Y dile que aun la quiero que aun espero que vuelva..."
Un grito de amor muy latinoamericano hermosa...
es para Julio el coctelero?
un beso desde mi lejana galaxia

AnCris dijo...

Bellísimos recuerdos y ¡gran dedicatoria! Entre vos y él... ¡bendito coctel latinoamericano!
Un besote grandísimo!

Dalia dijo...

la musica criolla siempre huele a hogar.

El César del Coctel dijo...

.... y después de un mes me doy la oportunidad de semejante dicha!!!

Mi Rosa Peruana, gracias por permitirme saborear el Vals de tu tierra... definitivamente esa guitarra llora; me ha impactado ésta pieza... en este momento es la cuarta vez consecutiva que la escucho.

Se que he tardado mucho en pasar por tu casita... sólo hasta hoy puedo sentarme por un par de horas frente al PC y sumirme en la blogósfera. Aún estoy profundamente cansado y con más sueño de lo normal.... pero ya he vencido las montañas de trabajo acumulado.

Dark está mejor de salud; ha sido admitido en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional (la mejor del país). Yo también estoy un poco mejor de salud.

Espero que también estés mejor de salud... pero eso no quiere decir que tú, Dark y yo no merezcamos estar en una isla en el Caribe, atendidos por nuestro médico personal House... jajaja, claro está que te lo dejaremos más tiempo.

El César del Coctel dijo...

Y vuelvo una vez más, y tengo la dicha de encontrar tu presencia de nuevo y recojo la nostalgía por el llanto de las cuerdas... qué bonito regalo, no m cansaré de pasar

Besos