09 marzo, 2011

El diario de Nina Sayers II



11 de noviembre de 2009

Tomo de prisa el metro para llegar a los ensayos, hoy se harán las últimas pruebas para saber  quién será la elegida. Una mujer sube en una de las estaciones, parece un poco desorientada, es joven y atractiva, no sé porque ha llamado mi atención. De pronto la veo descender a toda prisa. Para mi sorpresa, mientras nos cambiamos aparece ella, sudorosa y con una sonrisa nos pregunta si es allí la audición, yo asiento con la cabeza. Hay algo que me entristece a pesar de que está puede ser mi oportunidad, Elizabeth Mactyre la,“prima ballerina” de la Compañía durante muchos años será reemplazada, y a nadie parece importarle; Beth sigue siendo hermosa y talentosa, pero ya es algo mayor.
Empiezan los ensayos, todos vestimos de manera despreocupada hasta que de pronto llega Leroy, la maestra da unas palmadas y todos de inmediato nos arreglamos debidamente. Yo admiro y respeto a Thomas Leroy, es uno de los mejores coreógrafos del país; pero es implacable, la perfección es su meta, el no se va a detener a darte palmadas en la espalda ni a decirte palabras consoladoras; si tienes que dejar sudor y sangre en el salón de prácticas… pues debes hacerlo.
Nos mira ensayar y va tocando a algunas de las chicas, luego les dice que estén listas para las prácticas de mañana, las otras tienen la posibilidad de optar para el gran papel, Leroy no me ha tocado… no me ha tocado.
Thomas nos pide que bailemos para él, me deslizo por la sala, mientras interpreto a Odette, luego me pide que interprete el cisne negro; pongo todo mi esfuerzo… noto su gesto de desaprobación. Me hace repetirlo una y otra vez, hasta que el sonido de la puerta me desconcentra, es la chica desconocida.
-         Si solo se tratara de interpretar el cisne blanco el papel sería tuyo – me dice casi en un susurro.
-        ¿ Lo hago de nuevo? – le pregunto angustiada, temiendo que el sueño de ser la “Reina Cisne”, acabe por hacerse añicos.
-         No, es suficiente – y se vuelve a otra de las chicas.
Estoy desolada, solo quiero huir de allí, salgo a toda prisa y en uno de los pasillos que llevan a la estación se cruza conmigo una chica vestida completamente de negro, cuando nos cruzamos ella me observa unos segundos… mis ojos y mis labios se abren entre asombrados y aterrados, soy yo misma, ese es mi rostro, Dios mío, soy yo.
Llego a casa, lo único que deseo es refugiarme en los brazos de mi madre, ella me consolará, siempre me dice que soy “su niña”.
Otro día, anoche no he podido casi dormir y los arañazos en mi espalda han aumentado, me visto rápido, no quiero que mi madre los vea y empiece a acosarme con preguntas.
Todas las chicas están alborotadas, hoy se publicará la lista de los bailarines que abrirán la temporada y encabezandola estará el nombre de la que tendrá el honor de ser la “Reina Cisne”. Yo solo permanezco sentada en un rincón, moviendo mis brazos en armonía a la música que llena mi cabeza. Pero de pronto, me veo interrumpida por el ruido de cosas rompiéndose, finalmente el sonido vibrante y sonoro de un espejo roto. Me acerco temerosa, Beth, pobre Beth, me mira furiosa y pasa a mi lado. Siento una curiosidad morbosa por entrar en su camerino, el camerino de la “gran estrella”; es un desastre, pero sobre el tocador hay un lápiz de labios, casi sin pensarlo lo tomo y lo pongo en mi bolso, no sé qué extraña fuerza me impulsa a hacer esa tontería.
Debo hablar con Thomas, debo decirle que soy capaz de hacer el cisne negro. Suelto mi cabello y me pongo un poco del labial de Mactyre. El sabe por qué estoy allí, me vuelve a echar en cara que no todo es técnica, me dice que ya le dio el papel a Rebecca; solo me doy la vuelta tratando de ocultar mis lágrimas, pero con la mano cierra la puerta.
-         ¿No vas a decir nada?-  me increpa - decir, qué puedo decirle si ya tomo una decisión.
Está demasiado cerca de mí puedo sentir su aliento cálido en mi cuello, entonces siento sus labios pegarse a los míos, en un impulso lo muerdo con fuerza. Se separa de mi desconcertado, no puede creer que lo haya rechazado. Yo quiero el papel, lo quiero más que nada en este mundo, pero no es la cama de nadie donde pienso obtenerlo.
Al salir me topo con las chicas, al parecer ya se publico la lista y todas corren para ver quién es la afortunada, me cruzo con Rebecca y la felicito por su logro. No pasan unos segundos cuando la veo regresar furiosa y dirigirse hacía mi.
-         ¿Por qué me dijiste eso, era alguna broma?, sabes, púdrete.
De qué habla, corro a mirar la lista, allí esta mi nombre:

Queen Swan
Nina Sayers

No, no puede ser cierto, aún estoy aturdida mientras todos me felicitan. Debo llamar a mamá está noticia la pondrá tan feliz. Me encierro en unas de las cabinas del baño y la llamo llorando de felicidad.
- Mami, me dieron el papel, soy la “Reina Cisne”, la escucho reír y llorar del otro lado.
Es mi momento, y no voy a desaprovecharlo.

3 comentarios:

Cyllan dijo...

Es increíble la capacidad que tienes para meterte en una historia de una peli, una serie o un libro o lo que sea. Te mimetizas con los personajes de tal forma que viven en tu cabecita y puedes escribir sobre lo que les pasa como si tal cosa, como si hablaras de un íntimo o de ti misma.

Anónimo dijo...

hola Rosita.... inicio la lectura... ya me has intrigado...me despido porque caigo de sueño.

Besos y abrazos

Julio César

Anónimo dijo...

kd shoes
off white clothing
Travis Scott Jordan
fear of god hoodie
ggdb sneakers
supreme outlet
bape
golden goose
birkin bags
nike dunks