y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metarmofosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro
del universo.
El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo.
Tú mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin
palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más alla del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.
Ficha técnica:
Dirección: Alejandro Amenábar
País: España
Año: 2004
Género: Drama
Interpretaciones:
Belén Rueda (Julia)
Lola Dueñas (Rosa)
Mabel Rivera (Manuela)
enfermedad degenerativa que va minando sus facultades motoras y finalmente mentales. El contácto con esa mujer despierta de nuevo sus deseos dormidos... su corazón que había renunciado al amor ("Yo, lo único que puedo dar es ternura"). Dos secuencias son especialmente emotivas: La primera es cuando ella se refugia en el ático a revisar antiguas fotos de él y le pide a la cuñada que le diga que se a ido a pasear a la playa. Entonces, con la fuerza de la imaginación Ramón se incorpora de la cama se acerca al ventanal, abre los brazos y se lanza al espacio, vuela através de los campos verdes hasta llegar al mar... allí divisa a Julia y se acerca hasta ella, la besa, la enlaza en sus brazos y la ama. La otra es cuando Julia, vencida por su enfermedad cae al suelo, Ramón escucha el ruido, su desesperación, su impotencia... es desgarradora, solo atina a gritar su nombre una y otra vez.
Y luego está Rosa (Lola Dueñas), una mujer con la carga de unos hijos pequeños, maltratada por su pareja y con una inmensa necesidad de amor, ella encuentra en Ramón, a esa persona en quien volcar su afecto.
Con él se siente querida y respetada y se enamora de él. En un inició intentará persuadirle de que a pesar de todo la vida vale la pena ser vivida; pero después será ella misma la que le ayude a terminar con todo.
Muchos personajes transcurren a lo largo de la película; pero en mi opinión son estas dos mujeres, quienes junto a Ramón llevan toda la carga emotiva del filme. Los sentimientos de los personajes; su apatía, desamor, amargura, impaciencia, desaliento, desesperanza... incomprensión, nos envargan durante los 110 minutos que dura el film.
También es importante la escena de la discusión con el sacerdote del Opus Dei, también tetrapléjico, que intenta convecerle que el mismo a pesar de su condición lleva una vida aceptable; y que no esta en sus manos decidir sobre su vida. Pero que al ver que nada consigue con sus palabras lo acusa de soberbio y de querer parecerse a Dios.
Su batalla termina en un departamento alquilado. Una dosis de cianuro disuelto en un vaso de agua que el bebe desde una cañita fue la forma menos dolorosa que encontró para morir. Graba su muerte en un video para evitar acusaciones posteriores. Fue Rosa quien le acompaño hasta el departamento, y la que decidió darle como prueba de amor, eso con lo que el tanto soñaba.
Ramón se convirtió en noticia en España, cuando alzo su voz para pedir a la justicia de ese país, la autorización para someterse a una eutanasia, que en su caso, en particular, significaba un suicidio asistido que involucro a muchas personas en un acto que en la mayoría de paises se considera un délito. La polémica entre los que apoyaban la posición de Sampedro y los que estaban en contra, lleno espacios noticiosos. El decía que solo quería una muerte digna. Se abrió un proceso penal, pero 13 mil personas se autoinculparon y la causa terminó archivándose en el 2000 por falta de pruebas. Pero hace poco más de un año Ramona Maneiro (Rosa, en la película) se sinceró en un programa de televisión español y recordó ese día. "Hago una serie de reparticiones con el cianuro en el vaso, le pongo una pajita y se lo pongó donde él quería. Preparo la cámara y le doy al botón" Hoy ya no la pueden juzgar por eso. El delito a prescrito. Ramón está donde siempre quiso.
"¿Por qué morir?
Porque el sueño se ha vuelto pesadilla.
Porque la humana razón es más
hipocrecía y menos verdad.
Y la libertad es sólo para los ingenuos
una inalcanzable utopía.
¿Por qué morir?
Porque todo viaje tiene su hora de
partida. Y todo el que va de viaje tiene el
privilegio, y el derecho, de escoger el
mejor día de salida."
No es este un tema alegre... sé que muchos no estarán de acuerdo con la eutanasia, pero yo que he vivido de cerca todo ese dolor. El dolor y la impotencia de ver cómo alguién a quien amas se va apagando poco a poco... hasta que ya no queda nada, ni un chispazo de conciencia. Solo unos ojos que te miran extraviados, y ya no sabes si te miran o miran otros mundos a los que ya no tienes acceso. Yo creo que no solo se trata de vivir sino de la calidad de vida que se lleva.
Nunca podría decidir sobre la vida de otros, pero quisiera que si alguna vez llegara a una situación parecida... alguna mano piadosa acabe con todo.
Poemas: "Cartas desde el infierno" Ramón Sampedro
Textos: "La República", "El Comercio" febrero 2005
Otros datos: La Butaca, Biografía Ramón Sampedro.