22 octubre, 2008

Para mi tristeza Violeta azul


"Violeta, no cierres la carpa hoy,
mira que afuera aún brilla un trocito de sol.
Violeta, bordame unos sueños,
bordame tus calles, tus amigos.
Pintame el dolor de los campesinos.
Cantame quedito, quedito tus penas,
que brote de tus manos hermosas
un cántaro de arcilla
para guardar mis tristezas.

Violeta, no cierres la carpa hoy...
no llores por los malos amores,
arriba aún brilla el sol"

La genial Violeta Parra; poetisa compositora, pintora, cantante, nace en San Carlos, Chile, un 4 de octubre de 1917. Rodeada de muchos hermanos, siempre viendo a su madre afanándose en la máquina de coser para colaborar con la manutención del humilde hogar, al quedarse su padre sin trabajo el afán de Clarisa se haría mayor, lavando, vendiendo. Ella y sus hermanos pronto mostraron su inclinación a la música, Violeta aprendió a tocar guitarra a los 9 años y a componer a los doce. Pero aquello que al principio era una diversión para los pequeños Parra habría de convertirse en una forma de ganarse la vida al enfermar su padre. A la muerte de este, Violeta viaja a Santiago para retomar sus estudios gracias a la ayuda de Nicanor, uno de sus hermanos, pero los abandona porque allí nadie se interesaba por la música.
Así empezaría la vida andariega de Violeta, llevando el canto de su tierra a todos lados, se casa en 1938 con Luis Cereda y tiene dos hijos Ángel e Isabel, que llevarían como su madre la música en las venas. El matrimonio dura diez años, y es que Violeta era como un pajarillo, imposible de enjaular sin matarlo.
En 1954 gana un premio que le permite hacer una gira por la ex Unión Soviética y parte de Europa; pero es en París donde crea con más fuerza, antes nadie había llevado el folclore chileno tan lejos y con tanto éxito.
Pero su actividad artística no se restringía solo a la composición, también era ceramista, hacía trabajos en arpillería y pintaba al oleó llegando a ser la primera expositora latinoaméricana en el museo del Louvre.
Hasta que llegó a su vida Gilbert Favre, musicólogo y antropólogo suizo que se convertiría en el gran amor de Violeta, para él son sus más apasionadas canciones; pero jamás olvido a su gente y compondría hermosas canciones donde se reflejaba la pobreza, la injusticia y los abusos contra los más humildes.
Favre se marchó a Bolivia y contrajo matrimonio allá, con él se fueron todas las ilusiones de Violeta, esto aunado a un intento fallido de montar una carpa que sirviera como una especie de museo popular, intento que no obtuvo por parte de la gente la respuesta deseada, desencadenó lo que sería su amargo final, el 5 de febrero de 1967, Violeta se suicida en la misma carpa de La reina que había montado.

Fuente: Wikipedia

Yo conocí a Violeta Parra a través de maravillosa voz de Mercedes Sosa, quién no ha escuchado "Gracias a la vida" y "Volver a los diecisiete", quizá las más populares de sus canciones. Pero la tristeza que emana "Corazón maldito" y la entusiasta humanidad de "Me gustan los estudiantes" son quizá una pequeña muestra de el inmenso legado musical y artístico de Violeta.

Corazón Maldito

Corazón, contesta,
por qué palpitas, sí,
por qué palpitas,
como una campana
que se encabrita, sí,
que se encabrita.
Por qué palpitas.

No ves que la noche
La paso en vela, sí,
la paso en vela,
como en mar violento
la carabela, sí,
la carabela.
Tú me desvelas.

Cuál es mi pecado
pa maltratarme, sí,
pa maltratarme,
como el prisionero
por los gendarmes,sí,
por los gendarmes.
Quieres matarme.

Pero a ti te ocultan
duras paredes, sí,
duras paredes
y mi sangre oprimes
entre tus redes, sí,
entre tus redes.
Por qué no cedes.

Corazón maldito
sin miramiento, sí,
sin miramiento,
ciego, sordo y mudo
de nacimiento, sí,
de nacimiento.
Me das tormento.


Me gustan los estudiantes

Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!

Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!

Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!

Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!

Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!

Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!

Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!
Este enlace les dará acceso a todas las canciones escritas por Violeta, no dejen de vistarlo: http://www.cancioneros.com/aa.php?NM=232

7 comentarios:

Arquitecturibe dijo...

Violetas... Rosas... todas las cosas lindas tienen nombre de Flora!
QUien no conocio a Violeta de la mano de Mercedes? latinoamerica entera la conoce aun sin saber su nombre
Gracias Rosita
Un beso enorme desde mi lejana galaxia

Dalia dijo...

muy interesante Rosa.

Marga dijo...

Que lindo Rosa, algo conocía de ella, pero gracias a tí, he descubierto muchísimo más.

Fantástico!!!

Besitos y abracitos

un-angel dijo...

Como siempre, mi Rosa, cuando tratas un tema lo tratas con profundidad. Hay mucho que agradecer a Violeta, y no solo musicalmente.
Pero sin tristeza, amiga mia.
Un beso, muy grande.

Candela dijo...

Gracias por acercarnos un pedacito de arte, de recuerdos, de amor...

Besitos querida Rosa.

pon dijo...

La gran Violeta. Nunca suficientemente reivindicada, graicas por hacerlo en tu casa.

Javier dijo...

Me alegra ver que aún queda gente que se acuerda de ella, ahora que todo son prisas y voracidad por las novedades.