La magia de Tolkien

Tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo.

Siete para los señores Enanos en casas de piedra.

Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.

Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro.

"Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras"

Dónde reside la magia de los escritos de Tolkien que atrapan a generaciones enteras. La Trilogía de El Señor de los Anillos, tuvo aun mayor difusión con el estreno de las películas dirigidas por el neozelandés Peter Jackson. Un proyecto que abarco siete años de preparación y casi un año y medio de filmación. En pocas ocasiones una novela ha sido llevada con tanta fidelidad a la pantalla, solo algunos pasajes y personajes secundarios fueron suprimidos.

Cómo logró J.R.R Tolkien, especialista en historia medieval y filólogo de origen sudafricano; al que le gustaban de manera casi emocional el finés, el galés, el gótico y el inglés antiguo; crear todo un mundo paralelo. La Tierra Media; con la explicación de la creación de este mundo y su mitología, con su particular geografía, razas claramente definidas y sobretodo un propio lenguaje (el Quenya). Una obra que le abarco once años de su existencia. Se suponía que "El Señor de los Anillos" sería una continuación de "El Hobbit" y terminó siendo la del "Silmarillion".

Pienso que el valor de la obra reside en los simbolismos de la misma: El anillo representa el poder que corrompe y destruye, por eso los hombres son los primeros en caer bajo su dominio. Toda la ingeniería desatada por Saruman, representa el fenómeno de la industrialización; el avance de la civilización sin control, en desmedro de la naturaleza. La tala indiscriminada de los árboles, la corrupción de los ríos. Y Barbol mismo podría representar esa naturaleza que se vuelve contra sus destructores, los Ents son los pastores de los árboles, los guardianes de la creación, los que abrirán los diques para que las aguas limpias del río vuelvan a fluir y arrastren toda la "suciedad" de Saruman.

Los Elfos representan todo lo bueno y bello, todo aquello que debe ser preservado; por eso siempre están rodeados de hermosas edificaciones que no rompen la armonía de los bosques, montañas, valles o cataratas sino que se acoplan a estos. Ellos no buscan el poder sino el instruir a los hombres para que sigan cuidando de la Tierra Media, porque su tiempo está por terminar.

¡Al mar, al Mar! Claman las gaviotas blancas.

El viento sopla y la espuma blanca vuela.

Lejos al Oeste se pone el sol redondo.

Navío gris, navío gris ¿no escuchas la llamada,

las voces de los míos que antes que yo partieron?

Partiré, dejaré los bosque donde vi la luz;

nuestros días se acaban, nuestros años declinan.

Surcaré siempre solo las grandes aguas.

Largas son las olas que se estrellan en la playa última,

dulces son las voces que llaman desde la Isla Perdida.

En Eressea, el Hogar de los elfos que los Hombres nunca

descubrirán.

Donde las hojas no caen: la tierra de los míos para siempre.

Canción de Legolas al despedirse de la Comunidad

Y están los principios que forman parte de la humanidad por más que está persista en olvidarlos: el valor, la justicia, el honor, la lealtad, la piedad, la fe. Pilares sobre los que se rigen desde un principio los integrantes de la Comunidad; quizá alguno sucumba al poder del Anillo como Boromir, pero luego se reinvindicara con creces al sacrificarse defendiendo a los hobbits. Igual Merry y Pippin, pese a su naturaleza más bien placentera; lejos de las luchas y la violencia, no dudarán en tomar sus espadas para defender principalmente a su compañero Frodo y contribuir a la destrucción del Mal representado por Sauron; finalmente entienden que esta no es una batalla aislada, sino que involucra el bienestar de todos los habitantes de la Tierra Media.

Pero lo más importante son los lazos de lealtad que unen a los personajes, sobretodo al Portador del Anillo y Sam, concuerdo con aquel cuando dice: Y sin Sam, Frodo no hubiera llegado ni a la mitad del camino. En realidad Frodo fracaso en cierta manera, porque en el momento culminante cuando debía destruir el anillo, la voluntad le fallo y prevaleció su apego al mismo, es ahora que la piedad demostrada hacía Gollum da sus frutos. Se cumple lo que Galdalf había pronosticado, Hasta Golum puede tener aún algo que hacer. Es él quien en su afán por apoderarse del Anillo lo destruye y sus amargos días terminan con esa destrucción. Son muchas las ocasiones en que la lealtad sin límites de Sam, salva a Frodo de sucumbir al agotamiento, al hambre, al miedo, al deseo de abandonarlo todo, a la perniciosa influencia del Anillo.

"Llegaré, aunque deje todo menos los huesos por el camino. Y llevaré al señor Frodo a cuestas, aunque me rompa el lomo y el corazón".

Sam en el Monte del Destino

- Me hace feliz que estés conmigo - dijo Frodo- Aqui al final de todas las cosas Sam.

- Sí, estoy con usted, mi amo - dijo Sam, con la mano herida de Frodo suavemente apretada contra el pecho- Y usted esta conmigo. Y el viaje ha terminado. Pero después de haber andado tanto, no quiero aun darme por vencido. No sería yo, si entiende lo que le quiero decir.

Conversación entre Frodo y Sam al final del camino, después de la destrucción del Anillo

Es quizá por estas razones que la obra de Tolkien perdurará por siempre en todo aquel que haya tenido la fortuna de recorrer sus páginas.