30 noviembre, 2006

Para tí mi buen amigo


Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo,
que en todo camino y jornada esta siempre conmigo.
Aunque eres un hombre, aún tienes alma de niño,
aquel que me da su amistad, su respeto y cariño.

Recuerdo que juntos pasamos muy duros momentos,
y tú no cambiaste por fuerte que fueran los vientos.
Es tú corazón una casa de puertas abiertas,
tú eres realmente el más cierto en horas inciertas.

En ciertos momentos difíciles que hay en la vida,
buscamos a quién nos ayude a encontrar la salida,
y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado
me da la certeza que siempre estuviste a mi lado.

Tú eres mi amigo del alma en toda jornada,
sonrisa y abrazo testigo a cada llegada.
Me dices verdades tan grandes con frases abiertas,
tú eres realmente el más cierto en horas inciertas.

No preciso ni decir, todo esto que te digo
pero es bueno así sentir,
que eres tú mi gran amigo.

29 noviembre, 2006

El misterio de Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres pertenecían a una pequeña compañia de teatro que recorría América deteniéndose allí donde preveían unos ingresos de taquilla sustanciosos o simplemente aceptables. En una de estas paradas nació el escritor, rodeado de un medio donde la necesidad, las enfermedades y el alcohol lo impregnaban todo.
Su padre, David Poe, un inmigrante irlandés se casó con Elisabeth Arnold, inglesa, hija de actores y cuya vida siempre se desarrollo entre candilejas. Elizabeth era de una notable belleza.
Antes de que Edgar cumpliera tres años, el padre los abandono. Por algunos testimonios parece confirmarse su excesivo gusto por la bebida y su carácter desquiciado y agresivo. Lo que fue de él a partir de este momento es un misterio.
La madre abandonada, sin amigos ni parientes, se convierte en el sostén de sus hijos, todos ellos de muy corta edad. Pese a todos sus grandes pesares conserva igual expresíon de dulzura e idéntica perfección de rostro y figura. Al poco tiempo enferma de tuberculosis, y Poe es testigo de su penosa enfermedad estableciendo fuertes lazos afectivos con la figura materna, bella, enferma y luego muerta. La muerte debió conmover sus resortes internos de ahí la fascinación por ella, su necrofilia, reflejada de forma expresiva en estos versos:
Y estoy ebrio de amor por esa sombra,
la muerte que es mi novia. Suavemente
los gusanos por ella se pasean.
Fue adoptado después por un rico hacendado, John Allan, de quién se sabe que por lo menos al principio fue cariñoso con el niño. Pero la desordenada vida matrimonial y extramatrimonial de su padre adoptivo, hizo surgir una profunda aversión en el muchacho. Con la esposa Frances, en cambio mantuvó un profundo y compartido cariño. Sin embargo la muerte le arrebataría de nuevo al objeto de sus ternuras.

Sus relaciones con mujeres al parecer nunca fueron normales, desde su primer amor, Helen Stanard, madre de un compañero de estudios, cuya tumba visitará diariamente. Hasta el amor por su prima Virginia Clemm, con la que se casó cuando esta contaba con trece años de edad (él tenía veinticinco) y con la que convivió hasta su muerte, también de tuberculosis en enero de 1847.
Tal parece que este fue el detonante que lo lanzo al alcoholismo; aunque, es en la Universidad de Virginia, donde entra en relación con el alcohol por primera vez, cuando contaba con diesiete años. Pero era el suyo un alcoholismo muy peculiar, pues bastaba una copa para colocarlo al borde del "delirium tremens". Parece que las constantes recaídas de Virginia terminaron minando los nervios del escritor, quien se expresa así:
"Cada vez sentía todas las agonías de su muerte, y en cada crisis de la enfermedad la amaba cada vez más y me aferraba a su vida con más desesperada pertinacia. Pero soy de naturaleza sensitiva, nervioso en un grado poco común. Me volví loco, con largos intervalos de horrible juicio sano. Durante esos ataques de absoluta inconsciencia bebía; solo Dios sabe cuántas veces y cuánto. Como es natural, mis enemigos atribuyeron mi locura a la bebida, en vez de atribuir la bebida a la locura"
También fue aficionado al uso del laúdano (derivado del opio). No se sabe a ciencia cierta si el uso del mismo fue moderado o no, sí lo uso por simple afán experimentador o por mera terapía médica. Lo cierto es que Poe probó la droga y conoció sus efectos. Algunos de sus cuentos parece que fueron escritos durante estas crisis alucinatorias.
Hubo momentos en que la situación de Poe llegó a ser verdaderamente contradictoria por cuanto la fama que lo acompañaba a todas partes apenas se reflejaba en su situación económica, que, salvo cortisímos períodos, siempre fue desastrosa.
Edgar Allan Poe, falleció el 7 de octubre de 1849 en un hospital de Baltimore tras cuatro días de agonía y delirio. Había sido encontrado el 3 de octubre en una taberna de mala muerte llamada Ryan's en un estado de semiinconciencia absolutamente deplorable. Tenía pensado tomar el tren hacía Filadelfia. Nunca llego a su destino.
Pero el enigma de su muerte no ha hecho otra cosa, que considerar esta como un caso abierto. Las versiones van desde que murió por una sobredosis de alcohol, hasta las hipotesís de que habría muero de sifílis o de la rabia, pasando por teorías que atribuyen la causa de su deseso a sus transtornos nerviosos o a la ingestión de drogas.
La obra:
  • La actividad creadora de Poe, abarcó diversos campos, por ejemplo como periodista escribió ensayos y críticas aparecidos en forma dispersa en las numerosas revistas para las que colaboró. Como poeta podemos citar tres piezas que habrían bastado para incluirlo en la historia de la literatura: "El cuervo", "El palacio encantado" y "Annabel Lee". Como narrador, es posible ordenar todo su material dividiéndolo en tres temas principales:

  • Cuentos análiticos (El escarabajo de oro, Los crímenes de la Rue Morgue, El Misterio de María Roget y La carta robada).
  • Cuentos de anticipación o terror metáfisico (El tonel del amontillado, Un descenso al Maelstrom , Los hechos en el caso del Señor Valdemar, El corazón delator, Manuscrito hallado en una botella).
  • Cuentos de terror (Berenice, El entierro prematuro, Ligeia, Hop-Frog).

Novelas: Las aventuras de Arthur Gordon Pym

Libro recomendado: La sombra de Poe (Seix Barral, 2006) de Matthew Pearl(1975)

La obra de Matthew Pearl se propone, precisamente, desentrañar el secreto de la muerte de Poe, desde el plano de la ficción literaria. Para tal efecto recurre a la documentación histórica ya conocida y a algunos descubrimientos recientes, a fin de construir una novela de misterio, ambientada a los años que siguieron a la muerte de Poe y gira en torno a la obsesiva devoción del abogado Quentin Clark - protagonista de la historia- Por la obra de Poe.

Clark no pede soportar la absoluta indiferencia en medio de la cual es enterrado el poeta y la maledicencia de la prensa con que la prensa hace pública la noticia de su muerte, y sobre todo las patéticas circuntancias en que fue encontrado antes de morir. Entonces Clark emprende una cruzada para reinvindicar esclareciendo las verdaderas causas de su muerte, aunque esto signifique poner en oeligro su acomodada situación social y económica.

Clark viaja a Paris, en busca del hombre que habría inspirado a Poe, para crear el personaje de Auguste Dupin. En su empeño conoce a Auguste Duponte, un hombre que se había hecho célebre en Francia porque resolvió algunos casos que parecían indecifrables para la policía. Clark ve en él al prototipo de Dupin. Simultáneamente entra en conctacto con el Baron de Dupin, sujeto astuto y que se mueve frecuentemente fuera de la ley, quién intenta convencerle que él es el la persona en que se baso Poe para el personaje. Sin embargo Clark está convencido que es Duponte es el hombre y lo persuade de acompañarlo a américa para llegar al fonde del asunto, pero no puede evitar que el Baron de Dupin, se vaya con ellos. Comienza entonces una lucha entre ambos personajes para ver quién descifra el primero el misterio.

http://www.seix-barral.es/la-sombra-de-poe/personajes.asp

Textos: Juan José Milla

Fotos: Wikipedia

28 noviembre, 2006

FELIZ CUMPLEAÑOS ANGELITO


Yo conozco un ángel dulce que siempre se asoma al río, para buscar el reflejo de la luna inspiradora. Este ángel ama las noches y los días, los paseos en bicicleta, la nieve y los gatos. Pero sobretodo ama a los amigos y siempre les arranca una sonrisa o les llena de dulce nostalgia.
En ocasiones se ausenta, pero son breves sus partidas, como un suspiro. Y luego torna a su montaña, con las alas desplegadas, agitando el viento y los días.
Vuela siempre ángel azul, ya sea a ras del suelo o en alto cielo; quedate siempre a hacernos compañia, para los días de sol o aquellos otros en que las horas se visten de gris.
Que la vida siempre te siembre mariposas risueñas en tus blancas alas, que la dicha se siente siempre a tú lado, que el tiempo teja recuerdos dulces en tus sienes y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, que sea tú corazón como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.
Un beso de esta Rosa a quién un día devolviste la sonrisa. Y un feliz, pero muy feliz cumpleaños.

23 noviembre, 2006

Baudelaire: poemas escogidos

LOS FAROS



Rubens, río de olvido, jardín de la molicie,
Cojín de carne fresca en que nunca amaremos
Mas donde fluye vida y sin cesar se agita
Como el aire en los cielos y la mar en la mar;

Leonardo da Vinci, profundisímo espejo
Donde hechiceros ángeles, con ligera sonrisa
Cargada de misterio, se insinúan en la sombra
De pinos y glaciares que enmarcan su país;

Rembrant, triste hospital poblado de murmullos
Tan sólo decorado por un crucifíjo inmenso,
Donde el lloroso rezo sube de la basura
Y al que un rayo infernal de súbito atraviesa.

Miguel Ángel, espacio donde se ve a los Hércules
con los Cristos mezclados, y rígidos alzarse
Poderosos fantasmas, que durante el crepúsculo
Desgarran los sudarios engarfiando sus dedos;

Impudicia de faunos, rabia de boxeadores,
Tú que supiste hallar la gracia de los pillos,
Corazón orgulloso, débil hombre pajizo,
Puget, emperador triste de los forzados;

Watteau, ese carnaval donde tantos ilustres
Como las mariposas vagan resplandecientes,
Ligeros decorados que alumbran las bujías
Volcando la locura a esa girante danza.

Goya, atroz pesadilla de las cosas irreales,
De fetos que se cuecen durante el aquelarre,
De viejas al espejo y chiquillas desnudas
Ajustando sus medias para tentar al diablo;

Delacroix, rojo lago lleno de ángeles pérfidos,
Al que da sombra un bosque de pinos siempre verdes;
Insólitas fanfarrias bajo un cielo pesado
Pasan, como un suspiro sofocado de Weber;

Esas blasfemias, llantos, esas imprecaciones,
Esos éxtasis, gritos, Te Deums, maldiciones,
Son un eco devuelto por laberintos mil;
¡Para los corazones un opio de otros mundos!

Una voz que repiten miles de centinelas,
Una orden que trasmiten miles de voceadores,
Un faro iluminado sobre mil ciudadelas,
¡Un grito de monteros perdidos en el bosque!

Porque en Verdad, Señor, el mejor testimonio
Que podemos mostrar de nuestra dignidad
Es este ardiente grito rodando en las edades
¡Que va a morir al borde de nuestra eternidad!

Las Flores de Mal

Charles Baudelaire, Paris 1821-1867



20 noviembre, 2006

La playa (final)


La banda de Möbius no tiene arriba ni abajo, principio ni fin, exterior ni interior. Es una superficie no orientable, un cuerpo espacial imposible pero existente, una superficie contínua y eterna, el infinito perfecto, el laberinto perfecto del que no se puede escapar.


Pon, 23 de octubre del 2006

- ¿Muerto?... eso es imposible, es absurdo.
- Francisco, yo te enterre... ¡Por Dios!
De pronto el joven se entreabrio la camisa y tomo la mano de Jorge y la colocó sobre su pecho.
- Sientes estos latidos, el corazón de un hombre muerto no late así.
Le sujetaba la mano con fuerza, casi hasta lastimarlo. Luego la puso sobre su rostro.
- Sientes mi respiración... entonces ¿cómo puedo estar muerto?
- Francisco, ni yo mismo puedo explicarme lo qué sucede, no me pidas entonces que te diga nada.
De pronto los ojos de Jorge miraban sorprendidos como Francisco se iba despojando de su ropa. Ahora formaban un pequeño montón bajo sus pies. Esperaba en silencio, sin moverse, solo sus ojos hablaban por él; su mirada era tierna, acarariciadora; una mezcla de intenso deseo y profundo amor. Jorge se acerco temblando hasta él, con suavidad lo atrajo hasta su cuerpo y lo estrecho con fuerza. Sus labios besaron aquellos ojos de cielo; y luego navegaron por sus mejillas, saboreando la sal de sus lágrimas y del sudor que resbala por sus sienes. Finalmente se fundió en su boca sonrosada y suave, la tomo en la suya y bebio de ella aquel conocido sabor de menta y tomillo. Sus manos se crisparon sobre la tierna carne de su amigo y acariciaron ardorosas su espalda, para continuar en un vértigo descendiendo...descendiendo.
Ambos yacían sobre la arena, Jorge luchaba por desprenderse del estorbo de sus ropas. Ahora su piel estaba libre de ataduras y se tendía como un cálido manto sobre la piel de Francisco, la urgencia de su deseo los obligaba a apretarse el uno contra el otro, hasta fundirse en uno solo.
Descansaban los dos sobre la arena, con el deseo aún martillando en su pecho, en sus venas. Francisco se había adormilado ligeramente, y ahora Jorge le contemplaba extasiado. Que bello era su amado. Sus cabellos oscuros como la noche, caían en suaves ondas sobre su frente; sus delicados labios sonreían, con la sonrisa de un niño agotado despues de un fatigoso juego. Como amaba la suavidad de su cuello al contacto con sus labios, y sus pectorales suavemente dibujados. Sus ojos se perdían en su vientre firme, en la suave curva de sus muslos; amaba cada rincón de ese cuerpo. No pudo resistir abarcarlo poco a poco con sus besos , reteniendo el aliento, apenas rozando la piel. Pero su amigo despertó, se revolvía risueño con esas leves caricias.
- Pero, ¿qué haces? Me estas haciendo cosquillas.
- No quiero olvidarte nunca, quiero grabar en mis labios todos tus sabores, todas tus formas.
- ¡Estas loco! Anda, vamos a bañarnos un rato, estamos llenos de sudor.
El muchacho no espero respuesta y corrió hasta el mar, se hundió en sus aguas, y volvió a salir. Jorge lo miraba sonriendo "eres tan chiquillo a veces, me haces sentir que el tiempo no pasa. Y que en tú sonrisa puedes extinguir las horas, los días, los años..."
Francisco lo llamaba desde el agua, Jorge se levanto y se fue hacía él. Estuvieron bastante rato jugueteando, pero sin alejarse mucho de la orilla. Después se tendieron un rato al sol, para secarse y descansar. Les extrañaba no sentir hambre, hacía horas en el caso de Jorge y días para Francisco que no probaban bocado alguno; y sin embargo, tenían la misma sensación de quién acaba de comer y beber bien.
Sus cuerpos jovenes y dorados por la luz del sol, hubieran servido de inspiración a los antiguos pintores del renacimiento que tanto se extasiaban en los bellos mancebos. Fue Francisco quién se levanto primero y comenzó a vestirse, el otro lo detuvo malicioso.
- Vamos, no te vistas, me gusta tanto verte sin nada encima.
- Ya dejáme vestir, hemos ido muy lejos, imaginate que alguién nos hubiera visto. Tú me haces perder la cabeza.
- No creo que a nadie le importe aquí lo que hagas o dejes de hacer. Pero entonces... ¿Has visto a alguién?
- Sí, unas muchachas muy guapas. Creo que eran... Gloria y Mila, asi me dijeron que se llamaban.
- ¿ Y alguién más?
- Bueno, había un grupo de chiquillos jugando en el agua, una mujer los cuidaba.
- ¿ Hablaste con ellos?
- No, la mujer me saludo. Y luego siguio mirando a los niños. Se notaba que se interesaba mucho por ellos.
- Esos pequeños deben haber muerto también, y de seguro esa mujer vino aquí para cuidarlos.
- No sé de qué hablas
- Gloria y Mila no hablaron contigo.
- Casi nada, unos pocas palabras. Me dijeron que debía esperar, pero no me dijerón qué, y después se alejaron rápidamente.
- Hay un hombre que pinta cuadros en la playa, pinta a las personas que pasean por ella, pero no a cualquiera, sino a aquellas que van a morir pronto, es como si las atrapara dentro del lienzo. Y luego, cuando mueren, de alguna manera encuentra a la persona que más los amaba y le propone entrar al cuadro, para seguir a su lado. Yo entre a través de la pantalla del computador. De alguna manera, sin saberlo, yo quería encontrarte.
- Es la cosa más increíble que he escuchado en mi vida. Y si no fuera porque estas aquí, en este lugar extraño, creería que has enloquecido.
Francisco terminó de vestirse y Jorge se vio obligado a hacerlo también. Se levantaron y empezaron a caminar, sus manos se buscaron y así continuaron avanzando cerca a la orilla.
No habrían caminado mucho, cuando sintieron un viento frío y extraño, levantarón los ojos y vieron un agujero negro e insondable, que se iba ensanchando poco a poco, los muchachos vieron con terror que se cerraba sobre ellos. Fue entonces cuando Jorge sintió que algo jalaba de él, como sí una inmensa aspiradora lo succionara. Sentía las manos de Francisco cerrarse sobre la suya, para evitar que volara al interior del agujero, pero era imposible. Sus manos se fueron soltándo y Jorge se precipito en aquella negra abertura.
El otro muchacho, se quedo sobre la arena con los puños cerrados, y los ojos arrasados en lágrimas. Solo le quedaba ver cómo el agujero se iba cerrando hasta convertirse en un pequeño punto en el cielo, y luego nada.
Jorge se vió de pronto de nuevo en la habitación, allí estaban sus muebles, su mullida cama. Las cosas de Francisco amantonadas sobre un sillón. El estaba sentado en el piso, también lloraba, pero qué podía haber ocurrido. Un ruido que llegaba de la cocina le saco de sus pensamientos, se levanto de prisa y corrió hasta allá. Le sorprendió ver a Daniel, un buen amigo de ambos; era un muchacho simpático y bondadoso, un poco curioso, pero ese era un defecto menor.
Daniel al verlo parado en la puerta, con el rostro desencajado y la ropa toda arrugada, no pudo evitar dar un grito ligero que ahogo rápidamente. Además le extrañaba verlo allí, el recordaba haber revisado la casa por completo y éstaba seguro de que no había nadie.
- Jorge, pero... de dónde has salido. Me he pasado el día buscándote, cuando no te encontre en la casa fui a preguntar por tí por los alrededores pero nadie me daba razón.
- Yo, yo... acabo de llegar. Salí un rato a... a respirar.
- Es raro que nadie te haya visto salir. El portero no me dijo nada.
- Estaba distraido seguro, y no me vio salir.
Jorge se movía pensativo. Entonces una idea cruzó su mente. Clavó los ojos en su amigo, que estaba ocupado lavando los trastos en el fregadero y una repentina rabia se apodero de él.
- Daniel, tú moviste algo en el computador. Dime ¿lo hiciste?
Había tomado al otro de la camisa y lo zarandeaba con desesperación. Daniel logro zafarse y retrocedió asustado hasta la pared. Sus ojos le miraban con una expresión de miedo y asombro. Nunca antes había visto a Jorge en aquel estado, siempre tuvo un carácter agradable y sus maneras eran suaves y corteses. Distaba mucho de aquel hombre que lo miraba ahora enfurecido y demudado.
- Pero...¿qué te pasa Jorge? Estas actuando como un demente.
El otro se llevó las manos a la cabeza con un gesto de desesperación. Retrocedió lentamente hasta la cama y se sentó sobre ella. Cerró los ojos para calmarse y ordenar sus ideas. después de todo su pobre amigo no tenía la culpa de nada.
- Perdóname Daniel, perdóname por favor. Pero trata de entenderme. Está demasiado reciente la muerte de Francisco y no me hago todavía a la idea, cualquier cosa me saca de quicio. Y al verte revolviéndo las cosas me enfurecí.
- Amigo, no te preocupes. Yo solo quería ayudar, no sé, tanto tiempo sin salir de aquí, sin contestar las llamadas. Toda la gente de la facultad estaba preocupada por tí. Y decidí venir a ver cómo andaban las cosas.
- ¿Y cómo entraste?
- El portero estaba también preocupado, pero no se atrevía a entrar. Lo único que lo tranquilizaba era que escuchaba ruidos. Así que penso que estabas bien, fue él quien me abrió la puerta.
- Bien amigo te agradesco mucho todo esto. Pero ahora dime algo, ¿hiciste algo con la computadora cuando llegaste?
- No, solo la apague, tuve que resetearla, había un extraño paisaje de una playa. No tenía forma de cerrarlo y pulse el botón de resetear y después la apague.
- ¡Dios!, tus intenciones eran buenas, pero me has hecho un daño terrible. Te lo ruego Daniel, dejáme solo. Agradezco tú ayuda, pero ahora necesito estar solo. Vete, vete...
Daniel lo miró como se mira a alguien que ha perdido la razón, movió la cabeza con tristeza y salió cerrando la puerta con fuerza. Apenas cerró la puerta tras de sí, Jorge corrió hasta la computadora, busco en todos los archivos el dichoso cuadro, pero nada, no había rastro de él.
Trató de recordar, qué había estado haciendo aquella vez. Sí, las fotos, él estaba revisando los archivos de fotografías de Francisco. Comenzó a revisarlas unas tras otra, pero nada ocurría. Entonces vió su rostro reflejado en un espejo cerca al computador, se sobrecogío al verse a sí mismo en aquel estado. Sus ojos brillaban como poseídos por la fiebre y su cara tenía una expresión atemorizante. Se alejo del computador, y paseo un rato por habitación: "No, así no voy a encontrarlo, no en este estado. Debo tranquilizarme, debo tranquilizarme..." Respiro hondo, penso en todos los ratos agradables que habían pasado juntos; en el sabor de su piel, que aún conservaba en sus labios. Poco a poco la paz fue inundando su corazón; sentía sus músculos relajarse, su respiración hacerse suave y acompasada, sus manos ya no temblaban más. Entonces volvió a sentarse frente al computador y a repasar nuevamente las fotos, ahora sonreía de nuevo. Pensaba que si Francisco hubiera vivido unos años más, habría visitado hasta el lugar más recóndito de la tierra. De pronto la pantalla volvió a oscurecerse y apareció ante sus ojos la pintura de la playa, de nuevo sintió el calor del sol y la brisa fresca. Cerro los ojos y puso la mano sobre la pantalla, cuando los abrió, estaba sobre la arena.
Corría y corría por la orilla en busca de Francisco, pero no lo veía por ningún lado. Distinguio entonces un hombre mayor frente a un caballete que pintaba el paisaje marino, se acerco hasta el y se detuvó contrariado.
- Usted, usted... es el hombre de los cuadros, claro que es usted, ¿cuál es su nombre?
- Eso no importa, pero si quieres darme un nombre que sea Kroyer. Pero mirá, mirá hacía allá, alguien te espera.
Jorge desvió la mirada y vió a Francisco caminando por la orilla, tomó la mano del viejo entre las suyas y se la llevo hasta los labios. El hombre lo quedo mirando unos segundos, solo hasta que los vió reunirse y abrazarse; luego sus ojos volvieron al lienzo que estaba dibujando, una sonrisa se dibujo en sus labios.
Afuera se escucho una pequeña explosión, la computadora se había sobrecargado. Jorge había tomado aquella pequeña precaución, nadie volvería a apartarlo del lado de quien amaba.
Amigo lector, te invito a ampliar la imágen de La Playa, pon tú mano sobre la pantalla y espera, quién sabe encuentres lo que estas buscando.

18 noviembre, 2006

La fuerza de un rostro bello ¡que espuela para mí!



Escrito alrededor de 1534. Para Cavalieri.


Con vuestros ojos bellos veo una dulce luz

que con los míos ciegos ver no puedo;

llevo con vuestros pies un peso encima,

que con los míos cojos no podría.

Vuelo con vuestras alas yo sin plumas;

con vuestro ingenio al cielo siempre aspiro;

por vuestro arbitrio estoy palido o rojo,

frío al sol o caliente entre las brumas.

Sólo en vuestro querer habita el mío,

en vuestro corazón mis pensamientos se hacen,

y en vuestro aliento mis palabras moran.

Como una luna solo me parece ser,

que nuestros ojos en el cielo ver no saben

sino aquello sólo que el sol ilumina.


El más antiguo de sus amantes ideales, fue Gherardo Perini, hacía 1522. Miguel Ángel se prendó después, en 1533 de Febo di Poggio; un ídolo de rostro bello con un alma vulgar y despreciable, que contestaba a las cartas y poesías del genio pidiéndole dinero. Y en 1544 de Cecchino dei Gracci.

Pero sobre todos los demás amó a Tommaso dei Cavalieri, aristócrata romano, joven y apasionado por el arte; hizo sobre un cartón su retrato de tamaño natural, retrato único dibujado por él; porque detestaba copiar a una persona viva como no fuese de una incomparable belleza.

El amor de Miguel Ángel por Tommaso dei Cavalieri se presta a desconcertar al término medio de los espíritus. Su propio sobrino nieto, en su primera edición de las Rime, no se atrevío a publicar exactamente las poesías a Tommaso. Dejaba presumir que estaban escritas a una mujer.

Condivi, decía que Miguel Ángel no hablaba del amor, de otro modo que no lo hubiera hecho Platón, pués en sus palabras había la virtud de extinguir en los jóvenes los desordenados deseos que les agitan.

Pero este idealismo platónico no tenía nada de literario o de frío; coincidía con un frenesí del pensamiento que hacía de Miguel Ángel presa de cuanto bello llegara a sus ojos. No lo ignoraba él, pués en cierta ocasión rechazando una invitación hecha por su amigo Giannotti, se expresaba así:

"Cuando veo un hombre que posee algún talento o don del espíritu, un hombre que sabe hacer o decir algo mejor que los demás, no puedo evitar el sentirme atraído por él; y entonces me entrego a él tan enteramente que ya no soy dueño de mí mismo... Así lejos de sentirme reposado, fortificado y serenado por vuestra compañia, saldría de ella con el alma desgarrada y dispersa a todos los vientos, hasta no saber, durante muchos de los siguientes días, en qué mundo me estaba moviendo".

Sí así le conquistaba la belleza de pensamientos, palabras o de sonidos, cuánto más habría de serlo por la belleza del cuerpo.

La fuerza de un rostro bello !que espuela para mí!

Nada en el mundo me deleita tanto.

Poesías CXLI

Miguel Ángel conoció a Cavalieri en Roma, en el otoño de 1532. El joven contaba con 17 años y el pintor con 57. La primera carta, en la que el joven contesta a las inflamadas expresiones de Miguel Ángel, esta llena de admiración al pintor:

"He recibido una carta vuestra que me ha sido tanto más grata cuanto más imprevista; digo imprevista porque no me considero digno de que me escriba tal hombre como vos. Cuanto lo que que os han dicho en mi elogio, y en cuanto a esos mis trabajos por los que aseguráis haber sentido no escasa simpatía, he de responderos que no eran tales como para que un hombre de un genio como el vuestro..., escriba a un muchacho apenas principiante y lleno de ignorancia. No puedo, sin embargo, creer que mentís. Creo, sí, que el afecto que me mostráis no procede sino del amor, que un hombre como vos, personificación del arte ha de sentir por quienes se consagran al arte y lo aman. De ellos soy: y en punto a amar el arte ninguno me aventaja. Por cierto tened que os pago vuestra afección; nunca amé a hombre alguno como a vos, ni he deseado nunca, como la vuestra una amistad... Os ruego que dispongáis de mí en todo momento y me ofrezco eternamente vuestro.

Vuestro devotísimo, Thomao Cavalieri".

Cavalieri guardó siempre, a lo que parece, el mismo tono de afecto respetuoso y reservado. Permaneció fiel a Miguel Ángel hasta su última hora, a la cual asistió. Conservó su confianza; era el único a quien se consideraba con influencia sobre él, y tuvo el raro merito de usar siempre de ella para el bien y la grandeza de su amigo: Él decidió a Miguel Ángel a terminar el modelo de madera de la cúpula de San Pedro. Él quien nos conservó los planos de Miguel Ángel para la construcción del Capitolio, y quien trabajo para realizarlos. Él, en fin, quien muerto Miguel Ángel veló por la ejecución de sus planes postreros.

Más la amistad que Miguel Ángel sentía por él, era como una amorosa locura. Le escribía cartas delirantes. Se dirigía a su ídolo con la frente hundida en el polvo. Le llama "poderoso genio... milagro... luz de nuestro siglo". Le hace donación de su presente íntegro, de su porvenir sin limitaciones y le duele no poder darle su pasado.

Le hace soberbios presentes: asombrosos dibujos, maravillosas cabezas al lápiz rojo y negro que le había hecho con la finalidad de enseñarle a dibujar. Luego dibujo para él un Ganímides transportado al cielo por el águila de Zeus y otras obras de gran belleza y perfección. Le envía también sonetos, a veces admirables, con frecuencia oscuros, algunos de los cuales se recitaron pronto en los círculos literarios y se conocieron en toda Italia.

A todas estas apasionadas poesías, "el dulce señor amado" oponía su frialdad tranquila y afectuosa. La exageración de está amistad le lastimaba en secreto. Miguel Ángel le disculpaba:

"Caro señor mío: no te irrite mi amor que se dirige sólo a lo que hay mejor en tí, porque el espíritu del uno debe prendarse del espíritu del otro. Lo que deseo, lo que me enseña tu hermoso rostro, no pueden comprenderlo hombre vulgares. Quien quisiera comprenderlo debe antes morir".

Hasta la antevíspera de su muerte, Miguel Ángel continuaba sin consentir guardar cama. Dicto su testamento en pleno uso de sus facultades, entre sus amigos y servidores. Era un viernes 18 de febrero de 1564.

Junto a él permanecía el fiel Cavalieri.

El dibujo se realizó en el momento en el que Miguel Ángel amaba con más fuerza y pasión a Tommaso y es difícil no asociar esos rasgos con los de Tommaso, sobre todo si seguimos la lectura conjunta de sus sonetos que al joven Cavalieri dedicó.
De sus 79 sonetos íntegros, el 43% están dedicados a hombres y de ese 43%, el 82% están dedicados a Tommaso dei Cavalieri y el 13% a los jóvenes antes citados.

Textos: Romain Rolland- Nobel 1915

Dibujo, otros datos: Isla ternura.com

16 noviembre, 2006

¡Gracias a la vida!




Para los que estan tristes o cansados, o simplemente necesitan una caricia:

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado y
en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Violeta Parra


Gracias a la vida, porque tenemos dos ojos que nos permiten ver la luz cada mañana, y abarcar una montaña y un bosque. Nos permiten leer un libro, mirar una película, admirar los colores y las formas sobre un lienzo o ver nuestra querida ventana; que nos muestra más que los ojos, porque nos enseña el corazón de quienes viven tras ella.
Gracias a la vida porque tenemos oidos para escuchar la voz de los que amamos, y la música que nos gusta, y el sonido del mar cuando se retira entre las piedrecillas, y el susurro del viento entre las hojas de los árboles.
Gracias a la vida porque tenemos nuestros pies, que nos llevan a la casa de los padres, o a la del amigo. Nos llevan al cine, y al parque de la esquina. Al campo y al asfalto.
Gracias a la vida porque tenemos un corazón, que nos hace sentir alegrias y tristezas, porque de ellas está hecho el camino.
Gracias a la vida porque tenemos el olfato, que nos trae aromas dulces y agradables; el olor de los jazmines y violetas, de la brisa marina, de las naranjas frescas, del pasto recién cortado, de la tierra húmeda después de la lluvia; de un perfume amado, que se quedo atrapado en la memoria.
Gracias a la vida porque tenemos las manos, y los dedos; que igual danzan sobre el teclado creando belleza a su paso, o garrapatean un esbozo a lápiz, o curan ágiles la herida del hijo, o dejan una caricia en la frente del amado; o vuelan como pájaros en la cocina, en el jardín, en la oficina, haciendo que lo cotidiano se torne mágico.
Gracias a la vida porque tenemos un techo que nos cobija,
comida que nos alimenta, ropa que nos viste.
Fe que nos reconforta, esperanza que nos alienta,
sueños, que nos impulsan a seguir.
Risa que rompe el tempano más sólido,
que libera tensiones, que sana heridas,
que ilumina el día más oscuro.
Amor, que desde lejos nos envuelve y nos hace recordar que no estamos solos.

Siempre recuerdo frases o escenas de la película "Lo que el viento se llevo"; será porque me gusta tanto. Y ahora me viene al recuerdo, justo el final de la misma, cuando Scarlett entristecida, piensa en la forma de recuperar a Rhett. Entonces recuerda lo que él mismo y su padre le decían: "La tierra es lo más importante, tú fuerza está en la tierra roja de Tara". Y ella se dice : Sí, volvere a Tara... y pensare la forma de recuperar a Rhett, pero hoy no puedo pensar en eso, mañana lo hare. Despues de todo, mañana es otro día.
Busquen Tara dentro de ustedes mismos, porque existe, aunque lo hayamos olvidado. Emprendan un viaje hacia ella, y saquen la fuerza que necesitan de su tierra roja.
Despues de todo, mañana es otro día.

15 noviembre, 2006

Mis Top Ten (Final)

Y como el unicornio azul sigue sin aparecer. Pero... dónde se habrá ido, sí tenía pasto fresco, agua dulce del rio y todo. Creo que se ha ido a pastar cerca de las hogueras de las Anitas, o se ha quedado por allí con You, Mountain y el desconocido. Si le ven retozando por la montaña, diganle que lo extraño mucho.
Y allí va la segunda entrega de "papacitos", como dice Dalia.
Heath Ledger
Lugar de nacimiento: Perth (Australia)
Año: 04 de abril de 1979
Películas: 10 cosas que odio de tí, Destino de caballero, Casanova, Brokeback Mountain, El secreto de los hermanos Grimm.
Curiosidad: Su nombre completo es Heathcliff (sí, como el personaje de "Cumbres Borrascosas" )
Brad Pitt
Lugar de nacimiento: Oklahoma (Estados Unidos)
Año: 18 de diciembre de 1963
Películas: Thelma y Louise, Entrevista con el vampiro, Leyendas de pasión, 12 monos, Troya. Ocean's 13.
Keanu Reeves
Lugar de nacimiento: Beirut (Líbano)
Año: 02 de septiembre de 1964
Películas: Mi Idaho privado, Dracula de Bram Stroker, Máxima velocidad, Matrix, Constantine, La casa del lago.
Cristian Meir
Lugar de nacimiento: Lima, Perú
Año: 23 de junio de 1970
Telenovelas: Gorrión, La tormenta, Luz María
Películas: No se lo digas a nadie, La mujer de mi hermano.
Proyectos: Actualmente viene trabajando con los estudios Disney, para interpretar al Zorro.
Y el decimo lo dejo a votación, quería traer al Leto, pero el muy antipático no quería bajar por nada, así que lo deje ahí nomás.

14 noviembre, 2006

Mis Top Ten




Un pequeño homenaje de bienvenida para nuestro angelito.

¡Bienvenido querido amigo! Que bueno es tenerte de nuevo entre nosotros.








Bueno, luego del saludo debo confesarles que en este momento mi unicornio azul y mi neurona, han decidido irse de paseo. Y no tengo idea de cuándo volverán, así que queda pendiente un artículo sobre uno de mis directores de cine favoritos, y el final de "La playa" (¿se acuerdan...?). Así que entre tanto y no sabiendo cómo adornar la casa, se me ocurrió invitar a un grupo de "viejos conocidos" que espero les gusten.



Jake Gyllenhaal

Lugar de nacimiento: Los Angeles, California (Estados Unidos)

Año :19 de diciembre de 1980

Películas: Brokeback Mountain, El día después de mañana, Jarhead.

George Clooney

Lugar de nacimiento: Lexington, Kentucky (Estados Unidos)

Año: 06 de Junio de 1961

Películas: Buenas noches y buena suerte, Siriana, Los tres reyes, La tormenta perfecta.

Johnny Deep

Lugar de nacimiento: Owesboro, Kentucky(Estados Unidos)

Año: 09 de junio de 1963

Películas: La leyenda del jinete sin cabeza, El joven manos de tijeras, Justo a tiempo, La novena puerta, Chocolate.

Orlando Bloom

Lugar de nacimiento: Canterburry, Kent (Inglaterra)

Año: 13 de enero de 1977

Películas: El señor de los anillos(La trilogía), Piratas del Caribe, Cruzada, Troya.

Jude Law

Lugar de nacimiento: Lewisham, Londres (Inglaterra)

Películas: Inteligencia artificial, Closer, Wilde, Alfie, El talentoso señor Ripley, Regreso a Cold Mountain.

Y luego seguimos con los cinco restantes, sí, si va a estar el Ledger, no se preocupen.

11 noviembre, 2006

Cine: De textos y escenas

Película: "Lo que el viento se llevó"
Año : 1939
Director: Victor Fleming
*
Producción: David O. Selznick

¡Dios es mi testigo!, no me vencerán. Sobreviviré a esto y cuando haya terminado, ni yo ni ninguno de los mios volveremos a pasar hambre. Aunque tenga que mentir, engañar, robar o matar.
¡Dios es mi testigo de que nunca volveré a pasar hambre!
Scarlett (Vivien Leigh), con un puño apretado y alzando la mirada al cielo, cuando regresa a Tara, su hogar, y encuentra que todo lo que ella había amado ya no existe, solo la amenaza del hambre.
Sé que te amo Scarlett. A pesar de tí y de mí y del mundo que se resquebaja, te amo. Porque somos iguales, ovejas negras los dos. Egoistas, capaces de todo; pero también de llamar las cosas por su nombre.
Te amo, como nunca he amado a una mujer. Y he esperado por tí, más que por ninguna otra mujer.
Rhett a Scarlett, cuando la deja en el camino hacía Tara, para enrolarse en el ejercito del Sur.

Escena: La huída de Sacarlett en carreta en medio del incendio de los almacenes de explosivos en Atlanta, provocado por los propios sureños, junto a Rhett (Clark Gable) y a Melanie(Olivia de Havilland).


Película: "Brokeback Mountain"
Año: 2005
Director: Ang Lee

Cuando no puedes arregarlo Jack, tienes que soportarlo.... - ¿Cuánto tiempo?- Mientras podamos, esto no tiene riendas.
Ennis(Heath Ledger) a Jack (Jake Gyllenhaal), en una conversación junto a la hoguera después de cuatro años de separación.

Escenas: Cuando Ennis abraza por detrás a Jack y lo mece entre sus brazos, mientras le susurra una canción de cuna.
Cuando Ennis encuentra las camisas manchadas de sangre y llora abrazado a ellas.

Película: "Sensatez y sentimientos"
Año : 1995
Director: Ang Lee

No es amor, un amor que cambia por momentos, o a distanciarse en la distancia tiende.
Oh no, es un faro impertubable que contempla las tempestades y nunca se estremece.

Es lo que recita Marianne(Kate Wislet), en lo alto de una colina, bajo la lluvia, mientras observa la casa donde vive su amado Willoghby que va a casarse con otra mujer, por dinero. Corresponde al soneto 116 de William Shakesapeare.

Escena: Cuando Eleanor(Emma Thompson) llorá desconsolademente a los pies de su hermana Marianne que agoniza.

Película: "Casablanca"
Año : 1942
Director: Michael Curtiz

Escena: Cuando Victor Lazlo (Paul Henriend), se acerca al pianista y le pide que toque la Marsellesa, toda la gente que está en el Café Rick's, se levanta y cantan enfervorizados, obligándo a callarse a un grupo de alemanes que entonaban su himno.

Película: "El señor de los Anillos- Las dos torres"
Año : 2002
Director: Peter Jackson

A una jaula, a estar viendo barrotes, hasta que la rutina y los años los acepten. Y todo gesto valeroso este más alla del recuerdo o el deseo.
Eowyn(Miranda Otto ) contestándo a la pregunta de Aragorn(Viggo Mortensen) de que a qué le tiene miedo , mientras preparan las armas antes de la batalla en los abismos de Helm.

Escena: La batalla en los Abismos de Helm.


Película: "El mercader de Venecia"
Año : 2004
Director: Michael Radford

Nunca me he arrepentido de hacer el bien y no voy a arrepentirme ahora.
Porque entre compañeros que pasan tanto tiempo juntos, debe existir necesariamente una similitud de caracteres y sentimientos. Lo que me impulsa a pensar que ese Antonio, siendo gran amigo de mi señor, debe asemejarse forzosamente a mi señor.
Portia(Lynn Collins) a Lorenzo(sirviente de Bassanio); mientras se prepara para irse a orar en espera del regreso de su esposo Bassanio, quien vuelve a Venecia para estar al lado de su amigo.
Escena: La angustia moral de Antonio(Jeremy Irons), durante el juicio en que debe decidirse si paga o no con una libra de su propia carne la deuda contraída con el judio Shylok (Al Pacino) .


Película: "Amadeus"
Año: 1984
Director: Milos Forman
Esta no era la música de un mono de farándula . Está era música que jamas había oído. Llena de tal anhelo, de un anhelo irrealizable. Me pareció que estaba oyendo la voz de Dios. Pero... ¿por qué? ¿Por qué Dios debía escoger a un niño obsceno como su instrumento?
Saliere(F. Murray Abraham ), en un fragmento del relato que hace a un joven sacerdote de cómo se transformó su vida, desde que conocio a Mozart(Tom Hulce).

Escenas: El deterioro moral y físico de Amadeus, cuando después de la muerte de su padre; un misterioso hombre se le aparece con el mismo disfraz que este uso en un baile de máscaras y le encarga la composición de un Requiem.
Cuando en su lecho de muerte Mozart, le va indicando las pautas(notas, voces, instrumentos) a Saliere para que escriba en la partitura el famoso Requiem.
Cuando su cuerpo es arrojado en una fosa común. (Aunque esto no es cierto, es parte de la leyenda tejida en torno a la vida de gran músico).

* En realidad hubó más de un director al frente de está superproducción: Reeves Eason, Samwood William, Cameron Menzies, George Cukor y el mencionado David O. Selznick.

Y les invitó a citar alguna frase o escena de su película favorita, o si coinciden conmigo en las que menciono.

09 noviembre, 2006

Hope (fin de la catarsis)

Introducción:


Pandora y los males del Mundo
Júpiter decide castigar a los hombres y pide al habilidoso Vulcano que confeccione una imagén de bronce. Deberá parecerse al hombre, pero diferenciarse de tal forma que lo encante y lo conmueva.
Cada dios lo ofrece un regalo a la bella criatura; Minerva le entrega un vestido bordado que cubre sus armoniosas formas, y coloca en su delicada cabeza una guirnalda de flores; Venus le ofrece la belleza infinita y los encantos que serán fatales a los hombres; Mercurio le confiere el don de la locuacidad y Apolo le regala una suave voz. Así Pandora (todos los dones), esta lista para cumplir su misión.
Pero antes de enviarla a la tierra, Júpiter le entrega una caja. Dentro de ella estan todos los males y miserias destinados a asolar a los hombres.
Cuando Pandora llegá a la tierra, es vista por Epimeteo (el que reflexiona tarde). En cuanto la ve, cae bajo sus encantos y recibe la peligrosa caja que ella le ofrece de parte de Júpiter. Sin sospechar nada, y olvidando el juramento hecho a su hermano Prometeo de no recibir nada del dios ... Epimeteo, abre la caja fatal, y de ella saltan todas las desgracias del mundo.
Sin embargo, en el fondo del recipiente, queda un sentimiento capaz de arruinar la venganza de los dioses: LA ESPERANZA.
Júpiter no queria que los hombres esperaran nada, y a un gesto del dios, Pandora cierra la caja. Dejando la esperanza en el fondo, escondida para siempre.
Sin embargo, transcurido un tiempo Pandora volvió a abrir la caja y liberó a LA ESPERANZA, para demostrar a los hombres que no todo estaba perdido.
El invierno está llegando a su fin, la nieve se derrite en las copas de los árboles, en los tejados de las casas. El aire es menos frío ahora, el cielo está limpio y azul.
¿Dónde estas?. Sí estas cansado, regresa que aquí podrás descansar; si tienes hambre, regresa, que aquí siempre habrá algo para merendar; si estas triste, regresa, porque para tí yo me convertire en alegría; si estas agobiado o cansado, regresa, porque mis brazos te serviran de lecho. Deja de hacer lo que estas haciendo y regresa a mí.
Recuerdas el perrillo que recogí, pués ha engordado y corretea feliz por toda la casa, le he puesto "Hope", creó que es un nombre apropiado, para alguién que espera algo casí imposible.
La señora que solias ayudar, se ha hecho amiga mía, ahora compartimos algunas tardes en su casa, tomándo una taza de chocolate caliente con bizcochos. Ella me habla de tí siempre, o quizá soy yo quién la induzco a hacerlo. No me dice mucho, no más de lo que ya sé, pero escuchar tú nombre, me hace sentir que de alguna forma estas presente.
El trabajo ya no se me hace tan insoportable, ahora yo lo manejo, y no él a mí. Avanzó un poco y salgo a respirar a la ventana, a dar una vuelta por la plaza o simplemente a caminar sin rumbo definido. En estos meses he conocido sitios que ni sabía que existian: una vieja estación de tren, un parque inmenso repleto de olivares, con veredas que convergen en un pequeño lago. Casí siempre me acompaña Hope en mis caminatas.
Hoy no puedo demorarme mucho en mi paseo, me han traído unos archivos extras que tengo que entregar mañana. Subo a la carrera con nuestro amigo, he desechado por completo el ascensor.
Ya casí he terminado con todo, y no sé por qué razón, siento unas ganas tremendas de quedarme en la ventana; parece que le contagiado mi inquietud a Hope, porque le he arrimado una silla y ahora los dos estamos asomados a la ventana, cómo si esperaramos algo. De pronto por la esquina veo surgir una figura, es alguién arropado en un grueso abrigo gris, trae una pequeña maleta en la mano. La mirada del desconocido se levanta hasta mi ventana y me saluda. Esos ojos, esa sonrisa. ¡Por Dios!, eres tú Ernesto, mí Ernesto.
Creo que nunca en mi vida he corrido, ni volveré a correr como este día, ni siquiera Hope puede alcanzarme. Ya no me importa nada, he esperado demasiado... demasiado.
Salgo a la calle y me lanzó a tus brazos, tu sueltas la maleta y me abrazas también. ¡Que bueno es estar entre tus brazos!, podría quedarme en ellos toda la vida, así, sintiendo tú corazón en mi oreja, sintiendo tu barbilla rasposa y tú aliento cálido en mi frente.
"¿Qué fue de tí?" te preguntó "Un viaje imprevisto, era algo que no podía aplazar" me contestas sonriendo "Cuanto te he echado de menos" te digo apretándote fuerte contra mi cuerpo. Tú te apartas un poquito, me miras largamente, ya no sonríes, me tomas la barbilla y me besas. Me besas con dulzura, con pasión, con deseo; me besas y siento que más alla de ese beso no existe nada. Todo se diluye detrás de tí, ya no veo la calle, ni los árboles, ni la nieve... sólo siento un cálido calor sobre mi cabeza, el sol se ha escapado finalmente de su prisión de nubes. Ha llegado la primavera.

08 noviembre, 2006

¡Zas! Me equivoque

Por favor, sí gustan de la mitología , hagan el favor de ir a "De Mitos y leyendas", no tuve forma de arreglar el problema, ya que está entrada era prevía a Cartarsis.
Gracias.

07 noviembre, 2006

Continua la catarsis...

Otro día, todo sigue igual, no, en realidad, ya nada es lo mismo. Es mi trabajo lo único que permanece inalterable, los mismos papeles en mis manos, las mismas cifras; mis dedos corriendo en el teclado, casí sin pensar. Tengo el papel que me diste cerca a mí, solo tengo que adelantar un poco la mano para alcanzarlo. Respiro hondo, tomo el papel decidida y de nuevo lo dejo caer sobre el escritorio. En realidad, ya no necesito el papel, lo he visto tantas veces que tengo los números grabados a fuego en la memoria; lo conservo porque alguna vez estuvo entre tus manos y tiene algo de tí, de tú aroma, que a estas alturas ya no existe. Me he asomado a la ventana a las horas de siempre, pero no te he visto, ¿qué ha sido de tí?. Cómo extraña la vereda gris tus pasos, y el tendero tus saludos; nadie lleva ya comida al perro, sabes, y ha empezado a enflaquecer, cómo te extrañan mi ventana y mis días. El invierno ha llegado, lo sé porque el aire sopla más frío, y hay que encender más temprano la calefacción, tengo que buscar mantas extras. Y el viento helado se pega al cristal, y lo cubre de una escarcha fina. Aún puedo ver la calle, y me imagino que tú la recorres de nuevo y levantas tu mano sonriendo, siempre sonriendo. Tomo el telefóno y marco de prisa los números, escucho el sonido llamando una y otra vez, nadie responde.
¡Dios!, voy a traer a ese pobre animal dentro, sí no lo hago ahora quizá mañana este muerto.
Llego hasta el ascensor, con el animalito en brazos; la gente me mirá extrañada, y a mí qué me importan sus miradas, no tengo corazón para verlo morir de a pocos, estoy segura que tú también lo hubieras recogido y te lo habrias llevado a casa. Lo arropo en la cocina y le doy un poco de leche tibia, le he fabricado una cama mullida y cómoda con una manta vieja. Sus ojos de caramelo me miran enormes, un lenguetazo en mi mano, me imagino que me esta dando las gracias. Me asomo a la ventana, pero... sí es la anciana que tú ayudabas a cruzar; debo alcanzarla, aunque, por está época del año el tráfico disminuye y casí no hay ningún peligro en los cruces. La mujer acepta gustosa mi brazo, y la dejo del otro lado con una sonrisa en los labios, ¿te sonreía a tí igual?.
Me he dado cuenta, que en cierta forma estoy haciendo un poco mías tus costumbres. Dónde viviras, tantas veces viendote pasar y nunca me pregunte de dónde venías. Me pongo el abrigo de prisa, la bufanda y los guantes, voy a hacer tú camino; quizá los faroles, las esquinas, las banquetas... puedan decirme qué ha sido de tí. El frío me cala hasta los huesos, creo que siento su caricia helada en el pecho, tan cerca de mi corazón.
He tomado la esquina de la que siempre te veía surgir, una calle ancha y desierta se abre a mis ojos; muchas casas alineadas. Qué he de hacer, tocar una por una las puertas hasta encontrarte, hasta que alguién pueda decirme qué ha sido de tí. Cierro los ojos y aprieto fuerte el papel dentro de mi bolsillo. No sé cómo encontrarte... mañana averiguare con el tendero, quién sabe haya suerte. No quiero quedarme como la Penelópe de la canción, claro que aquí no hubo promesa alguna, no había nada, solo una sonrisa y un número... "Adios amor mío, no me llores volvere, antes que de los sauces caigan las hojas, y piensa en mí, volvere yo por tí..."

De mitos y leyendas

En tiempos remotos, los griegos, dotados de gran sensibilidad e imaginación, en su afan de dar respuesta a los orígenes de la vida; poblaron el cielo y la tierra, los mares y el mundo súbterraneo; de divinidades principales y secundarias. Amantes del orden, instauraron una categoría intermedia para los semidioses y los héroes.
Los primeros mitos brotan, de la proyección imaginativa que el hombre hace de las funciones máximas de la vida: nacimiento, amor y muerte; maternidad y paternidad; virginidad. Y sintetizan todo lo que el hombre, mediante la inteligencia y el sentimiento, consiguió conquistar, frente a una vida que no solicitó, una muerte que lo asusta, o unos deseos que lo dominan. Y frente a una naturaleza que lo asombra o lo aniquila.
Muchos árboles y flores, tienen su origen en estos mitos. Sienténse pués a mi lado y escuchen algunos de ellos.
El Girasol
La hermosa Afrodita traicionaba desde hacía tiempo a su esposo Hefestos, con el belicoso Ares.
Helios, el sol, no aprobaba el adulterio. Así que decidió dar aviso de la traición al marido, quien urdío una finisíma red para atrapar a los amantes y someterlos a la burla de todo el Olimpo.
Pero, Afrodita decidió vengarse de Helios, y le inspiró una profunda pasión por Leucotoe, hija de Eurínome y Órcamo, rey de Babilonia.
Pero Clitia, ama a Helios. Y ello acarrea la tragedia. Celosa, la muchacha corre a contarle al rey las andanzas de su hija, y el rey decide castigarla: condena a Leucotoe a ser enterrada viva. (Una mortal jamás debía enamorarse o dejarse enamorar por un dios).
Cuando el sol descubre la desgracia, ya es demasiado tarde. Leucotoe, yace bajo tierra y siendo humana, desciende al reino de Hades. Poco puede hacer Helios por la amada, la transforma en árbol de incienso, y se despide de ella tratando de olvidar su dolor.
Pero Clitia, es castigada con el eterno repudio del dios. Consumida por la pena y el remordimiento, sabiendo que su corazón jamás hallará consuelo, se deja morir lentamente. Hasta que se convierte en un heliotropo o girasol, la flor que muestra siempre su cara al sol, en un gesto de amor.
Narciso
Por las tierras de Beocia corren las aguas del Cefiso, dios y río, ninguna ninfa puede pasear segura por sus márgenes , porque el insaciable Cefiso, en cuanto la veía trataba de envolverla en su torrente.
Así ocurrió con la bella Liriope, quien, en un día de verano, paseaba despreocupada junto al río, cuando las aguas, se irguieron y la enlazaron en un abrazo invencible y la poseyeron con repentina pasión. De esa unión involuntaria nacería Narciso.
Liriope, deseosa de saber el destino de su bello niño, fue en busca del ciego Tiserias, adivino cuya fama comenzaba a trascender las fronteras de Beocia. "Sí, tendra una larga vida- repondió el ciego-, siempre que no llegue jamás a odservarse". Nadie entendió el sentido de las palabras del adivino y estas cayeron en el olvido.
Narciso crece bello y solitario, no quiere el amor de nadie ni tener que entregarse a nadie. Es amado por muchas ninfas de las aguas y de los bosques que tratan inútimente de conquistar su amor.
Una de ellas, disconforme con las negativas del joven, elevó las manos al cielo pidiendo el auxilio de los Inmortales, y lanzó sobre el hijo de Liriope la terrible maldición: - ¡Que él también ame un día, y que jamas pueda poseer el objeto de su amor!
Némesis, la diosa de la venganza, escucho su ruego, y encamino los pasos de Narciso hacia la fuente que le sería fatal.
Cansado de huir de la ninfa que lo perseguía, el joven cayo de bruces sobre la margen de las aguas para saciar su sed, y entonces vió reflejado en aquel cristalino espejo, el hermoso rostro que le arrebataría el corazón. Arrobado sonríe al reflejo, y recibe otra sonrisa igual. Hace una seña, y el agua le devuelve el gesto; creyendose correspondido en su repentino amor, extiende la mano para tocar el rostro querido, y este se deshace en círculos: le huye como él huyó de las ninfas.
Ahora el bello Narciso sabe como duele la pasión sin respuesta, el dolor de la soledad. Doblado sobre la fuente, sin poder apartarse de la sombra de sí mismo, se olvida de comer, de saciar su sed, del descanso. Poco a poco desfallece, hasta quedarse inmóvil, hasta caer sin vida sobre la hierba.
Despues entra en la oscuridad de los Infiernos, donde de bruces sobre las aguas del Estigia, continua buscando la imagen adorada. Mientras tanto, en el lugar de su muerte, nace una flor amarilla y blanca.
Solo entonces Liriope, comprende las palabras del viejo adivino.
Jacinto
Otra vez el bosque, y esta vez Jacinto. Casí un niño, bello y dulce. Pero inocente causa de los sufrimientos divinos. Por el suspiraban Apolo y Céfiro el Viento del Oeste. Ambos lo observaban apartando el follaje. Ambos susurraban a sus oidos tiernos juramentos de amor. Y a los dos el joven les volvía las espaldas, solo preocupado por disfrutar de los placeres del bosque. Un día Céfiro tuvo que apartarse del lugar. Y el dios de la luz abrió su corazón a Jacinto. Le habló del sufrido afecto que alimentaba hacía tiempo. De los inútiles esfuerzos por encontrar el olvido. De la gran felicidad que tendría si el mortal le concediése un poco de compañía.
El bello Jacinto se sintió enternecido, tan triste le parecía el el luminoso rostro de Apolo. Con una sonrisa, dulcemente el joven le extendió su mano. Y juntos pasearon por las orillas del río.
Juntos cazaban, juntos tocaban la lira y cantaban para un público de avecillas, juntos bailaban sobre los densos tapices de hierba y se ejercitaban en el lanzamiento del disco. Estaban tan contentos que no percibieron el regreso del Viento del Oeste.
Céfiro los vió juntos y se llenó de celos, entonces, decidió su venganza. Esperó a que le tocara lanzar el disco a Apolo, y soplo con fuerza desviando el objeto de su rumbo, de modo que aquel fuera a dar en la cabeza de Jacinto. Había preferido matarlo a perderlo.
Apolo, dios de la medicina, trató de reanimar a su bello amigo, pero nada pudo contra la muerte.
Queriendo retener el recuerdo del joven, tomó la sangre que manchaba la hierba y la transformó en una flor, el jacinto, que a partir de entonces renacería exactamente en cada despuntar de la primavera, cuando recibe la caricia del sol, y se marchitaría inevitablemente a la llegada de los vientos, al principio del invierno.
Fuentes: Mitología. Editada e impresa por Abril S.A.
Editor: Victor Civita
Fotos : www. floresfrescas