22 junio, 2007

Secretos marinos

Nuestro querido Angelito quiere una historia de "miedo". Pongo este relato, que forma parte de las llamadas "leyendas urbanas", agregándole un poco de... ¿realidad a la ficción o de ficción a la realidad?.
Porque, por muy leyenda que sea, tiene que sostenerse en algo... creo yo.
El fantasma de la guerra se extendía por todo el mundo. No solo se veían involucrados los paises beligerantes; sino todos aquellos que de una u otra manera mantenian relaciones comerciales con estos.
Alemania sufría el bloqueo comercial por parte de Gran Bretaña, y esto afectaba indirectamente a los peruanos, cuyas maquinarias de origen alemán necesitaban de repuestos que debían adquirirse en ese país. Esto perjudicaba enormemente a la industria nacional.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Perú se vió involucrado de manera indirecta. El accionar de la Marina de Guerra peruana se limitó a la protección de la zona del litoral, rica en recursos energéticos.
La guerra fue declarada por el Perú a los nazis, luego de la entrada al conflicto por parte de Estados Unidos, como consecuencia del ataque de Pearl Harbor.


Algunos barcos alemanes habían lograron eludir el bloqueo, pero al enterarse de la declaración de guerra, huyen de las costas peruanas para evitar ser confiscados. Pero uno de ellos, ubicado en las cercanías de la isla de San Lorenzo; frente al asedio de los buques peruanos y ante la imposibilidad de escapar, decide hundirse con toda la tripulación.

Al parecer está determinación fue tomada de forma unilateral por el capitán de la nave y ninguno de los tripulantes sabía lo que iba a ocurrir.
Cuando las noches son claras y despejadas, libres de esa pesada niebla que suele rodear la costa en las temporadas invernales. Desde el muelle se puede abarcar el horizonte y en el, las islas, cada una con su propia historia. Una de ellas, El Frontón, fue hasta hace poco un presidio; la otra, San Lorenzo, visitada desde tiempos antiguos por su riqueza guanera.
Cuentan los pescadores del lugar que en estas noches, iluminando las oscuras aguas, pueden verse luces que parecen surgir de la nada. Todas estas dispuestas de forma tal, que cualquier observador diría que allí está anclado un barco. De pronto estas luces empiezan a parpadear de manera desesperada, como si quisieran enviar un mensaje de auxilio a la costa. Cuenta la leyenda que esas luces pertenecen al barco alemán hundido y que no son otra cosa que las almas de todos aquellos infelices que claman por escapar de aquella prisión de hierro y agua.
Apuntes históricos:
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en el Perú- Hilda, El Mundo Perú- Siglo XX

6 comentarios:

Mister yo dijo...

Las leyendas me encantan.

siempre he pensado que mas que historias falsas son solo verdades camufladas.

saludos

pon dijo...

Guauuu cómo mola!!!!

un-angel dijo...

...mmm...bueno,me lo iba a llevar impreso al trabajo y al fin me lo leí en un plis-plas...y a pesar de ello el tema tiene su fundamento, como dice otro comentario, muchas de estas historias de corte "fantástico" enmascaran tragedias o injusticias reales. Gracias por concederme un deseo,aunque parecía que las hadas madrinas eran cosa de ciencia ficción, están a la orden del día.
Un beso grandote.

Dalia dijo...

madre mia!!! qué historia tan triste.

devezencuando dijo...

El mar y sus secretos...¡¿Cuántas cosas no tendrá para contarnos?!

Javier dijo...

Que historia tan tremenda!!, el horror de la guerra y su conversión en leyenda.